¿Cómo es vivir con autismo?

Tiene seis años y hace cuatro fue diagnosticado con TGD, la sigla que define técnicamente al autismo. Su historia, la de sus padres y hermanos, es un ejemplo de cómo transformar la adversidad en una aventura compleja pero maravillosa.

¿Cómo es vivir con autismo?

Cuando Pedro mira, lo hace con el corazón. Como El Principito, encuentra lo invisible del mundo cotidiano y lo comparte, a su manera. Tiene cinco años Pedro, y un diagnóstico de tres letras que lo vuelve distinto a todos los (nos)otros distintos: TGD. La sigla significa Trastorno Generalizado del Desarrollo y consiste en una problemática neurológica que afecta áreas como la comunicación y el lenguaje; la socialización; y la imaginación e intereses. Lo que antes se denominaba sintéticamente autismo.

“Cuando te enterás de que tu hijo tiene TGD hay tanto por hacer que no podés parar”, cuenta Paula Boscaroli, mamá de Pedro y de cinco hijos más (Camila, Tomás, Valentina, Abril –melliza de Pedro– y Juan Martin). El desarrollo del nene fue “normal” hasta el año y medio, cuando comenzó a perder habilidades que había adquirido. Dejó de responder a su nombre, no fijaba la vista en otras personas, caminaba en puntas de pie, lloraba o se reía demasiado. Con esos síntomas, hubo muchas consultas médicas y una larga serie de exámenes clínicos para descartar cualquier enfermedad. Cuando Pedro tenía dos años y medio, se confirmó el TGD.

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