Muy pocos podrían haber previsto que, a más de 50 años de su debut como cantante bajo el nombre de Palito Ortega (antes fue Nery Nelson en Mendoza durante varios meses y también Tony Varano en Chile), el autor de “La felicidad” iba a seguir tan vigente como en sus años de juventud.
Hoy, a los 73 años y con el mismo espíritu emprendedor de siempre, Palito acaba de editar un nuevo disco en el que reúne a un verdadero seleccionado de figuras del rock argentino.
Desde Juanse y David Lebón, pasando por Celeste Carballo, Nito Mestre, Moris, Charly García, Pedro Aznar y el Soda Tweety González, todos quisieron sumar voces e instrumentos a “Cantando con amigos”, tal el título del disco que acaba de aparecer y en el que también participan Daniel Melingo y los hijos del propio Palito, Emanuel y Rosario Ortega.
Charly le aporta teclados y voces a la canción “A mi amigo le gusta el rock”, un tema compuesto por Palito sobre “un personaje que salta de un séptimo piso hacia una pileta”, según confiesa el propio Ortega aludiendo a la anécdota de Charly cuando se tiró desde el balcón de un hotel en Mendoza luego de una serie de escandalosos recitales en marzo de 2000, todo previo a su internación y a la rehabilitación en la casa del propio Palito.
“Pero el mismo Charly me corrigió -cuenta Palito-, no fue desde un séptimo piso sino de un noveno. Y cambiamos la letra como corresponde”.
El percusionista actual de García, Fernando Samalea, también aporta batería y bandoneones a un disco que contó con las mezclas del legendario ingeniero de sonido Joe Blaney (The Clash, Prince, el mismo Charly García, etc.), en el Area 51 Studio del Uptown de Manhattan, en Nueva York, y que por si fuera poco incluyó la participación, allí, de Jim Campilogo y Jesse Harris, habitual ladero de Norah Jones.
La placa se completa con las participaciones del rosarino Mariano Braun (ex Roque Narvaja), el saxofonista Pablo Fortuna, Juan Pablo Ezquerra (Nube 9), la armoniquista Natacha Seara y el baterista Diego Rodríguez.
“Además de colegas, todos los que participan en el disco son amigos”, afirmó el autor de éxitos como “Yo tengo fe”, “Un muchacho como yo”, “Sabor a nada” y “La sonrisa de mamá”, entre tantos que se mantuvieron en los primeros puestos de venta de los años 60 y 70.
“Siempre quisimos hacer algo con ellos pero nunca se daba”, agrega Palito. “Por suerte pudimos hacerlo ahora y hasta me he dado el lujo de cantar con mi hija Rosario, que para mí es muy especial”.
El cantante define su disco como “un trabajo muy prolijo, que además me ha llenado de alegría por haberse grabado en RCA, una empresa con la que grabé toda mi vida y que tiene la historia de toda mi carrera”.
De ayer a hoy
Con altibajos, la carrera de Ramón Bautista “Palito” Ortega se ha mantenido intacta desde sus comienzos en 1962 con la empresa grabadora RCA Victor hasta hoy.
Aunque claro, pocos saben que antes se llamó Nery Nelson y bajo ese seudónimo vivió varios meses en Mendoza, donde actuaba en clubes nocturnos y hasta interpretaba temas folclóricos por LV10 Radio de Cuyo. Después pasó a Chile y modificó su nombre artístico por el de Tony Varano, pero en las compañías le pedían que grabara temas en inglés y a Palito se le hacía muy difícil la pronunciación, por lo que no tardó en volver a la Argentina y probar suerte en Buenos Aires.
Desde entonces la carrera de este tucumano nacido en Lules de familia muy humilde pegó un salto que lo llevó a convertirse, de incipiente cantautor y guitarrista que pedía algunas monedas en las calles, a actor, productor, director de cine y hasta gobernador de su provincia entre 1991 y 1995 y luego senador entre 1998 y 2000.
Luces y sombras
Sin embargo, no todo fueron rosas en la trayectoria de este tucumano que ya en sus inicios era apodado El Rey.
En los años de la dictadura militar fue acusado de colaboracionista, sus canciones eran rechazadas por la juventud de entonces y hasta debutó como director de cine con “Dos locos en el aire” (1976) seguida de “Brigada en acción” (1977), dos películas que glorificaban, respectivamente, a la aviación y a las fuerzas policiales que por aquellos años secuestraban, torturaban y asesinaban a miles de ciudadanos, así como a los tristemente célebres “vuelos de la muerte” que lanzaban desde el aire al Río de la Plata a personas dopadas y atadas como matambres (resonaba por entonces el tema “Andá y tirate al río”, que el tucumano había compuesto unos años antes contra los cantantes de protesta que hacían explícito su compromiso político y social).
