Brasil: ante masivas protestas, Temer autorizó la intervención de las Fuerzas Armadas

El presidente está sospechado de avalar sobornos. Miles continúan pidiendo su renuncia en las calles y hoy perdió otro asistente.

El debilitado presidente de Brasil, Michel Temer, decretó hoy la intervención de las Fuerzas Armadas para "garantizar la ley y el orden" en Brasilia, luego que miles de manifestantes reclamaron su renuncia en protestas que dejaron como saldo choques con la policía y el incendio de tres ministerios, y que provocaron la evacuación de edificios públicos en la capital del país.

Hubo enfrentamientos entre la policía y los manifestantes que se acercaban al Congreso. La policía lanzó gases lacrimógenos y pimienta, y algunos de los manifestantes voltearon sanitarios portátiles y generaron incendios para crear barricadas contra los agentes.

Temer está batallando para mantenerse en el poder luego de revelarse una grabación de audio en la que al parecer se le escucha dando su visto bueno a un soborno para un ex legislador encarcelado. El Supremo Tribunal Federal de Brasil le investiga por obstrucción de la justicia y corrupción pasiva. El mandatario ha resistido a los llamados a que presente su renuncia y dijo que disputará las acusaciones.

La policía federal le pidió a Temer que se presente a un interrogatorio, señaló el equipo legal del mandatario por medio de un comunicado.

Sus abogados indicaron que la solicitud es inapropiada debido a que la grabación, que Temer afirma que fue adulterada, sigue siendo analizada.

Aseguran que dará su testimonio a un juez del Supremo Tribunal Federal o responderá por escrito a sus preguntas, pero se rehusó a ser interrogado por un investigador de la policía federal.

Incluso antes de que se presentara el más reciente escándalo, la popularidad de Temer era baja, en parte debido a la oposición a las reformas económicas que su gobierno impulsa en el Congreso. Muchos de sus aliados y asistentes se han visto involucrados en una investigación de corrupción que ha enviado a la cárcel a líderes empresariales y altos políticos.

Hoy además perdió a otro de sus asistentes. Sandro Mabel, quien era uno de los cuatro asesores especiales que han sido relacionados a las acusaciones de corrupción y han renunciado o han sido despedidos, publicó una carta de renuncia en la que dice que necesita pasar más tiempo con su familia.

Con el país en una profunda división y la crisis política en aumento, la sesión de la cámara baja en el Congreso se convirtió en un caos, después de que los políticos de oposición rodearon el escritorio del presidente de la cámara sosteniendo pancartas que decían que las labores del Congreso debían ser transparentes. Al continuar la sesión, varios legisladores expresaron a gritos su apoyo o su oposición a Temer.

Varios legisladores han presentado solicitudes para la destitución de Temer al presidente de la cámara, Rodrigo Maia, quien ha respondido que se tomará su tiempo para revisar las solicitudes.

"No puedo evaluar un asunto tan serio como si estuviéramos comprando comida rápida desde el automóvil", dijo a los reporteros.

En Brasilia, miles de manifestantes marcharon hacia el Congreso para tratar de frenar una reforma al sistema de pensiones del país y a otras leyes laborales. Los sindicatos dicen que las reformas restarán derechos a los trabajadores y reducirán sus pensiones. Temer dice que esa y otras reformas son necesarias para sacar a la economía de su profunda recesión.

Pero los manifestantes estaban apuntando también al propio presidente, gritando "íFuera Temer!" y llevando carteles que demandan elecciones directas inmediatas.

Incluso si Temer renuncia, la Constitución dice que el Congreso tiene que elegir al próximo presidente, que estaría en el poder hasta el 2018. Pero muchos brasileños, hastiados de la clase política quieren elegirlo directamente.

La protesta de cerca de 35.000 personas fue pacífica inicialmente, pero los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía comenzaron una vez que la marcha se acercó al Congreso. La policía antimotines, algunos sosteniendo escudos y otros a caballo, se alinearon cerca de la cámara. Los roces comenzaron cuando los manifestantes intentaron abrirse paso, de acuerdo con el Departamento de

Seguridad de la capital. Las imágenes transmitidas por televisión muestran a agentes rociando gas lacrimógeno o pimienta sobre los manifestantes.

En Río de Janeiro, algunos manifestantes se reunieron frente a la asamblea estatal para protestar por las medidas de austeridad propuestas.

"Actualmente el estado se encuentra en un mar de deudas a causa de la corrupción", comentó Julio Cesar Azevedo, líder de un sindicato que representa a los guardias de prisión. "No está bien que los servidores públicos sigan pagando esta cuenta". 
El estadio de Río se encuentra en graves problemas financieros y a muchos de los servidores públicos se les demora el pago de su salario, o no lo han recibido.

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