Una de cada cuatro mujeres en menopausia tiene osteoporosis

La estadística se completa con dos de esas féminas con osteopenia, mientras que la cuarta tiene masa ósea normal. ¿Cuándo consultar a un profesional por esta enfermedad? Factores de riesgo.

Se define a la osteoporosis como la fragilidad ósea con aumento de riesgo de fracturas frente a traumatismos mínimos (como una caída o levantar una carga pesada) o aún sin ellos. La osteopenia es un grado más leve de pérdida de masa ósea, que en algunas mujeres se comporta como hueso normal y no se trata, pero en otras se evidencian mayores posibilidades de fracturas y requieren tratamiento.

Podemos sospechar que una mujer puede presentar fragilidad ósea por ciertos factores de riesgo de la vida cotidiana, sumados a la ausencia de menstruación desde hace más de un año. Estos son: haber dejado de menstruar antes de los 40 años o haber presentado períodos sin menstruar mayores de 6 meses en la etapa fértil; ser muy delgada, ser fumadora, estar medicada con corticoides por períodos prolongados o dosis muy altas de hormonas tiroideas. Ciertas enfermedades nos pueden marcar un riesgo aumentado como la artritis reumatoidea, los cálculos renales y la mala absorción intestinal (por ejemplo, en la celiaquía), así como el antecedente de osteoporosis o fractura, en alguno de los padres.

Las fracturas que nos llaman la atención por su fragilidad son la de muñeca, que se produce alrededor de los 50 años; la vertebral, alrededor de los 60 años y la más temida, la de cadera, alrededor de los 70 años de edad. 
Varios estudios investigaron las formas en que se fracturan la mayoría de las mujeres y descubrieron que la mitad de las fracturas se producen en la casa y la mitad en la calle. La gran mayoría son a consecuencia de una caída y son menos frecuentes las fracturas sin traumatismo aparente o por caídas de sillas, de la cama, por treparse a alguna silla sin buena estabilidad o por deportes.

Esta situación pone de manifiesto que se deben prevenir las caídas, usando un buen calzado que no resbale, con taco bajo y con ajuste del talón; que se debe realizar actividad física para tener buen tono muscular, usar anteojos (se desaconsejan los bifocales para la vía pública). También es necesario prestar atención a las situaciones de riesgo de caídas: alfombras que resbalen, cables del teléfono en la mesita de luz cruzados, bañaderas que resbalan, etc.

Ante estas situaciones de riesgo es conveniente estudiar la masa ósea de la mujer, por medio de un estudio llamado Densitometría Ósea, que mide la cantidad de calcio que tiene su columna y su cadera. Si este estudio revela una masa ósea baja, es conveniente descartar, mediante un análisis de sangre y orina, la absorción de calcio y su eliminación, así como los niveles de vitamina D y realizar una radiografía de columna para verificar que no hubiera aplastamientos vertebrales (muchas veces son asintomáticos y pasan desapercibidos).

Tratamiento

Establecida la necesidad de tratamiento, se pueden utilizar diferentes esquemas terapéuticos. Todas las mujeres deben alcanzar el requerimiento diario de calcio. Esto se logra consumiendo tres porciones de lácteos al día. De no lograrlo se puede suplementar con comprimidos de calcio. Los niveles de vitamina D pueden ser más bajos en la actualidad que lo requerido, debido a la baja exposición al sol. Esta situación también puede revertirse con la adición de vitamina D.

Existen varios fármacos que mejoran la masa ósea, entre ellos los más utilizados son los bifosfonatos (minerales que se depositan en el hueso como ibandronato, risedronato y zoledronato) y moléculas como el ranelato de estroncio. Existen en el mercado medicaciones más potentes, como el denosumab (que se aplica en forma subcutánea cada seis meses) o el teriparatide (inyectable diario). Todas estas moléculas mejoran la masa ósea y previenen la aparición de nuevas fracturas.

En definitiva, con el aumento de expectativa de vida nos encontramos con enfermedades que antes no se tenían en cuenta, y su diagnóstico y tratamiento mejoran la calidad de vida de las mujeres.

*Médica Ginecóloga, especialista en Endocrinología Ginecológica, Menopausia y Osteoporosis. Médica del Hospital Universitario. Docente de Ginecología de la Universidad Nacional de Cuyo. Miembro de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Mendoza.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA