El trabajo dignifica y de eso no hay duda alguna. Se trata del modo que elegimos y que sintetiza nuestras aspiraciones durante la vida laboral. Significa y connota la oportunidad de acceder a un empleo productivo que genere un ingreso justo, la seguridad en el lugar de trabajo y la protección social para nuestras familias, además de mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social.
Sin embargo el panorama de tenerlo hoy no implica el poder conservarlo siempre. La seguridad no existe en nada, pero sí hay herramientas que ayudan a leer y enfrentar cada situación de la mejor manera posible.
Desde esa mirada, la psicóloga laboral Viviana Imperiale (titular de la cátedra de Psicología Laboral en la Universidad del Aconcagua, y disertante en diversos claustros académicos) brinda herramientas para ver la oportunidad de un cambio.
La lectura correcta
Con esa pauta habría que tratar de afrontar una situación de despido. ¿Cómo sobrellevar tal cambio? ¿De qué manera salir adelante?
Según explica Imperiale, "hay dos aspectos a tener en cuenta. Por un lado el despido que viene sin ninguna señal. Y por el otro, aquel que pudimos llegar a percibir antes, de acuerdo a las señales de la organización misma. Los resultados económicos de las empresas van brindando pautas de que algo puede llegar a pasar. Son dos estilos muy diferentes de situaciones y obviamente las reacciones del sujeto serán acordes al estilo de situación que le tocó vivir".
Lo normal sería, en primera instancia, que todos los seres humanos reaccionemos con miedo, con sensación de enojo o parálisis, o con una fuerte sensación de injusticia. Y es justamente a partir de estos “sentires” y “vivencias” que hay que empezar a desmadejar el ovillo.
“El tema es descubrir cuáles son las causas del despido, ya que el mismo se puede dar por mal desempeño de la persona (y hay que hacerse cargo), o sin justa causa. En este último caso tal decisión se emparentará con la situación de la empresa, o ajustes por problemas económicos de la misma, que nada tienen que ver con las competencias y desempeño del sujeto. Es muy importante internamente que la persona sepa esto, para poder enfrentar la instancia de búsqueda de trabajo. Si no están en dudas las competencias de la persona, es más sencillo luego buscar otro empleo”, recalca la psicóloga.
Reciclarse y tratar de aprovechar esta situación, aunque sea difícil experimentarla como algo positivo, puede resignificar la experiencia de la persona.
Mariana, de 30 años, fue la encargada de una empresa del rubro gastronómico durante cinco años. La mano que le tocó en suerte cambió y fue parte de la lista de desempleados. Sin embargo, el poder de lectura de la nueva realidad le ayudó en su experiencia: “Sentía desde hacía tiempo que estaba en un lugar de confort muy seductor y lineal en cuanto a lo que tenía que hacer, y respecto a mis responsabilidades. Sabía que el lugar en sí había tomado medidas de ajuste, y de alguna manera percibí que podían llegar a tener que despedirme, a pesar del afecto y la predisposición del sitio. Cuando quedé sin empleo me sacó de un lugar cómodo en el que estaba y me impulsó, a partir de mis capacidades, a buscarle una vuelta a mi situación. Organicé un microemprendimiento con el que hace dos años sigo desarrollándome y creciendo. Fue difícil al principio, claro está, pero me redescubrí con potencialidades que jamás soñé tener”.
-¿Cómo lograr que no 'pegue' tanto para que el golpe no sea tan duro?
-Imperiale: En realidad, hay que cambiar el término ‘pega’, que connota algo doloroso, por algo que nos ‘impacta’ o ‘afecta’, pero que no nos pega, de lo contrario nos quedamos con la sensación negativa, que no nos deja ver la parte constructiva de lo que puede llegar a pasar. Muchas veces entramos en una zona de confort, en la cual estamos muy cómodos, y si no nos mueven el piso no buscamos nuevos horizontes para poder realizar. Eso no significa que sea algo fácil de aprehender, pero se puede lograr.
-¿De qué manera?
-Es interesante que el sujeto siempre esté atento a cómo le va en el trabajo, qué competencias ha desarrollado, tratar de tener en claro y hacer cada tanto revisiones acerca de cuáles son sus fortalezas y debilidades; tanto en ese trabajo como en general, para poder afrontar ámbitos de desempeño que le interesen y eduquen. Por otro lado, si la persona se va bien de la organización tiene que tratar de pedir una carta de recomendación y referencias.
Si el sujeto se enoja, arma escándalos y demás, es lógico que luego esas personas no den buenas referencias de la persona en cuestión y se haga más difícil la reincorporación laboral en otro empleo. También es bueno que la persona haga un análisis de cómo ha trabajado y a dónde quiere llegar. Sumar la reflexión de lo que ha cambiado en el mercado, para que vea si se puede insertar en algún ámbito en el cual tener éxito, porque siempre están apareciendo nuevas cosas, entonces uno tiene que tratar de transformar y transformarse.
Buscar el asesoramiento, como una guía para este momento especial puede resultar muy positivo, para que de esa manera se pueda ayudar a la persona a mirar desde afuera sus fortalezas y debilidades, y así pueda explicar qué lo hace diferente a otro en un mismo puesto de trabajo.
“En mi caso el despido se dio de manera inesperada, por lo que para el shock del momento me sirvió mucho apostar por el asesoramiento de un profesional en psicología laboral, para reelaborar que la situación no tuvo que ver con mis competencias ni desarrollo, y de cómo me podía parar para buscar un nuevo horizonte laboral de la mejor manera posible”, contó Matías, de 28 años, un empleado de una cadena hotelera con 7 años de trabajo en la misma.
“No hay que tener vergüenza en argumentar frente al nuevo empleador la situación de despido. Por eso la importancia de preguntar las causas apenas sucede. No somos omnipotentes, y hay que internalizar que hay causas que escapan a nosotros como sujetos, y que tienen que ver con la organización. Hay que armarse de estrategias de comunicación para ser visibles y creíbles hacia el otro, por medio de múltiples herramientas: el CV, y las diferentes redes sociales son fundamentales para irse modernizando y utilizarlos de una manera adecuada”, concluyó Imperiale.