Carlos Iannizzotto: “Necesitamos reactivar las exportaciones"

El dirigente rural asegura que es necesario bajar los costos para hacer competitiva la industria.

Carlos Iannizzotto: “Necesitamos reactivar las exportaciones"
Carlos Iannizzotto: “Necesitamos reactivar las exportaciones"

Carlos Iannizzotto, presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), fue uno de los tres representantes del sector vitivinícola que participó del debate que planteó el Ciclo de Encuentro de Los Andes. En su sexta edición los exponentes de la vitivinicultura local diagramaron el escenario actual de la industria.

En este marco, el productor vitivinícola, quien además es gerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) y directivo de Fecovita, dialogó con este diario y profundizó en temas relativos al sector, como desafíos y necesidades propias para un desarrollo sostenido.

-¿Cómo están las economías regionales en general?

-Realmente la evolución no ha sido muy marcada. Siguen existiendo inconvenientes vinculados a los altos costos y agravados por el tema financiero. Se les hace muy difícil tanto a la pequeña y mediana industria como a los productores tener algo de rentabilidad y proseguir con sus tareas habituales sin acceso al crédito.  
Nosotros vemos un deterioro; van quedando en el camino pequeñas y medianas empresas y pequeños productores, porque los que pueden aguantar esta situación son los que tienen grandes espaldas para hacerle frente a la problemática financiera.

-Respecto a los costos a los que se enfrenta el empresario y el productor, ¿cuáles son los de mayor peso?

-El costo logístico saca a las economías regionales la posibilidad de competir. Junto con el atraso cambiario, provoca que los índices en los mercados externos muestren un retroceso en la mayoría de las economías provinciales. Esto es grave porque las economías regionales no pueden existir solamente con el mercado interno. Además, el costo impositivo es agobiante, porque si bien la reforma (impositiva) ha planteado algunas bajas de porcentajes en el tiempo, los aumentos en el gasoil y demás son mensuales, por lo tanto, el impacto es actual y el costo impositivo que se pueda bajar va a ser en un futuro. Por lo tanto, la coyuntura tiene un alto precio.  Quizás tengamos menos hectáreas y menos productores o, en todo caso, igual cantidad de hectáreas, pero siempre menos productores; cuando lo que se busca es lo contrario, que haya más hectáreas y más productores porque esto significa desarrollo local y arraigo.  La coyuntura es muy difícil: un mercado interno recesivo y un mercado externo que con estos costos no podemos competir. También entran los altos costos de electricidad y combustible; entendemos la situación de gradualidad con la que el Gobierno intenta darle normalidad a los precios, pero ya van dos años y todo esto repercute en el bolsillo de productores y pequeñas y medianas industrias.

-¿La incorporación del tren a la cadena de distribución ayudaría a bajar costos logísticos?

-Sí, por su puesto. Hacia el futuro se ven muy buenas perspectivas; el tema a analizar es a qué costo. El tema de los “bitrenes” , de los transportes fluviales y los acuerdos internacionales nos parece muy interesante en la forma en que lo está tratando el Gobierno.  Sobre todo, en lo referido a nuestro sector, el agroindustrial, hace mucho que no teníamos el protagonismo que en este momento tenemos. Porque la mayoría de los acuerdos internacionales, como el Mercosur, están muy volcados al sector industrial. Esto lo vemos con muy buenas perspectivas. En este momento no podemos aprovechar las oportunidades que el mercado ofrece. Porque hoy si no exportamos es exclusivamente por culpa nuestra. El mercado demanda nuestros productos.

-Con este escenario que plantea, ¿cómo analiza el tema de financiamiento para los productores?

-Está malo, porque el año pasado por lo menos conseguíamos algunas asistencias crediticias con tasas accesibles. El Banco Nación ha hecho un gran esfuerzo en armar líneas muy interesantes en cuanto a plazos y años de gracias, pero seguimos teniendo dos inconvenientes: una es las garantías, por las que muchos productores quedan afuera del sistema financiero; y por otro lado, la problemática de que no hay subsidios de tasas para promocionar algunas actividades que puedan dar mucho empleo y también para poder ser competitivas y traer dólares genuinos al país.

-¿Y la vitivinicultura en particular también se enfrenta a esta situación?

-La vitivinicultura está exactamente en este marco. Aunque este año es muy propicio para poder ganar mercado porque Francia, Italia y España han tenido cosechas magras, por lo tanto tenemos una oportunidad de recuperar terreno. Pero lo que sucede es que no nos dan los precios y costos, necesitamos medidas como reintegro de exportaciones para poder llegar a mercados en los que tenemos muchas posibilidades de insertarnos.

-Para intentar ganar competitividad ante los altos costos es necesario buenos rendimientos de producción, ¿los productores locales tienen una tecnificación adecuada para lograr esto?

