Maxi Salgado - Editor de Más Deportes - msalgado@losandes.com.ar
“Algo peor que un político corrupto es un ciudadano que lo defienda”, leía los otros días y qué mejor que estas palabras para graficar lo que pasa en el fútbol. Mientras todo siga siendo impenetrable para los ojos de la Justicia, el deporte seguirá brindando nuevas situaciones insólitas como la que ocurrió el jueves en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Con la muletilla de que la FIFA no permite que la justicia ordinaria intervenga en situaciones que tengan que ver con sus entidades afiliadas, desde hace décadas que en el gobierno futbolero se hacen cosas sin dar cuentas.
La impunidad de los dirigentes del fútbol es alarmante y su poder incalculable. Llegó la hora de que esta situación se acabe. Ya quedó demostrado que la FIFA es la cuna de la corrupción y entonces no tendría autoridad para exigir que las justicias del mundo investiguen a sus distintas federaciones.
La denuncia de Leonardo López sobre el intento de soborno que hubo en la frustrada elección, al parecer de parte de la gente de Segura, debería ser la punta del ovillo. Debería ya haber un fiscal investigando. Pero obvio que será difícil que esto suceda, principalmente porque la política y el fútbol siempre han tenido una connivencia complicada.
Es más, este deporte ha servido de plataforma para que, por ejemplo, Mauricio Macri llegara a ser presidente de la Nación. Pero casos hay muchos. En la década del 50 se denunciaba que Perón llevó a Racing a lograr un tricampeonato y los hinchas de River cargan con el karma de que su estadio se terminó de construir gracias al aporte de la Junta Militar en los ‘70.
Por estos días, Claudio “Chiqui” Tapia, vicepresidente de Segura y uno de los hombres más influyentes del ascenso, estuvo el jueves en un almuerzo en el que el gremialista Hugo Moyano, presidente de Independiente, se reunió con Macri para “negociar” quién manejará la cartera de Trabajo del nuevo gobierno.
“En el mismo lodo, todos manoseados", diría Enrique Santos Discépolo. Daniel Angelici, presidente de Boca, maneja los juegos de azar y por eso su decisión de ir en contra de Tinelli, quien es socio de Cristóbal López (zar de los tragamonedas en el país). El conductor de TV también estuvo muy cerca de Alejandro Burzaco (hoy detenido por el escándalo de la FIFA y para muchos el mayor buchón). Luis Segura tuvo relación con Suárez Mason (apellido que nos remonta a la Dictadura) y está muy cerca de ser detenido por el FBI por su cercanía con Grondona.
Matías Lammens, compinche de Tinelli, fue tentado por Macri para ir a la Anses y no es casualidad que ahora sea mencionado como el hombre que puede personalizar la unidad.
Todo este entrecruzamiento ha llevado a que nadie investigue, por ejemplo, lo que se hace con el Fútbol para Todos, una millonaria caja que el gobierno le dio a la AFA; en principio, con la intención de que los clubes sanearan sus deudas y dejaran de vivir de préstamos a futuro, los que servían para comprar votos y dejaban devastadas a las dirigencias venideras. Esto fue en 2009 y hasta ahora nada ha cambiado.
Se conoció esta semana el crecimiento de las deudas de los clubes en el último año. Una situación que nunca debió suceder. Pero fue permitida por la falta de control al respecto, el que debió llevar a cabo la Jefatura de Gabinete. Sí, esa que hoy maneja Aníbal Fernández, hoy presidente de la Confederación Argentina de Hockey sobre Césped y dirigente de Quilmes, club que manejó Meiszner (con pedido de captura internacional y de quien lleva el nombre el estadio cervecero). Ja, y las “connivencias” continúan.
Independiente es el que más debe, con 106.982.621,40 de pesos. El Rojo incrementó su deuda con respecto al balance de 2014, en un 60%. Lo sigue Banfield, con poco más de 80 millones, y Argentinos con 73 millones. El informe también muestra que River (53%), San Lorenzo (23%) y Gimnasia (19%), fueron capaces de reducir el rojo. Acá merece una mención especial Godoy Cruz, que tiene superávit.
Conociendo los números, es mucho más claro darse cuenta por qué a Tinelli le costará mucho sumar votos. Él propone un cambio y los muchachos que están enquistados en el poder no quieren que nada cambie. “Después del sillón de Rivadavia, el mejor de este país es el sillón de la AFA”, dijo alguien conocedor de nuestra sociedad que come, respira y duerme fútbol.
Es hora de que la sociedad en su conjunto se levante y pidamos que los corruptos se dejen de reír en la cara de los honestos. El FBI mostró el camino con lo ocurrido en la FIFA (ya son cinco los argentinos que están procesados a los que habría que agregar a Grondona). Sólo hay que tener decisión política para hacerlo, y este parece ser un buen momento. Macri llegó prometiendo cambios, ¿qué mejor que empezar esta semana?