Unos 500 mendocinos asistieron a la primera falsa boda

Ricos tragos, buena música e "invitados" con muchas pero muchas ganas de divertirse fue lo que caracterizó a la primera falsa boda en Mendoza. 
Cerca de 500 personas se sumaron a esta propuesta que debutó el sábado a la noche en nuestra provincia pero que ya se está convirtiendo en tendencia en otras ciudades del país.

La consigna era clara: pasarla bien y disfrutar como si estuvieran realmente en el "casorio" de algún amigo o familiar.

Así, varios grupos de amigos bailaron hasta pasadas las 5 festejando junto a los falsos novios, interpretados por una pareja de actores locales. Antes se realizaron los rituales típicos de este tipo de eventos: ceremonia de matrimonio (con una vuelta de rosca por parte de los actores que interpretaron a la falsa pareja), las chicas peleando por recibir el ramo de la novia, carnaval carioca, trencito, una banda en vivo y la clásica torta.

"Vinimos a ver de qué se trata. Siempre cuando hay algo diferente nos sumamos. Mendoza es medio aburrida. Los sábados no hay mucho para hacer o lo que hay ya aburre. La estamos pasando muy bien", contó Martín a Los  Andes. El joven llegó junto a otros 4 amigos. Todos de saco y corbata, como había pedido la organización.

La falsa boda también fue una novedad para los proveedores. La música, la barra, la ambientación del salón y hasta el vestido de la novia estuvieron en manos de profesionales mendocinos que estuvieron en cada uno de los detalles para que el evento saliera tal cual había sido planeado.

"Nos pareció una propuesta interesante y por eso nos sumamos. Trabajamos con la misma exigencia que en cualquier otro evento", resumió Rodrigo Tejada, de DrinkUp. De las manos de su equipo salieron los miles de tragos como mojitos, caipirinhas, caipiroska, caipifruta entre otras bebidas que no se cortaron hasta cerca de las 6.

A esa hora los últimos asistentes dejaron el ambientado salón del hotel Sheraton, lugar elegido para la primera falsa boda en Mendoza que, seguramente, no será la última.

La “falsa boda” es un novedoso concepto de fiestas que desembarcó este fin de semana en Mendoza  y que parece ser el escenario de diversión nocturna ideal para mucha gente -jóvenes y no tanto- que se siente afuera del ambiente de los boliches pero que sí disfrutan de bailar en los casamientos.

Esta tendencia parece ir extendiéndose entre personas que han abandonado las pistas de las discotecas pero no el arte de mover los pies al son de una canción. En realidad, algunos de estos participantes, afirman que la música de los casamientos es más variada que la de las discotecas, que se basan en la música de moda del momento.

Ideada por cinco amigos platenses, Mendoza recibió por primera vez el sábado un evento de tales características. En total llevan 14 eventos en el país y una reciente falsa boda en Rusia. Además, tienen otras 25 programadas que recorrerán Argentina, Chile, Brasil, Uruguay, España y Estados Unidos.

Básicamente se trata de una fiesta privada que tuvo lugar en el Hotel Sheraton y que contó con toda una ambientación y puesta en escena basada en los casamientos. Participaron dos actores (que hicieron de novios) y los invitados tuvieron que comprar vía internet su tarjeta ($500) para poder asistir.