Una fuerte explosión en una zona de locales del metro de Santiago dejó 14 heridos hoy, ninguno de ellos en riesgo vital, en un hecho que el gobierno chileno calificó como "acto terrorista" pero que no fue reivindicado por ninguna organización.
La Fiscalía elevó a 14 los heridos, siete de los cuales sufrieron un trauma auditivo debido al ruido de la explosión y cuatro, daños físicos como fracturas y amputación de dedos de la mano y otros tres daños sin especificar. La vida de ninguno de ellos corre peligro.
"Se trata de un acto que tiene todas las características de un hecho terrorista, no cabe duda", dijo en una comparecencia ante los medios el portavoz del gobierno, Álvaro Elizalde.
La explosión se produjo en el sector de locales de comida de la estación Escuela Militar en pleno horario de almuerzo, y según informaciones oficiales fue producto de un artefacto elaborado con un extintor y un dispositivo de relojería instalado en un basurero.
"Vi gente herida, sangrando, gritando, llorando, tomando fotos", dijo Silvana, cocinera de un restaurane aledaño al atacado. "Nunca imaginamos que era una bomba", agregó.
En un llamado a la calma, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, aseguró que "lo sucedido es horrible, pero Chile es y seguirá siendo un país seguro".
"Escuché el sonido atronador y sentí el olor a pólvora", contó a la AFP Hernán Capdeville, uno de los miles de transeúntes que pasan cada día por esta estación de metro de la Línea 1, la más concurrida de la capital.
"La escena fue atroz, había una mujer en el suelo tirada. Los clientes salieron todos corriendo sin pagar dejando la comida en los platos", dijo Rosa Valdés, trabajadora de otro restaurante.
Según el viceministro del Interior, Mahmud Aleuy, "los sospechosos son dos personas jóvenes" que habrían huido en un vehículo.
Las líneas del metro siguieron funcionando normalmente, aunque la parada en la estación Escuela Militar fue suspendida temporalmente.
"Me da pánico venir a trabajar mañana, tengo que revisar todos los basureros", señaló Rosa Valdés.
Acto terrorista
Por el momento, ningún grupo se atribuyó la autoría del ataque. El gobierno adelantó que invocará la Ley Antiterrorista contra los responsables.
Bachelet calificó el atentado de acto "abominable" y "de los más cobardes" vistos en Chile porque "tiene como objetivo dañar a las personas, generar temor e incluso la muerte de personas inocentes".
Más de un centenar de explosiones de artefactos artesanales han ocurrido en los últimos cinco años en el país -contra cajeros automáticos, bancos, gimnasios, embajadas o restaurantes, entre otros-, pero hasta ahora solo habían provocado destrozos y algún herido leve y habían tenido lugar en espacios poco transitados o en horarios nocturnos.
Inicialmente fueron reivindicadas por grupos que se autodenominaban con nombres de antiguos anarquistas.
En los últimos meses, volvieron a registrarse este tipo de ataques. Por primera vez, uno de ellos fue instalado en un lugar concurrido.
Un artefacto había estallado el pasado 14 de julio en un vagón del metro cuando ya no había pasajeros, pero el incidente activó las alarmas del gobierno, que reforzó la vigilancia, y designó un fiscal con dedicación exclusiva para investigar los ataques.
Según Francisco Bravo, el fiscal especial que quedó también a cargo de la investigación, el artefacto detonado es similar al instalado en julio en el vagón de metro de la misma línea.
Por su parte, la oposición, de la mano del presidente de Renovación Nacional, Cristian Monckeberg, aseguró que esta situación se "podría haber evitado", y afirmó que "hay un patrón que se está repitiendo" en este tipo de atentados.