Se espera una fuerte caída de la producción de ajo en Mendoza

La superficie cultivada se habría achicado este año más de 30%, según datos de referentes del sector. Con la suba de costos se pierden mercados y puestos de trabajo. Preocupación.

Se espera una fuerte caída de la producción de ajo en Mendoza
Se espera una fuerte caída de la producción de ajo en Mendoza

A dos meses de empezar las primeras cosechas, productores, empacadores y exportadores mendocinos de ajo ya empiezan a sacarle punta al lápiz rojo, porque descuentan que se avecina una nueva temporada con resultado negativo.

José Spitalieri, productor, empacador y exportador de Guaymallén, plantea un panorama muy crítico de la actividad y un escenario futuro igualmente desalentador. Es terminante al afirmar que no se puede trabajar con los actuales costos.

El empresario del Norte mendocino asegura que “estamos lejos del mundo”, por la falta de competitividad. En ese sentido, y aunque aclara que no son datos oficiales, calcula que, mientras a esta altura del año pasado el sector llevaba exportadas 6,5 millones de cajas, este año van sólo unas 4 millones y medio.

Recuerda que “estábamos exportando 10 u 11 millones de cajas, y difícilmente vayamos a terminar con 5 o 5 y medio, por lo que llevamos perdidos, en los últimos tres años, entre 15.000 y 20.000 puestos de trabajo”. Advierte, por otra parte, que el mercado interno también se cayó para todos los productos de la región.

En forma coincidente, Juan José De Marchi, uno de los referentes del sector con establecimiento en el Valle de Uco, señala que “estamos terminando un año muy crítico, con mucho ajo -de la campaña anterior- que todavía está en el campo, con precios muy bajos y con problemas de calidad, porque el productor no tuvo capital de trabajo para hacer los adecuados tratamientos pos cosecha”.

El empresario valletano asegura que “seguimos perdiendo mercados, hemos perdido México, parte de Europa, Centroamérica, porque los números no dan para llegar. De manera que el panorama, para el año que viene es desalentador”.


Proceso de achique
Esta situación repercute en el estado de ánimo y, consecuentemente, en las decisiones de inversión. De hecho, Spitalieri asegura que los ajeros han sembrado menos este año.

Apunta, en ese sentido, que de las 7.000 a 7.500 hectáreas cultivadas en toda la provincia de Mendoza durante la campaña pasada, este año la superficie se ubica entre 4.500 y, con suerte, 5.000 hectáreas, lo que evidencia un permanente retroceso en las últimas temporadas.

En ese mismo sentido, alerta que -como ve difícil que el panorama cambie en los próximos meses- “creo que el año que viene directamente no se va a sembrar, porque no da para recuperar lo invertido”.

De Marchi está de acuerdo en que hay una disminución importante de las áreas de siembra, de entre el 25% y el 30%. Esto se explica “porque no nos dan los números para competir, al punto que hemos terminado perdiendo mercados”.

Indica que “tenemos costos muy altos en insumos y mano de obra en producción y empaque; aparte de situaciones de competencia desleal por parte de empresas que trabajan en forma irregular”.

Resume que “hemos perdido 3.000 hectáreas de un año para el otro, el productor está sin dinero y los exportadores también, algunos quebrados y otros sin aliento para seguir”.

El exportador del Valle de Uco señala que “hoy subsiste el productor muy grande, que tiene espalda financiera y puede sacar plata de otra actividad  y el muy chico, que trabaja todo en negro, con su familia; pero toda la franja que está en el medio, que son los perseguidos por el tema laboral sobre todo, está desapareciendo”.

Spitalieri ubica el escenario actual peligrosamente cerca del de 2001. “La única ventaja que tenemos ahora -aclara- es que no hay una situación de endeudamiento generalizado como en aquel momento”.

Pero advierte que, “al que lo agarró esta situación metido en los bancos, ya se fue”. En ese sentido, remarca que hay dos empresas muy grandes que están en convocatoria de acreedores.

Planes sociales y empresas truchas

Al margen del contexto macroeconómico, que deriva en problemas de competitividad, los referentes del sector ajero de Mendoza ponen la lupa sobre otros factores que afectan la actividad, como la falta de mano de obra y la competencia desleal de empresas que operan en forma irregular.

En el caso del ajo, como así también de otros productos, “la agravante es que no hay mano de obra en el campo y la poca que hay, no quiere registrarse”, dice el productor-empacador-exportador del Valle de Uco Juan José De Marchi.

Insiste en que se ha intensificado el éxodo de gente que “por los planes sociales, se fue a vivir a las zonas urbanas, al punto que hoy tenemos casas desocupadas en el campo, algo que nunca había ocurrido”.

Advierte que no se ha podido resolver la reticencia de la gente a trabajar en blanco por temor a perder los beneficios que da el Gobierno nacional.

Por otra parte, De Marchi denuncia que “no se ha resuelto el problema de las empresas truchas  o frías, como les llaman en Brasil. Son establecimientos que operan de manera irregular, que contratan gente que cobra planes sociales pero está en negro y que venden sin liquidar las divisas. Nosotros hicimos denuncias con nombres de las firmas, pero todo se diluye”.

Asegura que “se sigue sacando la mercadería a través de empresas truchas, sin ingresar las divisas porque, de un año para el otro, viene la misma gente con otros nombres, u otras personas que van rotando pero que responden a los mismos intereses”.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA