Las pulperas en el sur mendocino ganan mercados pese a los avatares del clima y la economía

Tipo de cambio bajo, inclemencias climáticas, economía, altos costos e inflación, imposibilidad de importar insumos. Un combo tan repetitivo como cansador, pero que es parte de la realidad cotidiana que impacta en todas las actividades, y la agroindustrial es una más de las perjudicadas.

Agroindustria: plantean nuevos productos en base a pulpa de fruta

Fénix es la principal pulpera de Argentina con 28 años de trayectoria, está instalada en General Alvear y cuenta con 200 trabajadores. A 90 kilómetros está La Pulpera municipal de San Rafael que comenzó a operar 6 años atrás y da empleo directo a 45 personas.

Ambas concentradoras de frutas atraviesan un panorama similar en el que los avatares diarios ponen en jaque el cumplimiento de los objetivos. Aun así, dentro de esas similitudes, las empresas no resignan la voluntad de crecer y frente a ese cúmulo de inconvenientes se las ingenian para salir adelante y con nuevos productos buscan ganar mercados en el país y el exterior.

Nadie escapa al clima

La temporada actual que comenzó a fines del 2022 estuvo fuertemente influida por la merma en la producción frutícola a causa de las inclemencias del tiempo. Las heladas primero y el granizo después, en distintas zonas que fueron afectadas, impactaron de lleno en la cantidad de materia prima disponible para procesar en ambas pulperas y cada una se las ingenió para salir del paso y lograr sostener los compromisos comerciales asumidos con anterioridad.

“Es una temporada bastante difícil, ya fue muy afectada la materia prima con las heladas del año pasado (septiembre, octubre y noviembre). Eso nos afectó mucho sobre todo en la fruta de carozo y pepita, ya que la cosecha fue bastante diezmada”, comentó Juan Carlos Capadona, gerente de La Pulpera sanrafaelina.

“Estamos hablando de pérdidas de más del 50% por lo que nuestros productores quedaron bastante mal posicionados y obviamente disminuyó la oferta de producto de materia prima. La verdad es que esta temporada ha sido bastante complicada y en volumen hemos procesado el 50% de la temporada 2020, que fue la última buena porque el año pasado fue exactamente igual a esta, una temporada muy mala. Ya venimos con dos años de pura helada y puro granizo”, remarcó el gerente del establecimiento ubicado en el parque industrial en el distrito de Cuadro Nacional.

En Fénix no escaparon a esta situación. Mariano Perón, directivo de la pulpera alvearense, sentenció: “Ha sido una temporada difícil en general, la helada hizo que hubiera poca cantidad de frutas en general en la provincia y, sumado a la poca cantidad de fruta, el contexto macroeconómico que vive el país no colabora. En general la fábrica ha podido trabajar, pero en menor cantidad de lo que hubiésemos querido hacerlo”.

En el caso de la planta emplazada en el parque industrial de General Alvear, a la vera de la ruta nacional 188, Perón añadió que hasta el momento se ha producido un 50% menos de lo que se podría producir en una temporada normal en cuanto a las “frutas que más producimos en la provincia, el durazno y damasco, porque el resto de la fruta como pera o manzana viene muy decaída la producción desde hace ya varios años”.

Mantener las máquinas andando

En ambos casos, el tiempo estimado que mantienen las plantas produciendo comienza en diciembre y se entiende hasta junio, aproximadamente, dependiendo del volumen de materia prima a procesar. El resto del año se realizan las tareas habituales de mantenimiento en las plantas y se trabaja en el despacho de la mercadería, ya sea al exterior o el mercado interno.

En esta temporada, para salir del paso y sostener, al menos en el tiempo, los niveles de operación en los establecimientos (ya que no se puede “parar un día y retomar al otro”), tanto la pulpera sanrafaelina como la alvearense recurren a distintas estrategias.

En el caso de la planta en San Rafael, después de procesar durazno, damasco y peras y antes de iniciar la elaboración de pasta de membrillo, sumaron a conserveras privadas a las que les prestan el servicio de elaboración de triturado y pasta de tomate. La producción de tomate demandará al menos dos meses y será envasada en tambores para comercio mayorista y en sachets de 2 kg para el mercado minorista. La materia prima para el procesamiento de tomate proviene de firmas como Alisan, La Colina y La Española con las que La Pulpera suscribió convenios.

“Comenzamos con estos trabajos de hacer elaboraciones para terceros con una fábrica del medio, ayudándola a la elaboración de pasta de tomate y la verdad es que nos fue muy bien. Hoy tenemos prácticamente casi todas las fábricas del medio trabajando con nosotros y también con cooperativas de trabajo”, dijo Capadona.

El encargado de la planta sanrafaelina explicó que “la empresa coloca los insumos de producción, es decir ellos ponen la materia prima, también los tambores en algunos casos y sus insumos y en el caso de la fábrica se realiza el trabajo de la elaboración y se cobra ese servicio de elaboración en el que están incluidos los gastos como la energía, el combustible, la mano de obra, entre otros”.

