“Abuelazgo" ¿Cómo drisfrutarlo sin sobrepasar los roles?

Según el cuadro familiar y la manera de comunicarse -o no- que los grandes tengan, las relaciones entre adultos mayores, hijos y nietos, pueden potenciarse para mejor, o todo lo contrario. Pautas y reflexiones profesionales para no perder de vista la func

“Abuelazgo" ¿Cómo drisfrutarlo sin sobrepasar los roles?

“La nona”, “El abu”, “La yaya”, “La bobe”... Muchas manerasde llamar a esos seres especiales y únicos que son los abuelos para sus nietos. Un manojo humano de sabiduría que traen consigo los adultos mayores, dichosos de disfrutar a sus nietos, con un extra de mimos a cuestas y momentos compartidos para “malcriarlos” (en el mejor de los sentidos).

Sin embargo el devenir del tiempo, y su marea de cambios socioculturales descubre abuelos 2016, de maneras diferentes, y de acuerdo a la situación. Algunos disfrutando de sus nietos en salidas y cuidados esporádicos.

Otros, a tiempo completo, casi en un rol de padres, porque la situación laboral de sus hijos, nueras o yernos, los mantiene gran parte del día a cargo de los chicos.  ¿Qué mejor  y querible “niñero” que un abuelo o abuela?

Claro que cada caso responderá a motivos únicos, pero ya sea que se trate del primer ejemplo, o del segundo, la poca comunicación y definición de roles puede perjudicar al niño durante una etapa que debe ser disfrutable para todos.

Como explica Beatriz Goldberg (psicóloga y escritora especialista en terapia familiar): “En este período de ser abuelo, uno entra en el túnel del tiempo. Tanto al hijo adulto como a sus padres (abuelos) se les moviliza todo lo que habían vivido hasta ese momento.

Los hijos comienzan a ver cómo eran ellos en su rol y en esas etapas que viven sus hijos chicos, mientras que los abuelos rememoran cómo eran ellos como padres. En cuanto al vínculo muchas veces los adultos mayores están cerca de sus hijos adultos en los momentos más importantes; como el primer cumpleaños de los chicos, el destete, los pañales etc.

El problema aparece cuando, por ejemplo, existieron en la primera y segunda generación vínculos conflictivos que salen a la luz en la tercera; porque los abuelos se meten de más en la educación que sus propios hijos tienen hacia los niños”.

- ¿Por qué?

- Lo importante es no imponer condiciones a ese hijo adulto, y a la familia política, por tener una manera diferente de ver las cosas; ya que el contexto es otro y no son ellos los padres.

- ¿Cuándo pueden trastocarse los roles?

- A veces a los abuelos les cuesta callarse respecto a algo que ellos no harían de determinada manera. “La suya”. Lo importante es que ese adulto mayor no desacredite a su propio hijo frente a los ojos de su nieto. Cada rol en su lugar.

Los padres a veces tienden a pensar que los abuelos los malcrían, pero en realidad el chico sabe muy bien qué hace y qué esperar de cada uno. De ahí la importancia de la función de cada quién.

Para los chicos, el contacto con los abuelos es muy importante. Cuando éste es positivo resulta fabuloso para ellos. Sin embargo, si los abuelos hablan mal de los padres delante de sus nietos, respecto a decisiones sobre la educación, o increpan a la nuera o yerno por decisiones tomadas hacia los chicos, desacreditándolos delante de ellos, los roles se trastocan y resulta negativo para los niños.

El “abuelazgo” es un vínculo único, que queda para toda la vida. Compartir tiempo especial con los nietos es fundamental. La buena comunicación y los acuerdos familiares resultan fundamentales en este sentido.

¿Pero qué pasa cuando el abuelo o abuela es la figura del cuidado a cargo, por motivos determinados (trabajos, responsabilidades extra), que mantienen a los padres gran parte del día fuera de casa?

Según explica María Zysman, psicopedagoga y escritora (directora de “Libres de Bullying”): “hay abuelos que cumplen sólo esa función, la de abuelos. Es decir: cuidan a sus nietos ocasionalmente, o los llevan a pasear, con el objetivo del disfrute mutuo. Pero hay muchos casos de adultos mayores que por el trabajo y obligaciones de sus propios hijos, nueras, o yernos tienen que cumplir una función más paternal y maternal a la vez con sus nietos. Algo que implica que deben poner límites y responsabilidades a los nietos; como por ejemplo, el hecho de hacer las tareas escolares. Aquí hay una situación de fuerza mayor que los lleva a tomar ese papel”.

- Sea cual fuere el caso: ¿de qué manera se tienen que aclarar los roles a cargo?

- Zysman: Lo mejor es poder tener un acuerdo hablado entre los padres y los abuelos respecto a qué espera uno del otro en cuanto la educación de los chicos. Cuando todo está acordado y establecido entre los adultos (por ejemplo, que el abuelo puede llamarle la atención al nieto si no hace lo que sus padres le pidieron, o sus responsabilidades, o que la 'nona' lo puede 'malcriar' con determinadas comidas), la relación fluye".

- ¿Cuándo comienzan los problemas?

- El conflicto mayor deviene cuando los abuelos hacen cosas respecto a la educación de sus hijos, que los padres no desean.

Por ejemplo: darle a los chicos cosas que los padres no quieren. O todo lo contrario, abuelos que retan a los nietos por aspectos en los cuales los padres son más relajados, y que les permiten a sus chicos. Esos adultos mayores que ocupan lugares que sus hijos adultos no les dan, generan problemas, incluso para los chicos.

- ¿Cómo evitar esta situación?

- Con diálogo, comunicación y acuerdos entre padres, madres y abuelos. La situación suele complejizarse mayormente cuando se trata de la familia política. Por ejemplo, una madre o padre y su suegra o suegro. Es diferente lidiar con las rispideces cuando se trata del hijo o hija adulto biológico, a la hora de poner límites a su propio padre o madre.

Muchas familias se rompen por estos roces entre nueras y yernos, en relación con el manejo de la educación de los  nietos.

Por supuesto que no todos los casos son así, al contrario: hay familias en las que se logra diálogo, buena relación y juntadas familiares todo el tiempo, en donde los abuelos se toman atribuciones de “malcrianza” con sus nietos, en aspectos permitidos y bien vistos por sus propios hijos.

Todo tiene que ver con un  marco de equilibrio. Algo que es muy bueno para el chico que disfruta a cada rol familiar (padre, madre, abuelos) de manera positiva.

Insisto es diferente un abuelo o abuela que de manera sistemática se ocupa de los chicos por fuerza de la situación, en donde tienen que ser ellos quienes pongan los límites. Eso sí, los que hayan consensuado con sus propios hijos adultos. La mamá, aunque no esté en todo el día, sigue siendo la mamá; y el papá igual, aún estando separados.

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