Hace diez años, Beatriz Vera (46), comenzó a destapar una verdad que desde muy niña la había inquietado. Fue justamente durante un aniversario de bodas, en 2007, cuando un tío cercano que se había pasado en copas le confirmó la versión de que en realidad, los padres que la habían criado a ella y a su mellizo no eran sus progenitores biológicos.
A partir de allí, la mujer fue con el interrogante sobre su origen a otros parientes e incluso a su madre de crianza, quienes se limitaron a confirmarle la verdad, sin brindarle ningún tipo de detalle.
Para tomar mayor impulso en su búsqueda y así contar con algún dato que la ayude a desenmarañar su origen y en el mejor de los casos, dar con un familiar o bien su madre o padre biológico, Beatriz a difundido su caso en las redes sociales. Desea que se sepa su historia e incluso ha querido dar a conocer su número personal (2625412867) para recabar cualquier aporte respecto de su origen.
El sábado, la mujer acudió a realizarse un examen de ADN cuyos resultados estarán listos en un mes. A través del Colectivo Mendoza por la Verdad, la muestra será derivada a un laboratorio de Rosario (San Fe) para ser remitida a un banco genético de Estados Unidos donde el material queda resguardado durante veinte años, de modo que sea posible reconstruir su origen.
“En ese banco te revelan al menos tu etnia. No sé ni qué procedencia tengo. Tampoco sé si tengo más hermanas o hermanos ni quienes son mis verdaderos padres”, expresa la mendocina que vive en Alvear y que hoy viajará a la ciudad para ingresar una causa en la Justicia.
Asegura que su idea no es hacer una denuncia en contra de su madre. En realidad, a los juzgados irá con su DNI y una partida de nacimiento para comenzar a abrir un expediente y así iniciar una investigación que permita echar luz sobre qué sucedió el día de su nacimiento y quién es la mujer que la trajo al mundo.
El hermano de Beatriz ha preferido acompañarla en la búsqueda pero por ahora desea mantener distancia con el asunto. Nacieron el 11 de febrero de 1971 en la ex Clínica Landi que se ubicaba en calle Bandera de Los Andes al 329, frente a la Terminal.
Ella cuenta que en los papeles dice que el 12 de abril de ese año se produjo el alumbramiento por cesárea. En el acta, de hecho, Rosalía Margot Aballay (ahora de 73 años) y Sebastián Vera (fallecido) figuran como los padres biológicos.
Venta de bebés
Y es justamente eso lo que la mujer quiere investigar. “Algo sucedió en ese momento para que nos dieran a los padres que nos criaron y nos separaran de nuestra madre. En ese tiempo era muy común vender o robar bebés”, detalla y aclara que con el tiempo supo de otros casos de venta y apropiación de niños recién nacidos en esa clínica.
En la página de la entidad mendocina que trabaja en pos de defender el derecho a la identidad biológica de las personas, figuran reclamos que se han efectuado años atrás en la puerta de la ex clínica.
Asegura Beatriz que una de las cosas que más le dolió, además del ocultamiento de sus padres de crianza, fue la reacción de Rosalía cuando los hermanos fueron a preguntarle sobre su origen. “Sólo me dijo que era una desagradecida y que no sabía nada porque el que había arreglado todo había sido mi padre”, dijo. Desde ese momento (hace cuatro años) su madre de crianza no le ha vuelto a dirigir la palabra ni a ella ni a su hermano.
Beatriz, está casada y es mamá de cuatro hijos. Un aspecto positivo que la mujer rescata a cerca de las dudas que tiene respecto de su identidad, es que al confirmar que Rosalía y Sebastián no eran sus padres biológicos logró responderse a muchos de los interrogantes que a lo largo de su crecimiento le surgían sin obtener ninguna respuesta.
Cuenta, por ejemplo, que de niña ni después al llegar a la adolescencia, vio una foto de sus mamá embarazada. Tampoco sentía una conexión con ellos y en el fondo, siempre sentía que algo no era del todo sincero.
“Nunca tuve buena relación con mis padres de crianza y no coincidíamos ni físicamente ni tampoco en la forma de ser. Por eso, cuando nos enteramos, de algún modo nos sacamos una mochila de encima”, reflexiona la alvearense.
Para agilizar la búsqueda de alguien que pueda tener algún dato sobre su caso -el nacimiento doble, en esa clínica en ese año, es una particularidad- Beatriz también se ha unido a varios grupos de búsqueda de identidad que logró contactar a través de Facebook.
Sabe de hecho, que el suyo es uno de los 3 millones en Argentina. Incluso, se contactó con la Asociación de Madres de Plaza de Mayo para apelar a otra herramienta de registro. Allí, le aclararon que por haber nacido en el ‘71 -asegura Beatriz- su historia no estaría encuadrada entre los casos de apropiación de bebés durante la dictadura militar (1976-1983).