La calzada resbaladiza por la lluvia y la imprudencia al volante resultó el cóctel perfecto para que ayer por la mañana se produjera un siniestro vial en Ciudad.
Dos autos chocaron en el cruce de Costanera y calle Corrientes y uno de los vehículos terminó incrustado en uno de los semáforos de la esquina (al que arrancó de cuajo).
Los conductores fueron asistidos por lesiones leves y el tránsito estuvo interrumpido durante algunos minutos.