Una ilustradora colombiana engañó a su país al afirmar que trabajó una película ganadora de los Globo de Oro

Geraldine Fernández, una joven ilustradora colombiana, engañó a todo su país al afirmar que había sido parte de la producción de la última película de Studio Ghibli.

Para la cuarentena: estas son las películas y series que llegan a Netflix en abril

En varias entrevistas la artista de 30 años dijo que había hecho 25.000 fotogramas de El Niño y la Garza, la película que ganó un Globo de Oro a la Mejor Película Animada.

Esto generó un enorme interes por parte de los medios locales, que celebraron el logro de Fernández. La mujer aprovechó el impulso mediatico y brindó varias conferencias para hablar de su trabajo.

“Jamás en la vida, a mis 30 años, pensé que iba a terminar trabajando para Studio Ghibli realizando la producción y no solo estando en la película más reciente, sino en la película del retiro de Hayao Miyazaki, es algo difícil de creer”, afirmó.

Sin embargo, ilustradores con experiencia comenzaron a poner en duda el relato de Fernández. Sobre todo por el hecho de que su nombre no aparecía en los créditos de la película ni su nombre figuraba en sitios especializados de IMDB o Anime Staff Database.

“Esta señora ha dicho que trabajó en El Niño y la Garza. Dice que personalmente dibujó 25.000 fotogramas de la película ella sola en Colombia y que Miyazaki sabía su nombre. Se autodenomina Ilustradora todo el tiempo. Nunca muestra un solo dibujo”, expresó la artista mexicana Julieta Colás.

Geraldine Fernández dijo que había exagerado

Una vez descubierta, Geraldine Fernández dio una entrevista para Blu Radio y reconoció que había “exagerado” en su relato.

“Hice parte de un par de escenas, las cuales eran la composición de 25 mil fotogramas, pero no hice los 25 mil fotogramas. Quiero aclarar que sí hubo algunas cosas en las cuales se exageró”, dijo. Tampoco hay pruebas de las supuestas escenas de Geraldine.

Por qué Pinocho de Guillermo del Toro ganará el Oscar y los Globos de Oro

La joven dijo que el tema había surgido durante una conversación con amigas y una de ellas había hablado con un grupo de periodista. Cuando se pusieron en contacto con ella, sintió vergüenza de decir la verdad y “siguió” la mentira.