Fieles como pocos, los seguidores de “Avenida Brasil” se mudaron sin muchas ganas de la tarde a la noche, llamados a ser el proyectil más indicado para dispararle a Marcelo Tinelli. Se habituaron de prepo de la cita diaria a otra más esporádica y salteada, que se define según cómo le va en el rating a los nuevos ciclos que idea Telefé. Se acostumbraron a esperar su programa preferido “al término de” un montón de otros.
Fieles como pocos, los seguidores de “Avenida Brasil” leyeron en incontables avisos que la novela termina “pronto”, que tendrá un final “vibrante”. Que habrá una "gran velada" en un teatro de la avenida Corrientes con la presencia de algunos protagonistas. Pero nadie les dice cuándo.
Se manejaron varias fechas, y todas pasaron hace rato, y el programa sigue al aire (con tanta mala suerte para ellos) liderando el rating. El miércoles, en la breve anécdota que le tocó al aire, el programa perforó los 20 puntos, según Televisión.com.ar. Y todo indica que seguirán dosificándolo al ritmo del Mundial.
A esta altura, tienen algo de razón cuando se sienten burlados en su buena (Tele)fe por pagar con tantas horas ingratas el pecado de haber sido un buen televidente. Por apenas un par de clics, Internet les ofrece todas las respuestas. Pero ellos siguen ahí.
¿Hasta cuándo la televisión abierta se dará el gusto de jugar con las expectativas de su público?
En su país, “Avenida Brasil” arrancó el 26 de marzo de 2012 y se despidió el 19 de octubre de ese mismo año. Los 179 capítulos se emitieron puntualmente, los cinco días de la semana, siempre a la misma hora. Aquí, la avenida que comenzó a diseñarse aquel lejano 16 de diciembre de 2013, tendrá sólo 130 episodios y todavía no tiene una fecha de final de obra. ¿No habrá una “Defensa al consumidor televidente” donde quejarse?
