Un hombre que es ejemplo de vida

José Beccaría nació sin sus piernas, pero eso no lo detuvo en cada una de las metas que se fijó. Hoy es impulsor de un organismo que persigue insertar socialmente a personas con discapacidad.

Un hombre que es ejemplo de vida
Un hombre que es ejemplo de vida

José Beccaría nació el 25 de febrero de 1978 con una discapacidad que podría haber limitado a cualquiera, pero no a él. Hoy con 36 años trabaja en una de las cooperativas más grandes del sur provincial, da clases y además preside el Club de Empresas Comprometidas zona sur.

“Todo se lo debo a mi familia que me dio todo, y a mi hermano Sebastián que es “las piernas” que a mí me faltan. Es mi referente y mi ejemplo a seguir. Es una gran persona de muchos valores y yo me baso mucho en él incluso para tomar decisiones” dice José Beccaría.

No es menor la admiración que siente por sus padres, Héctor y Titi. “No me imagino lo que pasaron ellos cuando tuvieron que vivir lo que vivieron porque uno cuando va a tener un hijo lo imagina de cierta manera y debe haber sido difícil esa situación.

De carácter temperamental y testarudo “por mi sangre italiana y española” José pudo obtener muchas cosas en su vida. Dice “éstas son dos fortalezas mías porque logré metas que siempre soñé”.

“Tengo muy buenos recuerdos de mi infancia. La primaria la hice en la escuela Amado Sad en donde ingresé en primer grado. Jardín no lo hice, y si bien fue un momento difícil porque era la primera etapa para mi inserción social, fue una época muy linda porque soy una persona muy social y participativa, lo que me ayudó mucho”.

Ese ingreso fue un momento bisagra para la vida de José ya que un tiempo antes había viajado a Mar del Plata junto a su familia para colocarse unas prótesis.

Pero cuando estaba en tercer grado “tomé la primera decisión importante de mi vida porque planteé a mis padres que no quería usar más las prótesis. Les dije que yo era así y que no me molestaba, así que de un día para otro pasé de medir 1,70 m a medir 1,12 m”.

El secundario lo cursó en la escuela Técnica a pesar de los deseos de su familia que preferían la escuela de Comercio. “Yo quería aprender a armar y desarmar las máquinas”. Fue una época difícil pero tuvo la madurez necesaria para enfrentar muchas cosas y también aceptarlas, afirma.

Durante este período de su vida también se dedicó al deporte, sobre todo a la natación, y ganó campeonatos nacionales e incluso representó a la Argentina en los Parapanamericanos de 1995.

Convencido desde el sexto grado de que su futuro estaba en la Informática, fue a la ciudad de Mendoza a estudiar Ingeniería en Informática. En 2002 se recibió y a los días regresó a General Alvear porque quería devolver a su departamento todo lo que le había dado.

Luego ingresó a Cecsagal. “No empecé en la parte de internet donde estoy actualmente sino en la oficina técnica y ahí pude alejar un montón de miedos, sobre todo en lo laboral, porque una persona con discapacidad siempre empieza con menos diez.

Ese menos diez hasta llegar a cero significa demostrarse a uno mismo que se puede. El resto es demostrar a los jefes y a los compañeros lo que uno sabe”.

Sin olvidar su compromiso social y en el afán de devolver algo a General Alvear, en 2011 fundó el Club de Empresas Comprometidas zona sur.

Con el Club de Empresas Comprometidas logró juntar a la Cámara de Comercio, Municipio, Cecsagal, empresarios privados y otras instituciones públicas. La premisa es entender que una persona con discapacidad tiene familia, sueños, frustraciones y objetivos como todos. A veces la gente se olvida y ahí empiezan esos rótulos que nosotros estamos tratando de cambiar".

Fue así que gracias a este esfuerzo el Club ya fue presentado en San Rafael y Malargüe.

Entre todas estas actividades José encontró un espacio para ejercer la docencia en el Instituto San Antonio Nivel Superior. Allí dicta materias relacionadas con su carrera de Ingeniería en Informática. “Siempre trato de dar a mis alumnos algo más de lo que dicen los libros, ayudarlos de alguna forma.

“Cambiar los paradigmas -dice- acerca de la discapacidad es algo que requiere mucho trabajo, sobre todo en las personas más grandes que cuesta mucho hacerlas cambiar de parecer. Por eso apostamos por los jóvenes.

“En mi caso soy una persona que va a contramano de la vida y he conocido a personas maravillosas como mi familia, amigos y compañeros de trabajo a los cuales les agradezco todo lo que tengo”, finaliza.

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