Desde el domingo es intensamente buscado un vendedor ambulante de San Martín. Según se ha podido reconstruir, le robaron su camioneta cuando estaba en una feria departamental. El vehículo apareció por la noche sin las ruedas e incinerado pero nada se sabe de su paradero. Hay cinco detenidos que estarían complicados.
Adán Américo "Coco" Honorato (58) es vecino del barrio San Pedro y fue visto por última vez en la tarde del domingo pasado: a esa hora intentaba evitar que delincuentes le robaran su camioneta VW Saveiro cuando estaba en la feria que se desarrollaba en calle Lavalle (ubicada al norte del departamento del Este provincial), según dijo un testigo que presenció la escena del supuesto robo.
Un rato más tarde, el vehículo apareció incendiado en una zona rural cercana al basural municipal (y a unos dos kilómetros de donde había sido la feria): no tenía las cubiertas y le faltaba la batería.
Desde entonces, no se sabe nada de Honorato. Sólo se encontró una gorra con algunas manchas, posiblemente de sangre, que uno de sus hijos rescató de la cajuela de la camioneta abandonada.
“El domingo arrancó como cualquier otro. Después de almorzar, en la siesta dejó a la nieta en la casa de su hijo y se fue primero al cementerio y más tarde a la feria de calle Lavalle a comprar mercadería para revender porque eso es lo que él hace con su camioneta: sale a vender huevos y azúcar”, contó Gladys, su hermana, mientras encendía una vela en el comedor de su vivienda para rezar y pedir que Américo se encuentre bien y aparezca.
Ayer por la tarde, se supo que tras una serie de allanamientos realizados por personal de Investigaciones, con la autorización de la fiscalía departamental, cinco personas mayores de edad quedaron detenidas y son investigadas en relación con la desaparición. “No podemos decir que sean autores de nada, pero sí que existe sobre ellos algún grado de sospecha relacionados con el caso”, explicaron desde la jefatura de la Distrital.
Los detenidos están comprometidos porque un testigo habría visto a uno de ellos empujando la camioneta de Honorato hacia el descampado donde finalmente fue encontrada.
Horas de angustia
Gladys tiene su casa en el barrio San Pedro y desde hace dos años su hermano vive con ella; Honorato primero enviudó y más tarde tuvo un accidente que le dejó una discapacidad permanente en su brazo derecho y en una pierna.
La mujer habla de su hermano en presente pero no puede evitar los nervios y el llanto ante la falta de noticias: “Ya tendría que haber aparecido. Nos dijeron de un hombre en Palmira, que andaba perdido, pero no es él. Mi hermano vende huevos y azúcar y por eso siempre anda con plata en la camioneta pero tampoco es mucha”.
Cómo todos los domingos, Honorato fue al cementerio de Buen Orden a llevar flores a sus padres y a su esposa; después se arrimó por la feria de calle Lavalle que a esa hora es un mundo de gente.
“Lo vieron allí, eso fue como a la seis de la tarde; después de eso, un muchacho contó que vio cuando la camioneta se iba del lugar haciendo zigzag por la calle; dice que iban dos o tres arriba y uno atrás, medio colgado de la cajuela. Parece que ese era mi hermano, pero yo no estoy segura”, agregó.
Un rato más tarde, cerca de las diez de la noche, la policía llamó a la casa de Gladys: habían encontrado la camioneta incendiada en un descampado del carril Norte, entre las calles Oratorio y Migues, una zona rural cercana al barrio “Los Chorizos”, muy cercano al basural municipal.
“Hasta ese momento no sabíamos que él podía estar en peligro; la policía rastreó al dueño de la camioneta por la patente y así dieron con la casa. Desde entonces no hemos parado de buscarlo, pero no aparece”, insistió Gladys.
En cuanto a la gorra hallada, el hijo de Honorato dijo que “tenía manchas de sangre. No entiendo por qué mi papá no aparece. Si estos tipos le hicieron algo dónde lo dejaron”, se preguntaba el muchacho angustiado, mientras rastreaba con algunos parientes la zona donde encontraron la camioneta. La policía también lo busca, pero al cierre de esta edición no había novedades sobre su paradero.