Volvieron las obras a la mansión Stoppel luego de 4 meses

Se pensaba inaugurar su restauración en la Vendimia 2015, pero los trabajos se retrasaron y estarían listos en un año.

Volvieron las obras a la mansión Stoppel luego de 4 meses
Volvieron las obras a la mansión Stoppel luego de 4 meses

La remodelación de la mansión Stoppel y la construcción de un nuevo edificio dentro del mismo predio sufrieron un retraso y toda la obra será inaugurada recién dentro de un año.

Así se informó durante la visita que Los Andes realizó junto a funcionarios del Ministerio de Infraestructura de la provincia, encabezados por su titular, Rolando Baldasso, a la casona de avenida Emilio Civit 348, que es patrimonio de Mendoza.

Según se explicó, el retraso en los trabajos se debe a exigencias que efectuó la Municipalidad de Capital sobre algunas cuestiones técnicas de la obra, especialmente con respecto al estacionamiento, ya que el inmueble no tendrá cocheras.

El lugar albergará, a modo de museo, una importante cantidad de pinturas del consagrado artista mendocino Carlos Alonso, residente en Córdoba desde hace algunos años.

También en su parte posterior, lindera con las instalaciones de la escuela primaria Domingo Faustino Sarmiento, se construirá un edificio de tres plantas donde funcionará la Fundación Carlos Alonso.

El ministro Baldasso dijo que las obras, que se iniciaron en marzo, se detuvieron por la discusión referida al estacionamiento, entre otras cosas. “Nos pedían desde la Municipalidad de Capital que se colocaran estacionamientos (cocheras), pero Patrimonio planteó que el edificio no debía ser tocado para no afectar la estructura anterior”.

Superada esa discusión, en setiembre se reiniciaron las obras civiles de la nueva construcción en la parte trasera, que tendrá 613 m2.
Lo que sí avanzó es la restauración de la mansión, que fue propiedad de Luis Stoppel, antiguo cónsul de Perú en Mendoza, y que levantó el constructor italiano Víctor Barabino en 1912.

La centenaria casona, de dos plantas, se encuentra hoy despojada de todo su encanto, llena de andamios, con paredes descascaradas, hierros al descubierto y su escalera protegida con madera para que no afectar las baldosas originales.

Es el escenario de trabajo del equipo contratado para recuperar la antigua belleza del inmueble, que encabeza el prestigioso restaurador Miguel Ángel Marchionni (71), y el que integran su hijo Franco (arquitecto) y la experta en pinturas y frescos Beatriz Sonego, entre otros.

Los operarios han ‘limpiado’ toda la construcción, retirando elementos anexos que no eran parte de la casa y que se fueron adosando a lo largo del tiempo.

El equipo de Marchionni está restaurando molduras de yeso, ventanas, puertas, herrería, vitreaux y otros elementos ornamentales. Esta tarea está en 30% de su ejecución.

Asimismo y dentro de la casona, construida en bloques de cemento, falta establecer cuánto hierro hay para disponer la colocación de de columnas sismorresistentes para adaptar la casa a los nuevos códigos constructivos. Además, se retirarán las losas de los techos para colocar las nuevas, que tendrán la capacidad de soportar no sólo un museo sino además las restantes solicitudes de la obra.

En el fondo del terreno, de 1.265 m2, comenzaron las excavaciones del nuevo edificio que se incorporará. Será, según los técnicos, de características modernas y compatible con la mansión. Habrá dos salas de exposición en dos pisos y el tercer nivel estará reservado a la parte administrativa.

La inversión se hace con fondos de la provincia y son $ 22.800.000. Baldasso dijo que están garantizados los montos para este año y la continuidad para el próximo.

Todo el trabajo -restauración y sede nueva- están a cargo de la UTE que conforman las empresas Sanco y Capsa.
Conservar lo más posible

Marchioni, también restaurador de los portones del Parque San Martín y de la Fuente de los Continentes, entre otras realizaciones, comentó que su labor consiste en la recuperación y puesta en valor de vitrales, herrería y ornamentaciones (cornisas, grifos, mascarones, ménsulas, triglifos, etc).

En algunas piezas, los recuperadores hicieron restauración in situ. En otros casos se están haciendo moldes para ponerlos luego en su lugar original. Lo que no sabe el especialista es cuánto de lo original se podrá recuperar. “Se  conservará la mayor parte. Observamos que los detalles constructivos se hicieron con mano de obra de calidad y materiales excepcionales; pensamos que los blocks de las paredes podrían ser importados y las baldosas de la terraza son francesas”.

Marchionni mostró una de ellas, en la que se observa el nombre del posible diseñador, Ferdinand Maurel, y el lugar de procedencia, Aubagne, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul. Comparó el trabajo actual con el realizado en el edificio de la Mercantil Andina, del arquitecto Daniel Ramos Correas. “Allí hicimos una restauración con el criterio y la intensidad que estamos aplicando aquí”, ponderó el artista.

El estacionamiento, un foco de conflicto

Aunque no está resuelto aún el guión museográfico y no se sabe cuántas personas podrán visitar las instalaciones al mismo tiempo, en la Municipalidad capitalina existía preocupación por el estacionamiento en la zona.

El ministro Baldasso sostuvo que se llegó a un acuerdo (con la comuna) para disponer en la parte de adelante, sobre Emilio Civit, de “algunos estacionamientos” con dársena como ocurre en los hoteles. Se presume que el resto de los visitantes parará sus autos sobre Civit y en las arterias transversales.

El funcionario opinó que muchos visitantes llegarán a través del Metrotranvía, que posee una parador a tres cuadras, que también se podrá disponer de cierta capacidad en el cercano Parque General San Martín, y que gran parte de los turistas arribará a pie. “Creemos que no habrá problemas. El estacionamiento en subsuelo no se puede hacer porque quedarían descalzadas las paredes de la antigua casona, con riesgos muy altos de desmoronamientos”.

Los vecinos, expectantes

No pocos vecinos de los alrededores están contentos por la recuperación de la casa Stoppel.

La estudiante universitaria Yanina Arriagada (30), que vive enfrente, afirmó que “es muy reconfortante que un edificio histórico no se pierda y poder seguir  contando y disfrutando de su hermosa arquitectura”.

Algo parecido siente María Adela Mossali. “Mi reacción es favorable. Esta parte de la avenida se realzará con la mansión y el museo Alonso”.

Tanto estas damas como otros residentes consultados coincidieron en que “es complicado estacionar en Emilio Civit”.

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