Uñas de los pies: ¿cómo cuidarlas saludablemente?

Circunscribir cualquier área del cuerpo sólo a la belleza y a lo estético resulta quedarse literalmente con la cáscara. Si no hay salud es imposible que exista la belleza, y eso definitivamente es algo que vivimos a diario cuando deseamos proyectar lo mejor de nosotros.

Sin embargo muchas veces se tienden a subestimar determinadas áreas del cuerpo, y su expresión o sintomatología. Las uñas de los pies son un claro ejemplo de esto, ya que por lo general la preocupación redunda en la parte estética.

Por tal causa es bueno saber que las infecciones y hongos pueden aparecer por diferentes causas y generar un cuadro de salud delicado.

Con los pies sobre la tierra
A la hora de hablar sobre las uñas vale recordar que las mismas son estructuras convexas de la piel, localizadas en las regiones distales de los miembros.

Están formadas principalmente por células muertas endurecidas que contienen queratina, una proteína fibrosa que el cuerpo produce de manera natural ¿Qué utilidad tienen las uñas? Preservar la piel sensible que tienen debajo, ayudando al equilibrio (al caminar en el caso de los pies), y sirviendo también para tomar y raspar objetos.

Sin embargo diversas causas pueden generar la aparición de patologías impensadas.

Según especifica el médico dermatólogo Hipólito Piastrellini, director de Aquarium Derm, “la patología más común no sólo en la Argentina, sino en países europeos como Alemania, pero también Estados Unidos y Japón es la ‘onicomicosis’ en donde la uña se enferma por diversos tipos de hongos, con diferentes etiologías, siendo esta afección la responsable de más de la mitad de los casos de alteración ungueal (onicodistrofia).

Se trata de la infección de las uñas por hongos. En la mayoría de los casos están producidas por hongos denominados dermatofitos; en el resto por levaduras (cándida) y por hongos filamentosos no dermatofitos (mohos)”.

- ¿Cómo se da esta enfermedad en el paciente?

- El paciente que tiene una onicomicosis tiene una patología genética y congénita en donde el juego fundamental (como en toda infección) está en el huésped que sufre la agresión y ataque de un agente infeccioso, en este caso los hongos. En este ejemplo el huésped está inmunodeficiente y no cuenta con las defensas adecuadas para poder combatir el hongo.

El mismo se trata con diferentes medicamentos (de acuerdo a la situación del paciente) que pueden ir desde los tratamientos orales (que suelen ser los que se usan), hasta cremas especiales. Suelen ser tratamientos sistémicos largos, en los que la enfermedad suele volver a aparecer luego de meses de remisión.

Los síntomas de la onicomicosis (según especifica el sitio dermatología.cat) se manifiestan en la alteración del aspecto normal de una o más uñas de manos o pies. Es frecuente que las onicomicosis vayan asociadas a una infección crónica del pie por dermatofitos (o pie de atleta).

Clínicamente puede existir una separación de la uña del lecho ungueal (tejido conectivo adherente que se encuentra debajo de la uña y conecta con el dedo), un engrosamiento de la uña con descamación subungueal, o una discromía, es decir un cambio de color de la uña desde amarillento o verdoso hasta marrón o negro”.

La uña encarnada es el segundo diagnóstico más frecuente que puede verse como problema, y comprometer la salud de la uña.

“En general la uña encarnada se trata de un microtrauma que puede estar acompañado a diferentes enfermedades que acompañan a la pisada del paciente. Una pisada que no es normal, por ejemplo, es la de una persona con juanete, algo que puede terminar en una uña encarnada al generarse una presión en los dedos.

También hay otras teorías acerca de la lámina ungueal y el tejido blanco que la rodea. A veces la uña crece en forma de gancho y se va encarnando, y otras la lámina de la uña es normal, pero es envuelta en el tejido blando que la rodea, algo que también pueden generar que se encarne.

- ¿Adónde debería ir una persona para tener sus uñas sanas y bellas?

- Los centros de estética están bien para mantener el estado de las uñas. Pero ante cualquier aparición de los síntomas, el primer especialista al que tiene que acudir la persona es el dermatólogo. Una uña, si tiene síntomas visibles a la hora de ir a un spa o centro de belleza, no debe tocarse ni removerse en nada, sino ser tratada por el profesional dermatológico.

- ¿La falta de higiene puede generar otras infecciones en la uña?

- Sí, si no hay higiene en el lugar al que asistimos a hacernos un trabajo de uñas, o si no guardamos la propia higiene, pueden generarse problemas en la uña. También lo más común es que el problema aparezca en los balnearios, en donde pueden generarse hongos, pero a su vez en la propia ducha si el secado de pies y uñas es inexistente. El secador de cabello es muy efectivo en este sentido.