Al igual que cuando reemplazó a Matías Almeyda en el interinato de un partido que sirvió de transición para el último desembarco de Ramón Díaz en River, a Gustavo Zapata ahora también le tocó dirigir por un encuentro. Y así como aquella vez el equipo le ganó a Lanús en el Monumental, anoche superó a Boca por penales aquí en el Distrito Federal, luego de una semana en la que Ramón Díaz pegó el portazo y Marcelo Gallardo ya acordó todo con la dirigencia para convertirse en su sucesor.
Consciente de que sólo iba a estar al frente del equipo en la exótica versión que el Superclásico tuvo aquí, Zapata igual celebró tanto como los jugadores, aunque sin abandonar nunca su perfil de técnico sobrio y enemigo de las estridencias. "Estoy muy feliz por este plantel, que se va de vacaciones con el tanque lleno: logró todo este semestre. Por suerte, ya comenzaron sus vacaciones con un festejo", afirmó el Chapa. Y agregó: "Este grupo se está acostumbrando a festejar. Ayer se los vio nuevamente felices y me alegra mucho porque son un gran grupo de personas".
Zapata reconoció que la renuncia de Ramón Díaz "fue un golpe duro" y por eso en los días previos tuvo que "trabajar mucho en lo anímico, además de lo táctico". Les tiró flores a los jugadores: "Fue un orgullo participar de este viaje al frente de este grupo ganador". Y le dedicó un elogio especial a Cristian Ledesma, quien se despidió de River a lo grande: anotando el penal que le dio el triunfo a su equipo en la definición desde los doce pasos. "El Lobo fue un ejemplo para los jóvenes, se va del club un gran jugador", resaltó.