El gobierno francés negocia esta semana contra el reloj para salvar a los grandes festivales de verano en Francia mientras los sindicatos de actores amenazan con perturbar y en algunos casos cancelar los espectáculos.
Los trabajadores intermitentes del espectáculo y sus empleadores, que no habían participado en la negociación del seguro de paro que generó el conflicto, fueron invitados a exponer posiciones ante tres personalidades designadas por el gobierno, en un intento por solucionar el diferendo.
La CGT-Espectáculo, punta de lanza del conflicto, advirtió que "acepta la concertación pero seguirá en huelga", decidida para todo el mes de julio, según Denis Gravouil, secretario general de la gremial.
Por su parte el Syndeac, el sindicato de los organizadores de espectáculos culturales reunido este lunes en consejo nacional, manifestó su voluntad de favorecer una concertación.
El gobierno del primer ministro francés Manuel Valls lanzó el fin de semana pasado varios llamados a negociaciones, invitando a las partes a negociar sin poner en peligro el desarrollo de los festivales en varias ciudades del sur de Francia.
En Marsella se anularon varios espectáculos. En Montpellier Danza, se canceló el domingo el espectáculo inaugural a pesar de que el personal votó contra la huelga. El festival de ópera de Aix-en-Provence constituye el próximo test, con una votación del personal prevista el próximo miércoles. Los directores de los festivales de Aix, Aviñón y Arles llamaron a las partes a "no desechar la oportunidad que se nos ofrece" para reformar el régimen de trabajo de los artistas.