Stella Benvenuto: mendocina por adopción

La destacada artista expone una serie de pinturas inspiradas en la provincia en el espacio de arte de la bodega Solo Contigo.

Stella Benvenuto asegura que no es ella quien elige los materiales para abordar su obra sino que son las pinturas, los hilos, los lápices, las imágenes, los que la seducen a ella.

El mismo amor a primera vista, impulsivo e irracional, es el que la acercó a Mendoza siendo una niña y la trajo décadas más tarde para construir en la montaña, rodeada de viñedos, su lugar en el mundo, ese en el que se suspende cada verano entre amaneceres soñados, tareas domésticas y momentos marcados por los colores insuperables de la naturaleza.

¿Cómo llegó hasta aquí? Su padre Luigi, dueño de la fábrica de conservas "La Campagnola" la tuvo como buena compañera de viajes hacia estos pagos cuando la visita obligada era el recorrido por las fábricas instaladas en la zona.

"Desde los quince años vengo siempre. Al cumplir los 60 encontré este sitio y en realidad creo que el lugar me eligió a mí. Lo hice poco a poco con mis propias manos y con la ayuda de un sobrino y de mi primo. Son 50 hectáreas de vid; mi casa es redonda y está hecha con piedras del río. Es mi refugio de silencio", dice la artista nacida y formada en Buenos Aires, más tarde en Italia y marcada a su regreso por las enseñanzas de Carlos Cañas y Jorge Demirjian. Inquieta, curiosa y buscadora de nuevas herramientas plásticas, en 2004 sumó a su producción pictórica, fotografías, esculturas, diseño de objetos y en la actualidad, bordados que reafirman su respeto profundo por el mundo en el que vivimos y los seres que habitan la Tierra.

“El arte es la razón de mi vida”, asegura la autora de la exposición individual que hasta junio está abierta al público en la bodega Solo Contigo y en la que ofrece un recorte de su pasado pictórico vinculado a Mendoza que cuenta con la curaduría de Julieta Gargiulo y con la fuerza de su mirada atrapada por el Valle de Uco.

“En esta muestra hay una ausencia del universo urbano y cobra protagonismo el paisaje rural: animales domésticos, viñas, acequias, maquinarias de labranza en el que está veladamente la mano del hombre. Son las imágenes de la finca mendocina cargadas de gestualidad y color y presentes en ese canto apasionado en el que palpita la vida y la pertenencia de Stella con esta tierra”, expresa Gargiulo.

Creadas en buena medida entre 1982 y 1992, las pinturas de Benvenuto han llegado a la pluma de destacados colegas y gestores culturales que destacan la fuerza de sus imágenes, los colores de su paleta y por momentos, la admiración, y en otros, la inmersión, y de vez en cuando, la ironía, el humor o el sarcasmo.

En palabras de su colega, Cristina Schiavi, pinceladas de una “realidad que acontece” e incluye “fragmentos esenciales de su espiritualidad”.

Su orientación expresionista y lírica acude en sus pinturas a acrílicos sobre tela en este caso, aunque sin desmerecer carbonillas, pasteles, témperas, papeles y técnicas mixtas. En Solo Contigo, la trayectoria la marca la pasividad de la vida al aire libre despojada del tiempo ansioso que propone la urbe.

Como dice el curador Rodrigo Alonso, el arte de Stella Benvenuto es, ante todo, relacional: “(…) El campo es otro ámbito de relaciones queridas y entrañables. Un lugar en el mundo dotado de la serenidad y la vibración exacta para dejarse llevar, para salir de sí misma, para proyectarse y al mismo tiempo encontrarse en formas pero también en colores, en figuras, pero también en materia plástica, en motivos pero también en expresión”.

Es ese carácter el que vive en las obras que describe Alonso y el que presenta en la bodega de Tunuyán, Ruta Provincial N° 4, Km. 11.

Para coordinar una cita previa comunicarse al 2613217777.

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