En un universo cada vez más competitivo como el de los enólogos, que los obliga también a salir al mundo a posicionar sus creaciones, la mendocina Mariana Páez (35) acaba de obtener un logro poco común: ser reconocida entre los mejores hacedores de vino a nivel mundial en China, uno de los mercados más codicados del planeta, y la única en representación de Argentina.
Mariana, ingeniera agrónoma egresada de la UNCuyo y con un master en enología en Montpellier (Francia) en su haber, conquistó la Medalla de Plata del Ningxia Winemakers Challenge de Beijing. Lo hizo de la mano de un Cabernet Sauvignon cosecha 2015 de su autoría.
Se trata de un desafío iniciado en 2016, durante el cual 48 enólogos de todo el mundo compitieron por hacer el mejor Cabernet, una de las variedades predilectas de los paladares chinos. El reto, en el que la mendocina, al igual que sus contrincantes, debió encarar la elaboración de 10 mil litros del varietal, tuvo su corolario en el Beijing Station esta semana.
"Ella iba sin expectativas, tipo "yo ya gané sólo por participar". Y resulta que ganó medalla de plata!!!", se enorgullecen sus familiares, a la espera de su regreso después de volar casi 20 mil kilómetros para celebrar.
En la edición 2015 de la competencia, que reparte 5 medallas de oro (uS$ 15000 cada una) y 10 de plata (US$ 3000) había participado como uno de los 4 profesionales de Argentina, un número que sólo habían superado otros países muy bien posicionados en ese país, como Australia y Nueva Zelanda. Compartió el certámen con Pablo Laborde, de bodega Calle; Juan Esteban Pina (Peñaflor) y Gastón Sepúlveda, del Sardi.
Ningxia es una de las regiones de mayor proyección vitivinícola en China, con 40 mil hectáreas de viñedos, un tercio de Burdeos y casi el doble del área productiva de Napa Valley, en Estados Unidos. Además, allí está radicadas 187 bodegas.
Una verdadera "flywinemaker"
Antes de conquistar la distinción en la capital del gigante asiático, su profesión la hizo viajar por el mundo hasta recalar nuevamente en Argentina. Desde 2015 vive en la localidad salteña de Cafayate y previo a hacerse cargo de los vinos de Finca Quara había iniciado su trayectoria en tierras salteñas con Porvenir de Los Andes. Pero su hoja de ruta registra más de 7 años repartidos entre distintos países.
Ella misma recuerda que comenzó días después de graduarse, en 2008, cuando un vuelo la depositó en la costa mediterránea, al sur de Francia. Allí vivió 6 meses,la duración de una pasantía en el INRA (Institut National de la Recherche Agronomique).
Pero era apenas el comienzo. Volvió a Francia en 2009 para trabajar durante la Vendimia en la región de Languedoc-Rousillon. Al año siguiente, gracias a una beca europea encaró un Master de Viticultura y Enología en la Universidad de Montpellier (SupAgro) y su tesis la terminó en la Universidad de Udine (Italia).
A esa altura ya había acumulado 2 vendimias anuales al cabo de 5 años, entre Mendoza, Francia (Languedoc y Bordeaux) e Italia (Sicilia). Y hasta un breve regreso a Mendoza para encarar otra experiencia particular junto a una amiga y colega: "catas personalizadas" a domicilio.
Pero su periplo, ese que la llevó a conquistar la distinción en uno de los mercados más cotizados del mundo, parece no haber terminado aún.