Si me fijo en algo, me entero de alguna cosa

Uno de los errores en que más frecuentemente se incurre consiste en la utilización incorrecta de preposiciones. Ese uso erróneo suele estar asociado a la confusión de una preposición por otra y, muchas veces, a la omisión de la preposición exigida o regida por el verbo.

Daremos hoy algunos ejemplos.

Si buscamos en el diccionario el verbo 'fijar', vamos a advertir que posee una serie de valores, algunos como verbo transitivo y otros, como pronominal.

Entre los asignados al verbo transitivo, figura “hincar, clavar, asegurar un cuerpo en otro”, como en “Fijé la foto en la pared con dos clavitos”; también, “determinar, limitar, precisar, designar de un modo cierto”, como en “Fijemos ya el horario de la consulta”. Otro valor es el de “poner o aplicar intensamente”, como en “Fijemos la mirada en un punto del horizonte”.

Pero si vamos al verbo como pronominal, 'fijarse', uno de sus valores significativos es el de “reparar en algo, darse cuenta”. Cuando esto ocurre, debemos acompañar la forma verbal con la preposición 'en', seguida habitualmente por 'que': “Él siempre se fija en que sus alumnos lleguen puntualmente a la clase” o “Indudablemente, el automovilista no se fijó en que el semáforo estaba intermitente”.

El error en que se incurre es suprimir la preposición 'en' y dejar sola la conjunción 'que', en uno de los casos censurados del “queísmo”. Hubiera sido, entonces, incorrecto decir *”Él siempre se fija que sus alumnos lleguen puntualmente a clase”.

Sin embargo, si el verbo actúa como pronominal, pero su valor significativo es “determinar o establecer algo”, no se construye con preposición, sino que es correcto expresar la cláusula solamente con el 'que': “Se ha fijado que el arancel permanecerá invariable por este primer semestre”.

Si el verbo está en imperativo, puede construirse con preposición o sin ella: “Fíjese qué amable es el profesor invitado” junto a “Por favor, fíjese en que coloque correctamente los signos de puntuación”.

Otro verbo con el que suele omitirse la preposición obligatoria es 'enterarse'; en efecto, el régimen de este verbo exige siempre la presencia de la preposición 'de', aunque vaya seguido de una cláusula encabezada por 'que'. Así, “Nos enteramos de la muerte de ese cantautor hace apenas un rato” y “¿Ya te enteraste de que hubo un nuevo aumento en el precio de los combustibles?”.

En este último ejemplo, existe una errónea tendencia a suprimir la preposición y a decir *”¿Ya te enteraste que hubo un nuevo aumento?”; recordemos, para entenderlo bien, que nos enteramos de algo y, por lo tanto, nos enteramos de que ese algo ocurre.

Hay otros dos verbos, relacionados con el recuerdo y el olvido y usados como pronominales, que llevan obligatoriamente a su lado la preposición DE, que no puede omitirse: 'acordarse' de algo y 'olvidarse' de ello. La mayoría de los hablantes utiliza la preposición cuando lo que está a continuación es un sustantivo o construcción sustantiva: “No puedo acordarme de su nombre” y “Ya me olvidé del motivo de su enojo”.

Sin embargo, hay una tendencia a suprimir la preposición DE cuando lo que está a continuación es una cláusula encabezada por QUE: *”Todavía se acuerda que pasamos momentos inolvidables” o *”Se ha olvidado que su origen es muy humilde”; en los dos casos, si nos acordamos y olvidamos DE algo, debimos colocar la preposición y decir “Todavía se acuerda DE que pasamos momentos inolvidables” y “Se ha olvidado DE que su origen es muy humilde”.

Si en lugar de 'acordarse', el verbo elegido hubiera sido 'recordar', entonces no habría sido necesaria la presencia de la preposición DE puesto que, junto al verbo, aparece directamente el objeto del recuerdo: “Recuerdo eso”, “Recuerdo su amabilidad” y “Recuerdo que era extremadamente amable”.

Otros verbos, que no deben perder las preposiciones que rigen cuando se construyen con una cláusula con 'que', son 'insistir' y 'depender'.

Efectivamente, siempre se insiste en algo: “El gerente ha insistido en ello”, “El gerente ha insistido en su permanencia” y “El gerente ha insistido en que ese empleado debe permanecer en su puesto”. En este último caso, es tendencia generalizada la supresión de la preposición EN antes de 'que'; se escucha, entonces, la construcción errónea *”El gerente ha insistido que ese empleado debe permanecer en su puesto”.

¿Y cómo debemos proceder con el verbo 'advertir'? No hay un único comportamiento ya que la construcción con preposición o sin ella va a depender del significado que tenga el verbo en el contexto. En efecto, si 'advertir' equivale a “darse cuenta de un hecho o reparar en algo”, no habrá a su lado ninguna preposición: “He advertido su presencia” y “Advierto que los jóvenes ya no toman apuntes: graban con el celular y fotografían el contenido del pizarrón”.

Pero, si su significado es “realizar a alguien una advertencia”, llevará a su lado la preposición DE, que encabeza el objeto de la advertencia: “Advertí a Lucía de que podía ser engañada”. También el objeto de la advertencia puede ir encabezado por SOBRE o por ACERCA DE: “Es necesario advertirte acerca de que te pueden engañar”. Si la advertencia es una cláusula con 'que', se mantiene la presencia de la preposición: “Ya se le ha advertido acerca de que no puede fumar ni consumir café”.

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