Actualmente, detalló el gerente, desde San Rafael están exportando pulpa a San Pablo en Brasil y están haciendo algunos trabajos para exportar al Líbano. En el caso del mercado interno, realizan despachos principalmente a empresas en Buenos Aires.

Para paliar la baja en la producción mendocina y elaborar teniendo como objetivo el cumplir con los compromisos comerciales, en Fénix debieron apelar a la materia prima que se produce, principalmente en el alto Valle del Río Negro, y algo de Neuquén. “Esta temporada ha sido difícil, trajimos fruta de afuera para procesar, porque venimos de dos años de mala producción. Hemos procesado damasco, durazno, ciruela, pera y manzana”, dijo el director de Fénix.

En contrapartida hay demanda insatisfecha en el mundo y eso ha permitido también que se incrementen un poco los precios. “Estamos exportando a más de 30 países en los cinco continentes. Mayormente despachamos a América del Norte, América Central y América del Sur pero bueno, también tenemos una buena cantidad 8de compradores) en Europa, el norte de África, Asia y Oceanía”, detalló Perón.

Con la temporada de elaboración todavía en marcha, las estimaciones de producción hacia el final del ciclo rondarán en unos 7 millones de kilos en San Rafael y unas 24.000 toneladas en General Alvear.

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Las industrias están atadas a los altos costos de producción derivados del aumento de los insumos o el incremento en bienes de primera necesidad como la energía.

“Todos nosotros estamos atados a las variables del mercado, entonces si sube la chapa, sube el precio del tapón del tambor vacío, si no hay petróleo sube el poliéster con el que se fabrican las bolsas que utilizamos. Entonces, la verdad que como cualquier industria estamos atados a todos estos avatares. Obviamente somos grandes consumidores de energía, grandes consumidores de gas y bueno, nuestras boletas no son muy livianas”, sostuvo Juan Carlos Capadona.

Pese a los distintos inconvenientes que enfrenta la industria para salir adelante, el gerente afirmó que siguen manteniendo la rentabilidad “que no es muy alta ya que priorizamos al productor, por eso hemos pagado hasta un 30% más la materia prima que el precio del mercado. La rentabilidad que queda es para mantener la fábrica, comprar maquinaria y pagar los gastos”.

Además, como es una empresa en el que la totalidad de las acciones son de la Municipalidad de San Rafael, devuelven el crédito que a principio de temporada otorga la comuna y hasta con los intereses acordados según la tasa del Banco Nación. Este año, la municipalidad sureña asignó 245 millones de pesos para iniciar la temporada.

La pulpera en General Alvear, al ser una firma netamente de capitales privados, debe hacer frente a las complicaciones que presenta la economía de Argentina con las reglas que impone el mercado. Así como la temporada se presentó “difícil”, Mario Perón mencionó que la demanda insatisfecha a nivel mundial colaboró para “se incrementen un poco los precios y por eso también se ha podido pagar mejor la fruta este año”.

Sin embargo, el mundo también se achica a causa de los inconvenientes macroeconómicos. “La realidad es que cada vez es más difícil exportar y cada vez perdemos más mercados. Ya hay ciertas frutas en que no podemos competir más con competidores como Chile porque ellos venden a un precio que nosotros no cubrimos ni siquiera los costos. Uno de esos casos es el de la manzana”, aseguró Perón.

El directivo de Fénix explicó que los problemas se deben a que en gran parte sus costos están ligados al dólar blue y después cobran al dólar oficial, incluso “más bajo que el dólar oficial porque el Gobierno liquida con el dólar que se denomina divisa, que siempre es unos pesitos más bajo que el dólar que vemos el banco”. Dentro de la explicación que ofreció Perón, dijo que otros problemas para exportar son el costo de la logística, ya que llevar la mercadería hasta los puertos representa entre 120 o 130 dólares por tonelada mientras que, en Chile, para llegar al puerto con la misma tonelada, el costo que tienen es de 30 o 40 dólares.

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“Después tenemos otra realidad también que nos complica mucho con la exportación que son la falta de acuerdos comerciales, Argentina tiene muy poquitos acuerdos comerciales, sacando el Mercosur después hay algunos poquitos países, en cambio Chile tiene acuerdos comerciales en casi todo el mundo por lo cual de sus productos entran sin aranceles y nosotros en casi todos los países del mundo tenemos que pagar arancel y en muchos casos esos aranceles nos dejan afuera del mercado”, detalló Perón.

Si de problemas se trata “hoy en día también tenés insumos que son importados y cada día se nos hace más difícil importarlos porque cada día se restringen más el tema de las importaciones. Entonces se encarecen las importaciones y al final te encarece el costo de tu producto”, añadió.