La hipoacusia es la pérdida parcial o total de la audición, afecta al desarrollo cognitivo, relacional e intelectual de una persona. Tres de cada mil bebés nace con esta patología que posee diversidad de agentes que la pueden producir.
La pérdida de audición puede darse por motivos genéticos, producto de un golpe, por problemas o enfermedades durante el embarazo o el parto o porque la madre consumió algún medicamente ototóxico durante los meses de gestación. Estos medicamentos son denominados de esta manera porque poseen drogas particularmente tóxicas para el aparto auditivo.
Así, la mejor forma de evitar la presencia de patologías auditivas no hereditarias en el recién nacido es que durante todo el embarazo ambos padres mantengan las indicaciones del profesional a cargo y eviten la automedicación, golpes o exposición a enfermedades.