Marcos "Johnny" Morales, el joven acusado de asesinar al médico Sebastián Prado, quedó hoy en libertad, ya que la fiscalía no encontró pruebas suficientes en su contra para que siga detenido, aunque seguirá imputado en la causa.
Las sospechas contra Morales se debilitaron cuando el jefe del bar donde trabaja confirmó que el joven había estado cumpliendo con sus tareas de cocinero el día del crimen.
El testimonio se convirtió en una coartada firme para el sospechoso que esta semana fue acusado de haber matado al traumatólogo. Esto se sumó al hecho de que durante los allanamientos realizados en su vivienda ubicada en la villa Malargüe, en Capital, no se encontraron elementos que lo vincularan al caso.
El fiscal especial Daniel Carniello, que sigue la causa, además señaló que la misma situación podría alcanzar al otro sospechoso, Andrés "Pipi" Merlo, quien está acusado de ser el hombre que, utilizando una moto, ayudó a escapar al homicida cuando, después de disparar contra el profesional, corrió hasta la calle Perú.