En los años '70 y '80 pasados investigábamos la dominación incaica regional centrando, según los lapsos del proyecto y en cuanto a las labores arqueológicas de campo, nuestra atención en el camino incaico, Qhapaq Ñan, que en el noroeste de Mendoza conecta distintos tambos entre sí y asimismo estudiábamos estos sitios, de los que son ejemplo Ciénaga de Yalguaraz, Tambillos, Ranchillos y Tambillitos, por citar los más notables en estos momentos.
Justamente en la segunda mitad de los '80 y principios de los '90 trabajábamos en Tambillos, ámbito de la estancia homónima, por años en propiedad de la familia Zapata que autorizaba el acceso al lugar, relevando por nuestra parte los recintos pircados de época inca, excavándolos, registrando los materiales recuperados, contrastando las evidencias en el contexto ambiental y con el documental ad hoc de cronistas, viajeros y de archivos históricos, entre otros.
Avanzábamos, por lo tanto, resultados e interpretaciones como por ejemplo sobre la funcionalidad de los sitios, como fue en el caso de Tambillos sumar a las comprobaciones del uso de los recintos pircados como habitaciones y lugar de cocina, la de los patios al que daban los vanos de éstas y que fueran utilizados también para labores de cochura de alimentos en fogones, sumándose tareas de molienda o de preparación de artefactos líticos.
Completándose el panorama, entre otros, con los recintos para usos ceremoniales -plazas intramuros- y con un recinto de Tambillos, donde los indicios señalan como funcionalidad la de preparación de pastas y vasijas cerámicas, evidencia notable de una manufactura que, bajo dominio inca, se da regulada por esta organización estatal, más allá de la procedencia de los artesanos.
En aquellos años, contando con el apoyo de las instituciones que facilitaban nuestros trabajos, como el Conicet y la UNCuyo, surgió un programa gubernamental provincial que, en términos sencillos, podemos mencionar como de "investigación/acción", en cuyo marco podían presentarse proyectos que, subsidiados por el Estado provincial, facilitaban la aplicación de los resultados de investigación.
En nuestro caso presentamos un proyecto y obtuvimos su aprobación ("Proyecto n° 52") pudiendo con los medios económicos del mismo y otros aportes, incluso personales, proteger los sitios incaicos de Tambillos y Ranchillos, dotándolos de carteles con textos e imágenes explicativas del bien cultural sumando, en el caso de Tambillos, una estructura mirador para mejor apreciar construcciones del mismo y el camino incaico que lo atraviesa.
Otro tanto hicimos por entonces con el área de grabados del C° Tunduqueral en el mismo Valle de Uspallata, sumando a la investigación arqueológica del sitio la protección y valorización cultural del mismo, similar a las otras dichas, aunque esta vez el principal auxilio para este último fin provino del apoyo a un proyecto que nos aprobó el Fondo Nacional de las Artes.
Un largo camino institucional y profesional se ha recorrido desde entonces, donde junto a la profundización de investigaciones pudo dotarse al sistema patrimonial cultural de decretos, ordenanzas, leyes provinciales y nacionales de protección, como también de gestiones nacionales e internacionales que, por caso, luego de más de doce años de labor, nos permitieron alcanzar la inclusión de buena parte de los bienes de época inca de la provincia, dentro de la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
En rigor, esto último constituyó un nuevo punto de partida, entre otros, de la preservación, conservación y valorización cultural, con plena institucionalización gubernamental en sus distintos ámbitos y estamentos, con amplia participación profesional especializada e integración de asociaciones civiles y de propietarios de los terrenos, entre varios otros.
En tal contexto funciona el Comité Mendoza Programa Qhapaq Ñan - Sistema Vial Andino, en el marco institucional, Secretaría de Cultura/Dirección de Patrimonio Cultural y Museos del Gobierno de Mendoza, que trabaja activamente por avanzar esas cuestiones fundamentales, como los planes de manejo correspondientes, entre otros objetivos relevantes.
Preocupados porque los sitios incaicos que ya tenían una primera valorización la mantuvieran y mejoraran en cuanto al estado de los textos e imágenes ya desleídos en los carteles explicativos, como en el caso principalmente de Tambillos, el Comité trabajó en pos de obtener estas mejoras para la temporada de verano que estamos pasando.
Esta gestión demoró por lo que, con la familia Zapata y para el caso de Tambillos, decidimos hacer efectiva nuestra propuesta de hace tiempo, a la Comisión y autoridades, de hacernos cargo del costo de instalación de vinilos aptos para la intemperie, cuyos textos e imágenes explicativas, como en tiempos pasados, con la puesta al día que corresponde y tomando en consideración, por ejemplo, colores propuestos por profesionales de la Dirección de Patrimonio, estuvo a cargo de quien esto escribe.
Hoy puede visitarse Tambillos y encontrarse con esta valoración de textos e imágenes legibles que, sin duda, darán paso pronto a la más completa acción en marcha de las instituciones pertinentes.