Nuevas pistas indican que los cuatro hermanitos siguen luchando por sobrevivir solos en la Amazonía colombiana

Llevan un mes de desaparecidos, luego de que el avión en el que viajaban se estrellara. Murieron los tres adultos que los acompañaban. Cientos de personas los buscan sin descanso.

GUA200. GUAVIARE (COLOMBIA), 30/05/2023.- Fotografía cedida por las Fuerzas Militares de Colombia y modificada en la que se ven dos huellas, una perteneciente a la niña desaparecida y otra de un militar, en la selva del Guaviare (Colombia). Una huella, supuestamente de uno de los cuatro niños desaparecidos tras el accidente de un avión en la Amazonía colombiana, el pasado 1 de mayo, fue vista por los militares e indígenas que participan en su búsqueda, informaron este martes fuentes castrenses. EFE/ Fuerzas Militares SOLO USO EDITORIAL/NO VENTAS/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA/CRÉDITO OBLIGATORIO/MÁXIMA CALIDAD DISPONIBLE
GUA200. GUAVIARE (COLOMBIA), 30/05/2023.- Fotografía cedida por las Fuerzas Militares de Colombia y modificada en la que se ven dos huellas, una perteneciente a la niña desaparecida y otra de un militar, en la selva del Guaviare (Colombia). Una huella, supuestamente de uno de los cuatro niños desaparecidos tras el accidente de un avión en la Amazonía colombiana, el pasado 1 de mayo, fue vista por los militares e indígenas que participan en su búsqueda, informaron este martes fuentes castrenses. EFE/ Fuerzas Militares SOLO USO EDITORIAL/NO VENTAS/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA/CRÉDITO OBLIGATORIO/MÁXIMA CALIDAD DISPONIBLE

El descubrimiento reciente de huellas de un pie pequeño ha renovado las esperanzas de encontrar con vida a los cuatro niños que sobrevivieron al accidente de una avioneta hace un mes en Colombia.

El 30 de mayo, se encontraron huellas a 3,2 kilómetros al noroeste del lugar donde la aeronave, que llevaba a bordo a tres adultos y a los niños indígenas de 13, 9 y 4 años, junto con un bebé de 11 meses, se estrelló. Estas nuevas pistas indican que los menores han cambiado de dirección, que están solos y que siguen luchando por sobrevivir.

En la operación de búsqueda, que se lleva a cabo en un extenso terreno de la selva virgen de la Amazonía colombiana, participan 119 hombres de las fuerzas especiales y más de 70 indígenas.

El general Pedro Sánchez, comandante del Comando Conjunto de Operaciones Especiales (CCOES), afirmó a The Associated Press: “Tenemos un 100% de expectativa de encontrarlos con vida”. Explicó que si los niños estuvieran muertos, sería más fácil encontrarlos, ya que estarían inmóviles y los olores y los animales guiarían su ubicación. Sin embargo, no se ha establecido una fecha límite para suspender la búsqueda, ya que la selva, además de representar peligros, también puede proporcionar alimento y agua a los menores.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, declaró que encontrar a los niños es una prioridad.

Sánchez explicó: “Hemos encontrado elementos muy difíciles de hallar en la selva, como la tapa de un biberón. Si hemos encontrado eso, ¿por qué no encontramos el resto? Porque los niños se están moviendo. No es como buscar una aguja en un pajar, es como encontrar una diminuta pulga en un inmenso tapete que se mueve en direcciones impredecibles”.

Una frutos propios de la zona, entre los que encuentran borojós y mangos silvestres, supuestamente mordidos por los niños que viajaban en la aeronave. EFEhuella da esperanzas de encontrar a niños perdidos tras accidente de avión en Colombia. EFE
Una frutos propios de la zona, entre los que encuentran borojós y mangos silvestres, supuestamente mordidos por los niños que viajaban en la aeronave. EFEhuella da esperanzas de encontrar a niños perdidos tras accidente de avión en Colombia. EFE

Hace tres días, se implementó un sistema de relevos cada 30 días para los hombres de las Fuerzas Armadas que cuentan con el equipo adecuado para desplazarse por la selva y protegerse de las múltiples amenazas del terreno.

El general Sánchez explicó los peligros a los que se enfrentan los comandos, además de los propios de la selva: “Deben protegerse no solo de la lluvia, que los mantiene mojados durante 16 horas al día, sino también de animales y enfermedades presentes en la selva. Se encuentran con animales salvajes como jaguares o tigrillos, serpientes venenosas y plantas venenosas, así como el mosquito de la Leishmaniasis, que puede causar fiebre y, si no se trata a tiempo, la muerte”.

Además de los desafíos de la selva, los comandos corren el riesgo de perderse. El general afirmó: “Deben caminar juntos y utilizar sistemas de georreferenciación para tener una ruta segura. Si se alejan más de 20 metros, pueden perderse”.

Los comandos tienen la certeza de que la última huella encontrada pertenece a la niña de 13 años. Esto se debe a que compararon el tamaño de la pisada con la bota de uno de los soldados que participa en la operación. Aunque pensaron que los niños estarían cerca, no han logrado encontrarlos. El general Sánchez explicó: “A una distancia de 20 metros, no se ve nada. Si hay algo más allá de esa distancia, no lo verán, aunque pasen por ahí 100 veces”.

En la selva, se han delimitado zonas con cintas que abarcan 11 kilómetros. Estas cintas, similares a las que utilizan los equipos de criminalística, se han colocado para que los niños permanezcan en esos lugares en caso de ser encontrados. También se han dejado silbatos en esos puntos para facilitar su localización mediante el ruido.

Algunos soldados han caminado distancias equivalentes al trayecto entre Lisboa y París, alrededor de 1.500 kilómetros, en su esfuerzo por encontrar a los niños con vida. Por el momento, se descarta la posibilidad de que estén en manos de indígenas o algún grupo armado ilegal, ya que es un terreno que posiblemente nadie haya recorrido antes.

Las lluvias de los últimos días han representado un desafío, no solo porque borran las huellas, sino porque amortiguan el sonido de los altavoces que, a todo volumen, reproducen constantemente una grabación con la voz de la abuela de los niños llamándolos para que intenten permanecer en un solo lugar.

Entre las pistas encontradas por los comandos desde el inicio de la búsqueda se encuentran un biberón, toallas, pañales usados, tijeras y huellas en lugares relativamente cercanos al lugar del accidente. No se ha podido determinar si los niños dejaron intencionalmente esas pertenencias como pistas para aquellos que los buscan.

El accidente ocurrió el 1 de mayo por la mañana, después de que el piloto declarara una emergencia debido a problemas en uno de los motores. Dos semanas después, se encontraron los restos de la aeronave accidentada junto con los cuerpos de los tres adultos que viajaban en ella.

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