Palito Ortega también protagonizó esos dos títulos junto a su amigo Carlitos Balá, quien por entonces sería contratado por el intervenido ATC para hacer su propio show televisivo en un país que atravesaba sus años más oscuros.
Aunque la crítica defenestró ambas películas por sus innegables fines propagandísticos, hoy el autor de “La felicidad” se justifica diciendo “me equivoqué por ingenuo, yo no sabía todo lo que estaba pasando en el país cuando hice esas películas”.
Sea como fuere, “Dos locos en al aire” y “Brigada en acción” tuvieron éxito de público y Palito no sólo siguió filmando sino que hasta pergeñó la idea traer a Frank Sinatra a la Argentina para que actuara en el Luna Park, lo que implicaba una inversión de muchísimo dinero en una Argentina económicamente devastada y con un dólar que aumentaba día a día.
Aunque hasta hoy Palito sigue asegurando que el gobierno de entonces, encabezado por el militar Roberto Viola, nunca le dio un centavo, lo cierto es que Sinatra llegó al país y concretó una única función el 2 de agosto de 1981, provocándole a Ortega una deuda de más de dos millones de dólares (al cambio de aquellos tiempos) que demoró casi cinco años en pagar.
Sin embargo, el contacto con Sinatra le permitió a Palito irse a vivir a Miami con toda su familia y dedicarse a producir programas de televisión para audiencias latinas, además de editar dos nuevos discos.
El político
Su regreso a la Argentina en 1990 lo encontró decidido a iniciar una carrera política como aliado de Carlos Menem. Y, por supuesto, fue elegido gobernador de su Tucumán natal entre 1991 y 1995, período que no estuvo exento de escándalos ni de lamentables hechos de corrupción.
Pero la popularidad de Palito seguía incuestionable y cuando terminó su mandato fue electo senador por Tucumán entre 1995 y 2000 y en 1999 fue candidato a la vicepresidencia de la Nación acompañando a Eduardo Duhalde por el Partido Justicialista y la Unión de Centro Democrático.
Regreso triunfal
Hoy, Palito Ortega sigue siendo una especie de héroe nacional y las nubes que pueden empañar su pasado parecen no haber existido nunca. Después de haber colaborado en la recuperación médica de su amigo Charly García y de haber sido homenajeado en el ciclo televisivo de Susana Giménez en 2009, Palito volvió a escena como si jamás se hubiera ido.
Después de 30 años volvió a llenar el Luna Park en una seguidilla de shows donde lo acompañaron figuras como Valeria Lynch, Nicky Jones, Charly García, Chaqueño Palavecino, Raúl Lavié y Johnny Tedesco. Todos querían cantar con él.
En 2012 llenó tres veces el Teatro Gran Rex y ese mismo año apareció cantando en la telenovela “Graduados” y editó “Por los caminos del Rey”, su primer disco con composiciones nuevas después de 25 años, íntegramente grabado en Memphis (Tennessee, EE. UU.) junto a la agrupación original que acompañó a Elvis Presley en sus comienzos: los Memphis Boys.
Esta vez la crítica argentina lo recibió con elogios y hasta la Grammy Academy Award lo distinguió con el Premio Latino a la Excelencia Musical por el aporte hecho durante cuatro décadas de música popular.
Y como bien dicen que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer, cabe reconocer que en todo este trayecto lo acompañó su esposa de siempre: la inefable Evangelina Salazar, ferviente católica como él y madre de sus seis hijos, que abandonó su carrera de actriz desde que se casó con Palito en 1967.
“No podría haber hecho todo lo que hice sin tener al lado a una mujer como ella. Por todo y por los maravillosos hijos que me dio es que permanentemente le agradezco a Dios”, dice este prolífico cantautor que hasta se dio un tiempo para dedicarle un disco entero al Papa Francisco, editado en 2014 como “La luz de Francisco” y que incluye canciones como “Vamos con Jesús”, “Creo en Dios”, “El niño perdido”, entre otras, además de la que da título al álbum.
Los temas
Los 14 temas que integran el álbum “Cantando con amigos”, todos compuestos por Palito, son los que siguen: “Hay que seguir”, “A mi amigo le gusta el rock”, “Un poco nomás”, “He sabido que te amaba”, “Si fuera fácil”, “Que Dios bendiga”, “Te quiero tanto”, “Mi guitarra vieja”, “Dios lo hace todos los días”, “Vamos a pasarla bien”, “Cuando era niño”, “Un amor inmenso”, “Sin una canción”, “La casa del sol naciente”.
Otra vez al Gran Rex
Palito presentará en vivo su disco "Cantando con amigos" el próximo 4 de diciembre, a las 21, en el Teatro Gran Rex, la mítica sala porteña de la calle Corrientes, en un show que sumará en escena a todos los participantes del disco pero que no se quedará sólo en eso. También habrá un recorrido por los hits que hicieron cantar a varias generaciones.
Las entradas pueden adquirirse por Ticketek, desde $250.