La Justicia allanó hoy la casa de Diego Lagomarsino, el técnico informático implicado en la causa por la muerte de Alberto Nisman, en busca de todas las computadoras y equipos que hubiera en la vivienda para ser analizados.
Fuentes del caso confirmaron que personal de la Policía Metropolitana acudió a la vivienda, en la calle Monseñor Larumbe al 3500 de Martínez (San Isidro), para realizar el procedimiento dispuesto por la jueza Fernanda Palmaghini a solicitud de la querella encabezada por Sandra Arroyo Salgado.
Allegados a la fiscal Viviana Fein señalaron que la medida la había sorprendido cuando tomaba testimonios en su despacho.
Se trata de una de las primeras diligencias que se ordenan en torno al técnico informático, quien hasta ahora es el único imputado en la causa por haber prestado el arma que dio muerte a Nisman.
Hombres del área de Delitos Informáticos de la Policía Metropolitana llegaron a la vivienda con la orden de secuestrar computadoras, notebooks, pendrives y hasta las consolas de juego, entre otros elementos, con el fin de ser peritados.
Fue en ese marco que se especula con que se buscaba saber si Lagomarsino pudo haber tenido acceso a la computadora de Nisman, que se habría activado a las 8 de la mañana del domingo cuando, de acuerdo a la querella, el fiscal ya estaba muerto.
El dato de la computadora y la hora de la muerte de Nisman es un punto central en la puja entre la querella y la defensa.
Mientras Arroyo Salgado denunció el jueves pasado junto a su equipo de peritos que Nisman había sido asesinado en la tarde del sábado -en un horario que comprometería a Lagomarsino-, el abogado del técnico, Maximiliano Rusconi denunció que la computadora de Nisman se activó en la mañana del domingo efectuando una búsqueda que -a su criterio- sólo el fiscal podría haber hecho.
La activación de la computadora fue uno de los primeros resultados de la pericia informática que fue suspendida imprevistamente a pedido de Arroyo Salgado, reclamando protección de la privacidad.
Justamente, la defensa de Lagomarsino había solicitado hoy que se reanudara esa pericia informática suspendida en la que se iban a revisar los celulares y las computadoras del fiscal fallecido.
Lagomarsino solo declaró en la causa en las primeras horas posteriores al hallazgo del cadáver: aseguró que el sábado 17 había sido convocado por su jefe a su departamento y le solicitó si podía prestarle un arma porque tenía miedo de que le sucediera algún altercado en la calle cuando iba con sus hijas.
Desde entonces Lagomarsino no volvió a ser citado, pero quedó imputado en la causa por haber facilitado el arma que mató a Nisman, en circunstancias que aún no fueron explicadas por la Justicia.