Tragedia en San Rafael: “Nos quedamos sin frenos”

Gaspar Carbajal, uno de los primeros en llegar al lugar del accidente, contó que esa frase le oyó repetir al chofer que estaba agonizando.

A tres días de la mayor tragedia vial sucedida en San Rafael, que le costó la vida a 15 personas, continúan conociéndose relatos de testigos que aseguran que uno de los choferes gritaba que se le habían cortado los frenos.

Este es el caso de Gaspar Carbajal, quien es dueño de una panadería ubicada sobre la avenida Alberdi, que el domingo cuando regresaba de dar una vuelta y tomar unos mates con un amigo por la Cuesta de los Terneros se encontraron con el accidente del colectivo que llevaba a los jóvenes de la escuela de danzas Soul Dance Studio, de la localidad bonaerense de Grand Bourg.

“Fue terrible. Era como una película de zombis, gente caminando, sangrando, herida en el piso”, contó Gaspar a la prensa conmocionado.

“Con mi amigo Alejandro nos miramos y fue como que nos hizo un click en la cabeza y empezamos a ayudar a la gente. El chofer, el muchacho, estaba muy mal, agonizando, su padre estaba al lado y mientras nos pedía ayuda a los gritos decía 'nos quedamos sin frenos', lo repetía una y otra vez”.

Este joven panadero habla y le tiembla la voz, asegura que esas imágenes que le tocó presenciar no se le borrarán más, como tampoco esos momentos. Dijo que había gente atrapada, como Priscila que estaba con los dos piecitos apretados con la rueda del colectivo.

Alejandro se tiró al piso y comenzó a excavar a hacer un pozo para liberarle los pies, “porque al principio quisimos con un gato levantar la rueda, encontramos un destornillador y otra herramienta que nos hacía más fácil hacer el pozo.  También sacamos a otra de las chicas de abajo del colectivo de los hombros”, recuerda.

Y agrega “tratamos de socorrer a las nenas, taparlas porque hacía mucho frío, tratamos de hacer, dentro de lo que sabíamos,  lo mejor posible con mi amigo y otra persona que había llegado antes”.

Las nenas a las que hace referencia Gaspar son Priscila y Juliana, dos adolescentes de 13 años que sobrevivieron a la tragedia. Luego del accidente Gaspar fue al hospital Teodoro Schestakow para conocer el estado de salud de las chicas.

En el hospital se encontró con la mamá de Juliana y se fundieron en un abrazo y lloraron juntos. “Tenía que ir al hospital, era algo que tenía que hacer, estuve soñando con esas dos nenas, las tenía que ver”. concluyó el joven panadero.

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