Por José Luis Toso - jtoso@losandes.com.ar
No fue considerada adversa la semana para el radicalismo mendocino. La extensa audiencia pública por la nominación del juez Valerio para la Suprema Corte dejó satisfecho al Gobierno.
Si bien a través de los 77 oradores se reiteraron críticas y apoyos ya escuchados desde que el magistrado fue propuesto, quedó la sensación en el oficialismo de que su defensa ante los cuestionamientos resultó sólida.
Toda votación secreta genera expectativa, pero esperan en el radicalismo sumar votos provenientes de la oposición para consolidar la primera apuesta del titular del Ejecutivo con el fin de colocar a un juez de su confianza en el máximo tribunal. Una postura que comenzó con el nuevo Procurador General, Alejandro Gullé, y que seguirá mientras Cornejo esté en el Gobierno cuando vuelva a producirse una vacante en la Corte.
Por otra parte, buenas noticias para la Provincia llegaron desde el Congreso con la media sanción del presupuesto nacional, el primero con fuerte sello macrista.
Mendoza recibirá el año próximo 7 mil millones más que en 2016 en concepto de coparticipación federal, un 32 por ciento más. Y un plan de inversiones ambicioso, que incluye a la postergada central Portezuelo del Viento y varias obras viales, dará una imagen que seguramente le servirá al oficialismo para comenzar a mostrar concreciones luego de un año de austeridad extrema para poner en orden la finanzas provinciales.
Falta la media sanción del Senado, pero en ese cuerpo dan por descontado el apoyo de gran parte de la oposición por la influencia que ejercen sobre los senadores los gobernadores del justicialismo, decisivos en el apoyo que viene obteniendo el macrismo en el Congreso.
El freno al Presupuesto. La sorpresa contrastante la produjo el PJ con su decisión de postergar la discusión del presupuesto provincial del año próximo.
En la UCR consideran que lo que se presenta en el principal partido de la oposición es un desorden de organización muy propio de una derrota electoral contundente que en el principal partido de la oposición aún no asimilan.
En los despachos legislativos del oficialismo dicen que volverán a intentar tratar el proyecto de ley el miércoles, pero saben que en estos casos reunir los dos tercios de los legisladores para debatirlo es un asunto complicado. No obstante, la estrategia del bloque que lidera César Biffi pasa por seguir buscando acercamientos que en algún momento permitan destrabar la situación.
Los legisladores radicales no entienden por qué la reticencia si no hubo mayores demoras para que se lograra, previamente, la media sanción de Avalúo e Impositiva. Atribuyen a la desorganización del peronismo la falta de interlocutores confiables. Dan a entender que la confusión que observan en el PJ sobrepasa la voz de las autoridades de bloque y también dicen que el poder interno de la oposición varía, según las circunstancias, entre la nueva conducción formal partidaria y el poder que ejercen los cinco intendentes del peronismo.
A través del ministro Kerchner, el Gobierno reaccionó ante el parate del debate dispuesto por el justicialismo, argumentando que la pauta presupuestaria está desde hace más de un mes en la Casa de las Leyes y que “han ido los ministros a explicar a la Legislatura en más de una oportunidad” y que -dijo el titular de Hacienda, más de un legislador de la oposición se acercó a los despachos del Ejecutivo para consultar aspectos que generaban dudas en la pauta de gastos y recursos del próximo año.
Hay que recordar que el propio Cornejo concurrió a la Legislatura el último día de setiembre para presentar los proyectos del paquete presupuestario en tiempo y forma. Por eso esperan en el oficialismo reciprocidad “en respuesta a haber presentado a tiempo” el Presupuesto.
Conflicto que se admite. Puertas adentro, en el peronismo reconocen que el mayor problema actual es la búsqueda de orden interno, lo cual contrasta absolutamente con los tiempos del gobierno de Cornejo, que piensa cerrar el capítulo de las leyes presupuestarias cuanto antes para organizar el próximo año electoral, al que el cornejismo considera crucial para consolidar su poder.
Las desinteligencias, que tendrá que tratar de solucionar la nueva conducción a cargo de Omar Félix, también se observan ahora entre los propios intendentes. El bono de fin de año para los empleados es un ejemplo. Mientras Righi, de Lavalle, y Bermejo, de Maipú, salieron a sumarse al radical Orozco, que primereó con la ayuda de fin de año en Las Heras, el jefe comunal de San Martín, Giménez, no pudo ocultar su sorpresa y malestar por dicha actitud de sus colegas en momentos en los que busca recursos para su municipio. “El Jorge puso el grito en el Cielo...”, comentaron fuentes cercanas a uno de los “caciques” territoriales. Esta realidad, que encuentra indudablemente mal parado al justicialismo, puede derivar en que durante un tiempo no le resulte muy fácil al Gobernador que la Legislatura le apruebe leyes clave que pretenda.
Mientras la nueva plana mayor partidaria no logre poner orden, cada intendente hará valer su posición a través de los legisladores que lo representen en las cámaras, sumando desconcierto a las filas del oficialismo. Aunque en el Gobierno esperan que, tarde o temprano, los “caciques”, entre los que está el hermano del nuevo presidente del PJ. Omar Félix, le pongan sensatez a la actual situación.