Una sonda de la NASA logró ingresar a los anillos de Saturno

Cassini, en órbita alrededor del planeta desde 2004, pudo zambullirse con éxito en una zona inexplorada llena de peligrosos escombros. Hasta setiembre hará 21 entradas más.

La sonda estadounidense Cassini, en órbita alrededor de Saturno desde 2004, retomó el contacto total ayer con la NASA tras zambullirse entre los anillos de este planeta gaseoso gigante, atravesando una zona hasta ahora inexplorada donde los escombros se desplazan a unos 109.000 Km/h.

“¡Lo hemos conseguido! Cassini está de nuevo en contacto con la Tierra y transmite datos después de haberse sumergido con éxito en el espacio que separa a Saturno de sus anillos”, tuiteó el Jet Propulsion Laboratory (JPL), a cargo de esta misión, para luego agregar: “¡El gran salto final ha comenzado!”

La sonda efectuó así la primera de las 22 entradas en ese espacio de unos 2.400 kilómetros. La última será el 15 de setiembre en la atmósfera de Saturno, donde se desintegrará.

Este descenso inédito comenzó el miércoles a las 9 de la mañana (GMT). Poco después, Cassini dejó de transmitir todo tipo de comunicación por casi 24 horas.

Durante este período, la nave no tripulada se acercó más a la cubierta nubosa de Saturno y efectuó observaciones, levantamientos y tomó fotografías con sus 12 instrumentos. Su analizador de polvo cósmico debía tomar muestras directas de partículas al atravesar los anillos.

“La última parte de la vida de Cassini será realmente como fuegos artificiales porque, aventurándose entre la superficie de Saturno y sus anillos, la sonda hará mediciones científicas que de otra manera habrían sido imposibles”, señaló esta semana Luciano Iess, un miembro del equipo de investigación de Cassini en la Universidad italiana de La Sapienza.

“Cassini ha producido un tesoro de descubrimientos que nos harán reescribir las obras de ciencias planetarias en muchos temas”, dijo el martes Nicolas Altobelli, un responsable científico de la misión en la Agencia Espacial Europea (ESA).

“Lo que aprendemos de las últimas vueltas de Cassini nos permitirá mejorar nuestro conocimiento sobre la formación y la evolución de los planetas gigantes y de los sistemas planetarios en general”, comentó también recientemente Thomas Zurbuchen, jefe adjunto de las misiones científicas de la NASA.

Cassini ejecutó con éxito el 22 de abril su 127º y último sobrevuelo cercano de Titán, la mayor luna de Saturno, pasando sólo a 979 kilómetros de la superficie y soportando una fuerte aceleración que dio inicio a la maniobra final.

Más de 60 lunas

Los anillos que rodean Saturno, un gigante de gas, tienen miles de kilómetros de ancho, pero sólo nueve a 90 metros de profundidad.

Las últimas inmersiones de Cassini buscan ofrecer una mirada inédita sobre estos anillos y revelar más información sobre su masa y su edad.

“Si los anillos son masivos, esto significa que son viejos. Pueden datar de la época en que se formó el sistema saturniano”, dijo Iess.

Pero “si la masa es poca, entonces los anillos son jóvenes y se habrán formado en un proceso distinto”.

Algunos científicos creen que los anillos pueden haberse formado a partir del choque de los asteroides con las lunas de Saturno, lo que habría dejado un rastro de escombros. El planeta tiene más de 60 lunas.

Recientemente Cassini detectó hidrógeno en emanaciones surgidas de fisuras de la espesa capa de hielo de Encélado, lo que evidenciaría reacciones hidrotermales propicias a la presencia de vida.

“Aunque no detectamos vida, encontramos una fuente de alimentación de la vida”, explicó Hunter Waite, del Southwest Research Institute de San Antonio (Texas).

El sobrevuelo de Cassini también proveerá más información sobre el interior de Saturno.

Un gigantesco huracán

Los anillos de Saturno están compuestos de innumerables partículas de hielo, cualquiera de las cuales hubiera podido golpearla. La gran antena en forma de plato le sirvió de escudo a la sonda al atravesar la brecha, a costa de interrumpir las comunicaciones.

“Estamos en éxtasis”, dijo la ingeniera Jo Pitesky desde el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California.

La sonda surcó el cielo 3.100 kilómetros por encima de las nubes de Saturno, en la mayor aproximación jamás lograda, y pasó a 320 kilómetros del anillo interior. Los científicos dicen que se aprecian detalles jamás vistos, por ejemplo, un gigantesco huracán cerca del polo norte del planeta.

Cassini despegó de Cabo Cañaveral en 1997 y llegó a Saturno en 2004.

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