Cuando las parejas dan rienda suelta a la pasión, cualquier escenario sirve para un buen encuentro sexual. Uno de los más comunes, al menos en otros tiempos, supo ser el automóvil, a tal punto que estos momentos se han convertido en parte de la fantasía común de muchos.

Sexo: el tamaño sí importa, pero más a los hombres que a las mujeres

También al asunto ha aportado el cine, con escenas célebres de parejas hollywoodenses (especialmente) que ante la cámara ofrecen su mejor performance placentera, con buenos encuadres y música de fondo.

La realidad, sin embargo, a veces es más incómoda.

El auto es un lugar cerrado, pequeño y que genera cierta sensación de cercanía física que puede ser muy estimulante y predisponer al contacto. Por lo general, dentro del auto hay música, la temperatura es agradable y se puede percibir el perfume de la otra persona, o las miradas de reojo, que a veces dicen mucho más que el tema de conversación del momento.

No es raro que, si las condiciones están dadas, el ambiente se tense (en el buen sentido) y la persona al volante tenga que decidir en pocos minutos dónde estacionar para concretar lo que empezó con una sonrisa, una mirada o una caricia.

Si bien el espacio es reducido, la frase “ponerle amor al caos para que se ordene” es un lema vital en tales circunstancias, de tal modo que con la ayuda de algunos consejos, un poco de organización y bastante destreza es posible tener un encuentro sexual satisfactorio y seguramente muy divertido.

Ahora bien -me pongo la gorra para aclarar esto- la Ley de Tránsito de Mendoza (conocida como Ley Nº9024) no contempla multas por tener sexo en el auto, a menos que el vehículo se encuentre en movimiento. En ese caso se considera una falta grave y el valor de la multa asciende a 700 Unidades Fijas (UF) lo que equivale a 15.400 pesos. Si el auto se encuentra mal estacionado, es una falta leve con una multa de 2.200 pesos (100 UF).

Por otra parte, el Código de Contravenciones provincial sí contempla faltas a la moralidad y las buenas costumbres en el artículo 82, con multas que pueden ir de 100 UF (2.200 pesos) a 400 UF (8.800 pesos) o de 4 a 16 días de trabajo comunitario.

Lo correcto sería encontrar un lugar alejado, donde no puedan ser vistos y así no correr el riesgo de terminar multados. También hay que tener en cuenta que la zona sea segura y -de todos modos- tener el auto bien cerrado.

Porque lo cierto es que si el amor urge, un encuentro -aunque sea en el garage de casa- convierte el momento en inolvidable y seguramente, algo de qué hablar y reirse juntos en el futuro.

Como en la canción de Vilma Palma: posiciones para el asiento de atrás

El molinillo de viento

El nombre da la sensación de complicado, aunque no lo es. En primer lugar, deben ubicarse en el asiento trasero. El hombre y la mujer se sientan uno junto al otro girando su cuerpo para que puedan mirarse fijamente. Ella rodea con sus piernas el torso de él. Para no perder el equilibrio, apoya sus manos en el asiento, justo detrás de ella. Entonces él también abraza con sus piernas la cintura de la chica, sujeta sus piernas y se mueve suavemente hacia arriba y hacia abajo.

Perrito paseador

Ella coloca sus manos y rodillas sobre el asiento trasero del auto y el hombre por detrás de ella comienza la penetración.

El mono

Requiere cierta agilidad por parte de ambos. El hombre se coloca boca arriba y dobla las rodillas hacia su pecho. Ella se sienta de espaldas a él apoyando su espalda contra sus pies. Cuanto más peso apoye en las piernas del chico, más fácil será para su pareja. Es una postura rara y diferente pero intensa. El secreto está en agarrarse de las manos para mantener el equilibrio.

Tacos al cielo

Este es un clásico. Para realizarlo es necesario que primero desplacen el asiento delantero hacia el tablero y luego inclinen hacia delante el respaldo, para generar mayor lugar en la parte trasera del auto. Luego el hombre se ubica en medio del asiento trasero con las piernas abiertas, mientras ella, con la espalda apoyada en el respaldo del asiento delantero inclinado, se monta sobre él y coloca las piernas sobre sus hombros.

