Tener un cuerpo implica la posibilidad de que en algún momento, como seres humanos, éste se vea en la situación de enfrentar una cirugía, de mayor o menos gravedad, con más o menos implicancias, siempre existe algún grado de incertidumbre y riesgo, situación que puede ser muy traumática para la mente y las emociones en días previos a la intervención.
Los días e incluso semanas previas a una cirugía la mente comienza a prepararse: dudas, elucubraciones, miedos, ansiedad e inseguridades salen a flote cuando la mente se da cuenta de que por algunos minutos u horas su cuerpo pasara a estar bajo el control de un cirujano, y, en casos, le tocara hasta perder el conocimiento para esto.