Mendoza respondió con una marcha multitudinaria y la consigna "Buscamos la verdad", al brutal fin del viaje de Marina y María José a las playas de Montañita, en Ecuador.
Fueron miles los mendocinos que, convocados por las redes sociales y voluntarios de la Fundación Puente Vincular, donde ambas chicas desarrollaban tareas de ayuda solidaria, se agruparon frente a una de las casas de la Universidad del Aconcagua (donde estudiaba Marina), sobre, calle Catamarca, entre San Juan y Rioja, minutos antes de las 19.
Confianza
Renato, el padre de Marina, y María Eugenia, hermana de María José, fueron las caras visibles de ambas familias que, desde hace una semana, viven angustiadas por saber la verdad de lo ocurrido, allá en el Ecuador.
Con los peritos argentinos en aquel país, "hay que dejarlos trabajar para ver qué descubren", indicó Jorge Coni, agregando que "por el momento tenemos poco contacto con los familiares que están en Ecuador, porque están viajando de Montañita a Guayaquil, entrevistando a funcionarios judiciales y vecinos".
Y previo a que la importante columna comenzara a desandar las calles, el hombre centro de todos los abrazos y muestras de cariño adelantó que "ahora tendremos allá una letrada de los derechos humanos, que sumado al trabajo de algún abogado mendocino o de Buenos Aires, nos permita conocer la verdad de todo esto".
Y cuando sólo habían pasado 15 minutos de la hora de la convocatoria, la amplia columna se puso en silencioso movimiento.
El paso de los marchantes recibió, a lo largo de todo su camino, el apoyo de la gente que paseaba con niños por las calles, empleados de los comercios e inclusive el respetuoso silencio de los obreros que levantaban andamios sobre la principal avenida y por donde pasarán la Vía Blanca y el Carrusel, preámbulo de la fiesta mayor de Mendoza.
El Consejo Superior de la Universidad Nacional de Cuyo también se hizo presente y expresó su repudio por los hechos de violencia de los que fueron víctimas la estudiante de esa casa de altos estudios María José Coni y acompañó la marcha "Todos por Marina y María José".
Los presentes
Quienes cursaban Fonoaudiología con Marina y pensaron la marcha con Puente Vincular llevaban la insignia Fonos de Luto. "No creemos que hayan muerto y si fuera así, no lo merecían. Queremos que se resuelva el caso. No solo mujeres, tampoco niños ni hombres merecen morir así", sintetizó Guadalupe Coronado junto a quienes eran parte de la delantera.
Había un gran número de mujeres presentes que se sentían identificadas con el caso. "A Majo la conocí en nuestro viaje de 15 a Brasil. Simplemente quisieron recorrer el mundo. Todas merecemos ser libres, poder caminar por la calle sin miedo", describió emocionada Laura Pedra Bobillo. Una que no conocía a la chicas pero compartía el sentimiento era María Luz Fernández, para quien esto la hacía sentir "muy frágil" ya que "los medios lo han repetido y te genera angustia".
Además del respetuoso silencio, llamaba la atención ver muchas velas blancas en manos de la gente y que terminaron decorando las puertas de la Legislatura mendocina. Las lágrimas brotaban de menores y adultos antes de fundirse en un abrazo. También se destacaron los carteles pidiendo justicia por otros casos, como el de Paula Romina Jasi (atropellada en 2009) y Micaela Blasco (asesinada en 2012).
Lo que no decían las voces lo clamaban carteles con frases como "El silencio es cómplice", "Basta de femicidio" y "Ni una menos". Algo en lo que muchos concordaban era en que esto iba mucho más allá de las dos chicas y que debía llamar a una conciencia mayor sobre el respeto hacia la mujer.
También se hicieron presentes los jóvenes del Colegio San Luis Gonzaga, relacionado al grupo donde ellas participaban (también conocido como "Jinetes"). Su rector, Julio Navarro Sanz, había llamado a manifestarse pacíficamente: "Que Él y ellas nos cuiden y nos ayuden a trabajar por la justicia y la paz".
El final
En el cierre, cuando se congregaron ante la Legislatura, los familiares tomaron la palabra para agradecer a la multitud. "No hay palabras para agradecer a cada uno de los que vino. No descansaremos hasta que haya justicia", cerró Martina Coni, la hermana menor de María José.
Finalmente la familia directa tuvo un encuentro a solas con la vicegobernadora y pasadas las 21 empezó una ordenada desconcentración.
Ayer, la tarde se fue cerrando sobre la marcha sin gritos ni insultos, solo aplausos, silencio y una emoción que ganó altura como un esperanzado “buscamos la verdad”, nada más ni nada menos.