Flor de loto

El hombre se queda sentado con las piernas cruzadas en el asiento y la mujer se sienta sobre él a horcajadas. Él dirige el movimiento con sus manos, besando los senos, los labios o el cuello de su pareja. Es una de las posturas más fáciles, placenteras y románticas del Kamasutra.

La silla

En este caso, el hombre se sienta en el asiento de atrás desnudo. La mujer hace lo mismo encima de su chico, y es ella la que lleva el ritmo levantándose y sentándose todo el rato. Lo bueno de esta postura es que hay mucho contacto visual, y él tiene las manos libres para usarlas como quiera.

Rodillas al frente

Ambos se colocan de rodillas, uno frente al otro. El hombre coloca sus piernas entre las de ella y penetra a su pareja. Además de ser una postura placentera, el contacto visual y físico que permite lo es todo.

La nota X

Él se recuesta en el asiento con las piernas un poco abiertas. La mujer se sienta encima dándole la espalda. Entonces estira las piernas hacia atrás en dirección a los hombros de su chico. El tronco se va hacia adelante entre las piernas de él, donde se puede apoyar sin problema. Para más comodidad, se puede agarrar a los pies del chico. Entonces ella, que es quien lleva el ritmo en este caso, empieza a moverse. Otro truco, si puedes, es abrir una de las puertas para una mayor comodidad.

Para el asiento principal

Copiloto extasiado

Una postura excitante para aprovechar el asiento delantero y que consiste simplemente en reclinar el respaldo del acompañante, donde la mujer se acueste poniendo los pies sobre el tablero y el hombre, de frente y sobre ella, podrá realizar sexo oral o un coito con penetraciones profundas.

La pierna arriba

La mujer permanece tumbada boca arriba y pone una pierna en el hombro de su pareja. El hombre se queda de rodillas en el asiento frente a ella, sujetando con una mano una pierna y con la otra mano, la parte superior del muslo. Con sus manos libres, ella podrá estimularse los pechos o acariciar el pene de su pareja.

Amazona

La mejor postura para tener sexo en el coche por excelencia es que ella se siente sobre él mirándolo de frente, especialmente si no tienen mucho tiempo. Es una postura fácil y que logra el máximo placer

Actitud flexible

La mujer se acuesta boca arriba sobre el asiento, encogiendo las rodillas hacia sí misma y estirando los pies. Él se coloca de rodillas y la penetra, apoyando una mano en el muslo de ella y la otra en el asiento para no perder el equilibrio. Por su parte, en esta postura la chica puede acariciarlos testículos, las ingles o el perineo del hombre, zonas erógenas del chico. Esta es una postura muy excitante para los hombres porque además les permite una visión increíble del cuerpo de ella.

El barco

Esta es una postura bastante diferente a lo habitual. Aquí el hombre permanece tumbado boca arriba con el respaldo del asiento completamente hacia atrás. La mujer debe colocarse de lado y con los muslos separados, para que él pueda penetrarla. Ella será la que vaya marcando el ritmo de la penetración haciendo movimientos hacia arriba y hacia abajo.

El arco del triunfo

El hombre se acuesta en el asiento delantero con las piernas dobladas. La mujer se sienta de espaldas sobre él. Eso sí, ¡cuidado con la cabeza! Después de encontrar una postura cómoda,ella arquea la espalda con sus manos hacia atrás, y empieza a llevar el ritmo de la penetración.

Más alternativas

La masturbación mutua es una de las formas más sensuales para tener relaciones en el auto, sin necesidad de desvestirse por completo.

Una alternativa es el sexo oral y mucho mejor si se combinan ambas: mientras uno realiza sexo oral, la otra persona masturba a su pareja.

Todas las opciones mencionadas se refieren al contacto sexual en el espacio interior del vehículo, sin embargo dos de las más excitantes requieren descender del auto, aunque conlleva ciertos riesgos de ser descubiertos.

La primera requiere abrir la puerta trasera del auto para que ella recueste el torso sobre el asiento, así él parado detrás, puede penetrarla.

La segunda es un clásico y se lleva las palmas de toda fantasía: el sexo en el capot. Por su versatilidad y la cantidad de posiciones posibles, podría ser un apartado especial. Sin embargo, dejo las posibilidades abiertas a la imaginación y creatividad del lector.