Sospecha, violencia, traición y obsesiones que pueden llegar a la locura son las piezas que se unen en el thriller policial “Arrebatos”, la nueva película de Sandra Gugliotta.
Y como el efecto déjà vu, la cineasta porteña volvió a juntar en la pantalla, pero esta vez en la grande, a un trío de actores que supieron ganarse el reconocimientos de los televidentes en la novela “El Elegido”. Pablo Echarri, Leticia Bredice y Mónica Antonópulos son los protagonistas del filme que por segunda semana consecutiva continúa en la cartelera nacional.
Es difícil pensar a Echarri en el papel de engañado, el débil y traumado por los celos hacia su esposa (Antonópulos). Pero para Gugliotta, el perfil de sex symbol del actor encajó a la perfección en su personaje de Luis Vega, un exitoso escritor que luego de mucho tiempo sin publicar un trabajo prepara su próxima novela, cuyo relato se basada en un caso real; el asesinato de un dentista que según la investigación, su esposa (Bredice) es la principal sospechosa.
En ese trance Luis Vega vive perturbado por la supuesta infidelidad de su mujer.
Luego de tres años de producción en el guión, la cineasta le dio un cierre al proyecto en febrero pasado cuando comenzó el rodaje. Tras dos meses de filmación finalmente llegó a los cines nacionales la semana pasada.
-¿Cómo surgió la idea del guión?
- Estaba trabajando con una historia que tuviera que ver con celos, traición, infidelidad, y también me interesaba el tema de la ficción y la realidad dentro de una historia. Y se me ocurrió la base; porque hay varias historias de escritores que están vinculados o se los acusa de algo que escribieron, y eso es un poco lo que le pasa al personaje.
Además quería seguir una línea de suspenso o una intriga. Y esos son los elementos que están en la película, hay una historia de celos, de infidelidad y un poco la locura que se le va generando en la cabeza al personaje. Él crea pensamientos en su cabeza que no puede comprobar, y concluye en un tono policial.
-Sin querer, la película toca un poco el tema de la violencia de género, y como una situación de celos puede terminar en el peor arrebato....
-Justamente en la película hay dos arrebatados, hay dos hechos de celos que terminan en un crimen.
-¿Cuál es tu lectura de esto? Porque en nuestra realidad eso está latente...
-Creo que hay dos cosas muy contrapuestas en la actualidad, no tengo ninguna conclusión. Pero por un lado hay relaciones supuestamente más light, donde es más fácil amar y dejar de amar, estar juntos y separarse. Pareciera que el amor es transitorio. Y por el otro está conviviendo con que cada vez hay más crímenes pasionales, donde uno de los dos no se resiste a ser dejado por el otro. Como si también hubiera relaciones donde la pasión fuera arcaico.
Hay que analizarlo desde una cuestión social, lo que pasa en la cabeza de las personas. Lo que me llama la atención de la realidad como artista, lo tomo para construir un relato. En este caso, pongo el ojo en lo que pasa en la cabeza de un chico que no sabe donde está parado, que no puede comprobar cuanto de ficción y realidad hay en su cabeza, hasta terminar en un estado de paranoia.
-¿Por qué convocaste a este elenco?
-La verdad para mí Pablo era ideal si aceptaba hacer ese personaje, porque tiene una característica que no es muy frecuente, que es engañado. Y encima hay dos mujeres muy fuertes en la historia, escondedoras, las que llevan los hilos y el personaje de Pablo está a la merced de ellas dos. Entonces me parecía un sueño si un actor con la impronta de Pablo, con la masculinidad y una especie de sex symbol como es él hacia ese trabajo. Porque me parece que no es lo habitual, que corra el riesgo de ser el anti héroe, quería que hiciera de anti galán.
Este thriller con una trama intimista entre los personajes, sencilla de comprender y entretenida marca otro costado de la realizadora de “Las vidas posibles” y “En nuestro corazón para siempre”. Junto con otros cineastas es parte de una generación de artistas que refrescan y aportan otras miradas dentro de la industria nacional.
-El cine argentino transita un momento de ebullición ¿dónde colocás tu trabajo dentro de la industria?
-Para mí es felicidad porque me parece que estamos en un momento de transformación. Yo vengo de la camada de historias breves, en lo que se asoció como el nuevo cine argentino, y me parece que esta bien trabajar con otras propuestas.
Esta película fue un desafío para mi, porque combiné elementos de género, con elementos autorales. Me parece que muchos realizadores están tomando caminos nuevos. Siempre es un riesgo este trabajo de hacer una película, con elementos difíciles de manejar. Y que la gente las vea, que las apoye está buenísimo.
