En el final de la primera ronda, cuando hacía falta dejar una sentencia que sirva de advertencia de cara a lo que vendrá, Gimnasia y Esgrima superó 3-0 a Unión de Villa Krause y expresó dentro del campo de juego la sensación general: los del Parque son candidatos al ascenso.
El inicio mostró un Lobo más dubitativo, demasiado vertical y sin pausa. Nico Arce no estuvo encendido y la vorágine por romper el cero lo convirtió en un equipo aturdido y sin creatividad.
Por la derecha, Neri Espinoza suponía la firme intención de lanzar centros a la cabeza de Pablo Palacios Alvarenga. Sin embargo, el sureño no ganó por su sector y todo fue demasiado forzado, casi por la propia obligación de saberse local.
La más clara estuvo en los pies de Gabriel González, para la visita, quien provocó la gran atajada de Agustín Viola. Fue lo más atractivo de un primer tiempo sin que alguno impusiera sus condiciones y donde el local apenas apuró con pelotas paradas.
El ingreso de David Garay, minutos antes del final del primer tiempo, provocó una mejoría de cara al complemento. El volante central le dio un mejor “primer pase” desde el fondo y más pulcritud en la entrega.
El conjunto mendocino comenzó a escalar territorialmente. Y en ese mejorar, apareció un penal que no fue y la roja a Vargas en la visita que simplificó todo para los mendocinos.
El primer festejo de Palacio Alvarenga, desde los doce pasos, fue el preludio del golazo que marcó, de tiro libre, ese muchacho llamado a ser ídolo del pueblo mensana: Nico Arce. Antes de la media hora llegó el gol que liquidó la historia, también desde los doce pasos vía Palacio Alvarenga, y el resto estuvo de más.
Unión VK, incapaz de superar tantos golpes en tan poco tiempo, se descontroló y protestó demasiado los fallos del colegiado Jonathan Correa, que tuvo una noche para el olvido.
Grandísimo triunfo del conjunto del “Lechuga” Alaniz, que quedó solo en lo más alto de la tabla de posiciones y expuso un mensaje al resto de sus competidores: ¡acá está Gimnasia!
El clásico maipucino va a la siesta
Luego de una semana donde las idas y vueltas estuvieron a la orden del día, finalmente la dirigencia del “Botellero” consiguió su gran objetivo: jugar el clásico frente a Gutiérrez Sport Club en un horario que permita una recaudación acorde a este compromiso que paraliza el departamento.
Si bien en un primer momento estaba previsto que el encuentro se disputara a las 21.15, desde la Policía de Mendoza se programó para las 16.30. Obvio, pensando en el horario de comercio y tantos hinchas que trabajan, la dirigencia de Maipú solicitó jugarlo a las 14.30 y finalmente se acordó con los organismos de seguridad ese horario. “Una buena oportunidad para recaudar”, avisan.
“Serán entre 80 y 100 efectivos”, advierten desde calle Vergara y dejan entrever su fastidio: “Es solo con público local”.