Los huevos benedict o huevos benedictinos son una de las mejores delicias para comenzar el día o disfrutar a la hora del brunch. Aunque existe la creencia generalizada de que esta receta es algo complicadísimo, lo cierto es que no posee dificultad alguna.
Se trata de un plato anglosajón que consiste en dos mitades de un muffin inglés, una tostada u otros tipos de panes, generalmente cubiertos con jamón cocido, panceta o pastrami, huevos escalfados y la muy popular salsa holandesa.
La técnica con la que se preparan los huevos para que la clara quede consistente por fuera pero, que al tocarla con un tenedor se rompa y deje salir la yema, hay que cocinarlos en agua hirviendo con vinagre sin cáscara, y procurar que no se pierda la forma siempre ayudando con una cuchara.
Ingredientes:
- 30 gr de jamón
- 30 gr de salmón ahumado
- 2 unidades de pan
- 10 gr de ciboulette
- 30gr de lechuga mixta
- 2 huevos, frescos
- 50 ml de vinagre de manzana
- 60 gr de salsa Holandesa
- 20 gr de tocino, laminado y tostado
Preparación:
1. Tostar el pan, y poner sobre él el jamón planchado previamente dorado en la plancha, al igual que el salmón ahumado.
2. En una olla poner agua y vinagre de manzanas y dejar hervir. Romper los huevos y ayudar con la cuchara a que cada uno mantenga su forma ovalada, volviendo a su lugar las partes que se escapen en el agua. Sacar después de 3 minutos.
3. Poner los huevos ya cocinados, uno sobre el salmón y otro sobre el jamón. Poner el ciboulette picado sobre el huevo con salmón y el tocino, cortado en finos trozos, sobre el huevo con el jamón.
4. Para terminar hacemos una salsa holandesa con 1 huevo fresco, 200 gr de mantequilla clarificada y 10 ml de vinagre de manzana. Mezclar con batidor hasta que emulsiones, condimentar con sal y pimienta. Verter sobre el pan con los huevos. Servir caliente.