Violador: “Te conozco; si no gritás no te va a pasar nada”

La chica violada  en la tarde del lunes abandonó el hospital Notti, pero deberá continuar, como reza el protocolo para estos casos de violaciones, buscando prevenir los riesgos de embarazo no deseado y de contagio de enfermedades de transmisión sexual.

"Ahora la chica no puede dormir. Cierra los ojos y se le representa lo que le tocó vivir", fue el comentario que obtuvo Los Andes en el ámbito familiar.

Y así, en medio de una charla, se deslizaron algunos detalles sobre cómo ocurrió el acto, incomprensiblemente a media tarde y en pleno ingreso al barrio San Cayetano, sobre calle Las Cañas de Dorrego, y que ya motivó marchas y reclamos por parte de los vecinos.

La chica (el nombre se mantiene en reserva por dos razones, su edad: 14 años, y por ser un delito de instancia privada), no faltó a la escuela, sino que al no tener clase de gimnasia por la ausencia del profesor, decidió ir a la casa del novio, relación que lleva más de un año, avisando de este "cambio de planes" por celular cuando iba en camino.

Desde el Centro hasta el barrio "no hay más de 10 minutos", explicó la entrevistada, agregando como dato importante que la chica "sólo venía en micro los lunes, el resto de las veces llegaba en auto, traída por sus padres, o la iba a buscar el novio…"

Un dato

Con este antecedente, desde la Justicia se sospecha (según trascendidos dentro del secreto de sumario impuesto por el fiscal Tomás Guevara) que el violador no sólo la habría seguido ese día, sino que "es muy probable" que la haya estado observando durante unas semanas.

Este dato se afirma aún más si se tiene en cuenta que la adolescente fue sorprendida desde atrás cuando bajó del micro y ya había cruzado la calle Las Cañas, para tomar Aramburu.

"La agarró con un brazo del cuello y al pasar junto al canal, sin soltarla, la tiró", fue el relato que hizo la menor ante las autoridades.

En la caída se golpeó la cabeza, pero en ningún momento perdió la conciencia, sino que le pidió que no la matara, esto teniendo en cuenta que el sujeto empuñaba un arma (presumiblemente una 9 mm) y la apoyaba amenazante sobre el pecho de la chica.

"Yo sé todo de vos, pero si no gritás no te va a pasar nada", fue la respuesta del abusador, mientras cometía la violenta agresión sexual.

Entre yuyos y cañas

El lugar, pese a los dichos por empleados municipales, se ocultaba a la vista de la gente debido a las malezas y cañas existentes al costado del canal, aunque hoy aparece limpio, en una tarea que se hizo después de ocurrido el hecho, según los coincidentes testimonios de los vecinos.

Una vez consumado el ataque, la chica salió corriendo, y fue vista por una vecina, que le preguntó qué le había pasado, para luego llamar al 911, mientras que los gritos de la menor alertaron a otras personas, muchas de las cuales vieron salir corriendo a un sujeto (corpulento, con pantalón oscuro y un buzo azul) por Las Cañas hacia el sur.

La chica llegó hasta la casa de su novio y mientras era contenida por la familia, el joven salió para sumarse a la búsqueda del sujeto.
Hasta aquí todos los comentarios son coincidentes: "El tipo se tiene que haber ocultado por un tiempo en el descampado existente frente al lugar", donde supo haber una pista de bicicross, por lo que hay pozos y mucha tierra suelta.

Y si bien la Policía llegó rápidamente, no lo vieron hasta que el abusador, a la carrera, habría cruzado el Acceso Sur (un testigo asegura que casi fue atropellado por un vehículo) para tomar un ómnibus que lo alejara de la escena. La investigación apuesta a que, con los datos aportados por algunos testigos y la ayuda de las cámaras del transporte, pueda ser detenido.