La esposa de uno de las víctimas de la tragedia de "Laguna del Sauce" hizo pública en las redes sociales la última conversación que mantuvo con su marido antes de la caída de la avioneta, en la cual le expresó su temor por el viaje.
La siguiente es la transcripción completa de la conversación:
6:54 Viviana Alonso: Cómo vas?
6:56 Mario: Recién llego al aeropuerto
7:59 Mario: Por salir
8:10 Mario: (envía una foto de la avioneta)
8:54 Viviana Alonso: Ay, que miedo
8:56 Viviana Alonso: Ay que miedo me da esa cosa tan chiquita......
19:27 Viviana Alonso: Cómo vas?
19:36 Mario: Terminando una reunión, ya saliendo en instantes para el aeropuerto
19:37 Mario: Se hizo largo
19:50 Viviana Alonso: pufffffff
20:08 Mario: (beso)
20:29 Mario: Por despegar
Según los registros del aeropuerto de Laguna del Sauce, el avión cayó en la laguna a las 20:35.
Reclamo de justicia
A dos años de la denominada "Tragedia de Laguna del Sauce", en la que murieron los ocho pasajeros y dos tripulantes de una avioneta que acababa de despegar del aeropuerto de Punta del Este, los familiares de las víctimas denunciaron que la Justicia de Uruguay aún no logró determinar cuáles fueron los motivos del accidente y acusaron a los dueños de la aeronave por utilizarla como un taxi aéreo a pesar de que no contaba con autorización.
"Sin negar que fue tragedia, que es parte de la fatalidad o del destino, le exijo a la Justicia argentina y a la Justicia uruguaya que nos den un informe de todas las irregularidades que hubo en este caso, saber quiénes fueron responsables de cada una de ellas y sentar un precedente a partir de esto", dijo Viviana.
En tanto, la jueza letrada de Primera Instancia de Maldonado, Adriana Morosini Pérez, quien tiene a su cargo la causa penal que se instruye en ese país por la tragedia, aún no recibió el informe final sobre las causas del accidente que debe elaborar la Comisión Investigadora de Accidentes e Incidentes de Aviación (Ciaia) que depende del Ministerio del Interior de Uruguay.
Además, mantiene el "secreto de sumario" en el expediente, el cual no tiene imputados ni investigados
"En nuestras investigaciones privadas llegaron a la conclusión que el avión no tenía que haber estado en vuelo porque no estaba habilitado para hacer vuelo comerciales", explicó uno de los abogados de las familias de las víctimas Javier Salerno.
El letrado aseguró que "los pasajeros trabajaban en La Rural, que contrató a la empresa Furlong para hacer un vuelo para llevar a sus empleados a Uruguay y hacer un trabajo allí. Furlong contrató este avión que pertenece a Droguerías Meta que estaba habilitado solamente lo que se llama 'aviación general', que es para vuelos privados de placer o de negocios y estaba configurado para seis pasajeros y fueron ocho".
Si bien oficialmente se desconocen los motivos por los cuales cayó el avión Beechcraft B90, matrícula LV-CEO, con sus diez ocupantes a bordo, la principal línea investigativa apunta a que la aeronave no estaba en condiciones técnicas para volar con el peso que llevaba.
La clave de esta sospecha son los documentos que posee la Junta de Investigación de Accidentes Viales de Aviación Civil (Jiaac) argentina, a los que tuvo acceso Télam, donde consta que la aeronave poseía un certificado de Aeronavegabilidad Estándar para seis pasajeros y dos tripulantes, pero al momento del accidente había ocho pasajeros y dos pilotos.
Esta hipótesis también fue avalada por un informe privado elaborado por la aseguradora del avión, al que tuvo acceso Télam, que señala que "el peso del despegue pudo haber estado excedido y el balanceo fuera de la envolvente permitida".
"No estaba en condiciones"
"La aeronave no estaba en condiciones de aeronavegabilidad al momento del despegue", dice el informe privado.
Las fuentes de la investigación aseguraron que la avioneta ya había sufrido un accidente en 2013 en el aeropuerto de San Fernando que le había provocado roturas en sus dos motores y hélices y que, desde entonces, sólo había realizado dos vuelos antes de la "tragedia de Laguna del Sauce".
Voceros de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) de Argentina confirmaron a Télam que el avión que cayó había logrado la habilitación para volver a volar a principios de marzo del 2015, apenas unos días antes de la tragedia, y que desde entonces había realizado solo dos vuelos.
"Estaba esperando que mi mujer volviera de trabajar en Punta del Este y nunca llegó. Desde ese momento, ni los dueños del avión ni nadie se puso en contacto con nosotros", dijo Matías Deleonardis, esposo de Joana Mc Cormack, otra de las víctimas.
Días atrás, la esposa de Mario Barba hizo público a través de la red social Facebook la última conversación mediante los mensajes de Wathsapp que mantuvo con su marido minutos antes de la tragedia, en la cual le expresaba los temores por la pequeña avioneta en la que estaba por viajar.
"Estaba en mi casa con mis hijos mellizos (en ese momento de 14 años) y la mesa quedó servida, esperando que llegara Mario para la cena. Nadie se comunicó con nosotros y nos enteramos todo por la televisión. Desde entonces jamás recibimos una llamada de nadie", dijo.
Según la documentación oficial, el avión bimotor Beechcraft Kin Air B90, matrícula Lv-CEO, que se estrelló en Laguna del Sauce pertenecía en un 50 por ciento a la empresa Droguería Meta SA, el 25 por ciento a Dihemo SA, y el otro 25 por ciento a la empresa Inversiones Locales SA..
De hecho, el presidente de Droguería Meta, Ezequiel Masjuan, el presidente de Dihemo, Juan Cereijo, el de Inversiones Locales, Gregorio Smith, y las autoridades de Furlong fueron -según las fuentes judiciales- demandadas por los familiares de las víctimas, pero dos años después de la tragedia aún no obtuvieron respuestas.
El vuelo partió del aeródromo de San Fernando la mañana del 19 de marzo y aterrizó sin inconvenientes en el aeropuerto de Punta del Este una hora después.
El accidente se produjo cerca de las 20.35 de esa misma noche, cuando cayó 30 segundos después de despegar del aeropuerto de Punta del Este en su regreso a Buenos Aires.
La avioneta se estrelló sobre Laguna del Sauce y se incendió de inmediato, lo que provocó la muerte de todas las personas que se hallaban a bordo: Luis Pivida (piloto, 59 años), Diego Chiaradía (piloto, 45 años), Mario Barba (42), Joanna Mc Cormack (41), Alfredo Dietrich (51), Carlos de Elías (56), Marcelo Zarco (48), Horacio Peñaflor (48), Luis Gustavo Pera (58) y Marta Pires Vieira (portuguesa, 41).