De acuerdo a lo establecido en la Ley de Educación Nacional (N° 26206), las modificaciones en la escuela secundaria, que comenzaron este año lectivo, no sólo implican un cambio en su denominación.
De hecho, la que antes era regida con la estructura de Educación General Básica y Polimodal comenzó desde enero con algunas modificaciones que culminarán de aquí a cuatro años.
Es que, de acuerdo a lo establecido por el Ministerio de Educación, el proceso para adaptar la escuela a la actual realidad de los estudiantes será paulatino y se espera que hacia 2018 las orientaciones con las que contará este nivel obligatorio de la enseñanza se reduzcan de las 80 que existen en la actualidad, a solo 11.
Tal como estaba previsto, a partir de marzo pasado, la Dirección General de Escuelas (DGE) comenzó a proponer adaptaciones que fueran compatibles con las actuales necesidades que se plantean en los contextos escolares. Como la etapa inicial del cambio incluye a los dos primeros años, es decir, al ciclo básico de la llamada "nueva secundaria", las autoridades buscaron reforzar la manera en que los docentes imparten sus clases.
Por eso, a través de diferentes resoluciones (la N° 074 de enero de 2014 es una de ellas), se instauró la obligación para que en todos los colegios se destinaran entre dos y siete horas semanales a talleres específicos para las diferentes asignaturas.
Para Lengua, por ejemplo, las escuelas -en primer año- tuvieron que invertir 6 horas por semana a talleres destinados sólo a lectura y escritura; para segundo año, el total de horas para sumar este "refuerzo" a la enseñanza es de siete.
El otro cambio fue solicitarle a los profesores que remozaran sus métodos de enseñanza, de manera que las clases fueran más ágiles y adaptadas a la dinámica pedagógica que requieren los adolescentes en la actualidad. Para eso, dicen desde la DGE, se organizaron diferentes encuentros de capacitación con docentes, supervisores y directivos, que comenzaron días atrás y se extenderán hasta el próximo 2 de julio en el Centro de Congresos y Exposiciones.
Hasta el momento, estas experiencias permitieron sumar aportes de los docentes y conocer aquellas estrategias que venían aplicando y que resultaron exitosas. Según la subsecretaria de Planeamiento de la Calidad Educativa de la provincia, Livia Sandes, el hecho de sumar nuevas maneras de enseñar para lograr que los alumnos se apropien de los conocimientos y tengan un papel más activo en su formación, viene a plantear un cambio de paradigma dentro del universo educativo.
Para Sandes, ya no se trata de que el docente se pare frente al aula para dictar los contenidos. La nueva realidad, dijo la funcionaria, requiere de un acercamiento constate entre el educador y el educando, de manera que éste sea partícipe de su propia formación.
Así, se propuso por ejemplo que las clases se munieran de innovación y tuvieran elementos pedagógicos dinámicos, como videos, proyectos prácticos grupales, etc. Fuera de eso, lo cierto es que las materias en este primer ciclo de la secundaria no tuvieron modificaciones respecto de su contenido. No se sumaron ni se restaron propuestas.
"Ordenar" las orientaciones Donde se experimentarán las modificaciones más profundas para dejar atrás la escuela que había sido diseñada por la Ley Federal de Educación de los ‘90 será en el segundo ciclo de la secundaria; es decir, en tercero, cuarto y quinto año (sexto año en el caso de los colegios técnicos). Ocurre que a partir de 2015, el desafío será comenzar a limitar las modalidades y orientaciones que tienen los colegios.
De hecho, en la actualidad (y hasta tanto no sea efectivo este cambio estructural), el universo de títulos posibles al salir de la secundaria abarca unas 80 orientaciones diferentes incluidas en cinco modalidades distintas. El problema está en que no todas se adecuan a las propuestas universitarias o laborales futuras y de hecho resultan muy diversas y poco específicas.
En la modalidad de Ciencias Naturales, una propuesta de título que se otorga en la actualidad es, por ejemplo, "promotor socio comunitario en salud", un título que puede otorgarse en escuelas de Mendoza pero no en las de San Rafael. En ese sentido, Sandes puntualizó que hay una diversidad de ofertas muy grande.
Por eso ahora se ha comenzado el trabajo para limitar las propuestas y garantizar que en todos los establecimientos existan. En este caso, el proceso también se aplicará por etapas. La primera se concretará en 2015 e incluirá a sólo a tercer año; mientras que el año siguiente será el turno de cuarto año y así sucesivamente hasta concluir en 2018 con el sexto año de las escuelas técnicas.
Para lograr este objetivo no sólo se tendrán en cuenta las normativas oficiales, sino que las inquietudes y aportes de los docentes serán una pieza clave. De hecho, las modificaciones en la segunda etapa del secundario están siendo evaluadas por una comisión mixta permanente, integrada en un 50% por trabajadores de la educación nucleados en el SUTE (gremio docente).
A partir de agosto, las autoridades esperan conocer el punto de vista de los educadores de toda la provincia. "El objetivo es ir trabajando en modelos de parrillas curriculares que respeten la organización que ya tiene la institución y para que los docentes no cambien su situación laboral", detalló Sandes.
En concreto, las 80 ofertas que existen en la actualidad se reducirán a diez bachilleratos: Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Economía y Administración, Lenguas, Arte, Agro y Ambiente, Turismo, Comunicación, Informática y Educación Física. A esas diez propuestas, la DGE decidió agregar para el año que viene una más: Educación.
Bachillerato en Educación
A las diez orientaciones que comenzarán a unificar las propuestas pedagógicas para los alumnos de la secundaria a partir del año que viene, la Dirección General de Escuelas (DGE) decidió agregar la orientación en Educación, un título que estará focalizado a reforzar la modalidad de este tipo en las escuelas que ya cuentan con una oferta relacionada.
“La orientación en Educación se propondrá en las instituciones cuyos últimos años están ligados a las humanidades”, explicó Livia Sandes, subsecretaria de Planeamiento de la Calidad Educativa.