-El sector vitivinícola, al lado de otras economías regionales, tanto en la gestión, en la organización, en alianzas estratégicas comerciales, como en innovación y tecnología, hasta 2011 aprovechó las oportunidades y buscó tecnificarse. Pero ya llevamos varios años que, con una situación como la que planteaba, con un mercado interno recesivo y un mercado externo al que no podemos acceder por no tener buenos costos, indudablemente esto va incidiendo de a poco en no poder llegar con la innovación y tecnología que necesitamos. Sobre todo, en lo que respecta a la modernización de maquinaria agrícola y la incorporación de sistemas de riego.

-El malbec se transformó en la bandera de la vitivinicultura argentina, ¿hay que seguir apostando a esta variedad o hay que buscar diversificación?

-Ambas cosas. ¿Para qué vamos a cambiar algo que anda bien? Pero a su vez, viendo el escenario mundial, el consumidor, que es al cual tenemos que cuidar y llegar a él, nos está indicando que tenemos que buscar la diversificación de a poco. Y traccionando bien el malbec, detrás podemos ir colocando más variedades que pueden ser muy competitivas y del gusto de diferentes mercados. Esto tiene que ver con la incorporación de innovación y tecnología que nos permitan ir desarrollando otras variedades.

-El consumo de vino ha disminuido significativamente, como autocrítica ¿creen que han dejado un poco de lado al consumidor diario?

-Es el tema central. Por lo menos nosotros, desde el cooperativismo, es un tema que no hemos dejado de lado. Hemos intentado de todas formas, y seguimos trabajando, que llegue el mejor producto y al mejor precio. Pero sucede que hay variables que escapan a la vitivinicultura. Como los costos, que se han ido para arriba, y esto se refleja en el consumo. La mayoría de los productos de Argentina han caído en el mercado interno o siguen 'amesetados'. Además de que sin dudas hay un problema de poder adquisitivo.

-¿Se puede a corto plazo levantar esta caída del consumo? ¿Qué expectativas tienen?

-Es una tarea de todos los días. Es una tarea que, sobre todo, la cooperación vitivinícola viene haciendo a través de la gestión mancomunada con varias empresas. El tema creo que pasa fundamentalmente en ver cómo logramos bajar costos para llegar con un mejor precio al mercado interno e internacional. En esto estamos trabajando para ver si las políticas públicas pueden darnos algo de oxígeno en ese aspecto. E internamente, si bien es muy difícil poder acceder a tecnología de punta, lo mismo intentamos alcanzar este objetivo, de reducir costos.

-Se anunció que la próxima campaña contra la lobesia botrana va a necesitar el aporte privado, ¿qué les parece esta decisión?

-Nos afecta mucho. Esta es una plaga devoradora y se ha hecho un gran esfuerzo para mitigarla y dejar la campaña a medias va a ser muy complicado. ¿Por qué complicado? Porque el sector privado puede apoyar, pero también hay que darle condiciones para que pueda vender y pueda comercializar. Y recién con estas condiciones garantizadas el sector privado va a poder ir asumiendo responsabilidades.  Pero mientras el costo fiscal siga siendo tan grande, esto va a ser muy difícil.  Es pedirle al sector privado que haga más esfuerzos, cuando el problema de la plaga fue un problema del Senasa, que es el mismo estado, que lo dejó entrar por falta de controles. Me parece que no le corresponde al sector industrial y productivo hacerse cargo de esta situación.

-¿Algunos productores no van a poder costear este gasto?

-Es muy costoso y es el Estado el que tiene los recursos para poder establecer un firme combate a esta plaga. El sector privado no está en condiciones, porque está viendo cómo llegar a fin de mes o no cerrar la finca, y el sector industrial no tiene para pagar más empleados. Es un costo que no puede asumir el sector todavía, sí ayudar con la gestión. Pero la mayor parte tiene que llegar del Estado porque él fue quien la originó.

-Lleva un año y medio como presidente de Coninagro, ¿podría hacer algún balance de gestión?

-En estos momentos, lo bueno es que hay mesas de competitividad y ahora hay mucho diálogo con el ministro (de Agroindustria) y estas mesas son muy útiles. Estamos esperando medidas que profundicen un alivio fiscal en nuestros costos, que se puede producir, que baje la inflación y los costos financieros. Estamos trabajando sobre estos aspectos. En estos años se ha mejorado el diálogo y las propuestas. Particularmente desde Coninagro presentamos el año pasado el documento "El campo y la política", con muchas propuestas y este año vamos a seguir profundizándolas en cada sector para que haya más productores y más producción.

-¿Cuál sería el escenario óptimo de acá dos años para la vitivinicultura?

-La punta para que no se caigan los precios al productor y para que las pequeñas y medianas bodegas puedan seguir activadas es el sector externo. Para mantener los equilibrios en el sector necesitamos reactivar las exportaciones. Si bien representan 20% o 25% del total de la producción, pero esto tracciona para que no haya sobreproducción, lo que también va a repercutir en el mercado interno.

Perfil: Carlos Iannizzotto 

Es abogado, está casado y tiene 10 hijos y 22 nietos.

Hace un año y medio asumió la presidencia de Coninagro.

Desde hace más de 15 años es gerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) y también es directivo y asesor de Fecovita, desde hace 28 años.

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