San Rafael: piden que talen árboles secos en la isla del río

Se trata de una decena de álamos, que están en cercanías de dos escuelas, la iglesia y el salón de usos múltiples del popular barrio sanrafaelino.

El temor de que los árboles puedan desplomarse sobre las casas o que dañen a algún transeúnte preocupa a los vecinos de la isla del río Diamante, en San Rafael. Es que sobre la calle Amapola -la principal del barrio- hay varios álamos de gran porte que se encuentran  en mal estado, secos o enfermos.

“Son muy viejos  y es un peligro cuando corre viento por ejemplo. Justo en esa zona están las escuelas o la iglesia que son los lugares adonde concurre mucha gente, lo que podría ser un desastre si llega a caerse uno”, comentó Julio, un vecino de la zona.

Si bien la gran mayoría de los árboles tienen muchos años, son en especial los de la calle Amapola al 300 los que preocupan a la gente de los alrededores. Es que allí hay unos diez árboles que los vecinos ven cómo de a poco se van deteriorando, convirtiéndose en un peligro potencial.

Estos forestales se encuentran ubicados frente a la iglesia Nuestra Señora de los Milagros de Pompeya, el colegio Marista La Buena Madre y el salón comunitario. La mayoría tienen las puntas secas, pocas hojas y tocan los cables.

Según los vecinos, los árboles comenzaron a ponerse “como enfermos, se quedaban sin hojas o parecía que se estaban muriendo, después de que se hizo la obra de gas natural en la década del ‘90. Con las últimas tormentas corrió viento muy fuerte y los veíamos doblarse mucho, pensé que terminaba sobre alguna casa o auto que pasaba justo por ahí”, dijo otra vecina.

“Esperemos no tener que lamentar vidas, porque lo material de una forma u otra se recupera”, agregó Marta, quien explicó que en el barrio hay muchos niños y adolescentes que asisten a las escuelas o a la iglesia: “Pero no queremos que queden como en la (calle) Balloffet donde están los artesanos que fueron cortando ramas y ahora están los troncos secos que pueden terminar en una tragedia con tanta gente que pasa por ahí”.

Su preocupación llegó a oídos de los ediles y uno de ellos presentó un proyecto para que la comuna erradique los diez árboles en cuestión y a la vez reforeste con variedades que recomienden desde el vivero municipal. De ser aprobado, la dirección de Espacios Verdes de la comuna será la que deba encargarse de cortar los árboles, como también de realizar las tareas de limpieza como sacar los tocones, previas a la  reforestación.

En su argumentación, el concejal Mauro Bignert destaca la replantación de árboles según las especies que estime apropiadas Espacios Verdes.

Debate por el arbolado

El estado de los forestales y las arboledas en San Rafael no es algo nuevo, ya que hace tiempo que son tema de debate porque forman parte del patrimonio en un territorio donde son el fruto del esfuerzo del hombre por ganarle la pulseada al desierto.

Por esta razón, la ordenanza N°9815 estableció la creación del Consejo Departamental de Defensa del Arbolado Público, que debía gestionar la recuperación y el mejoramiento del arbolado.

Entre las tareas que iba a realizar estaba analizar el estado de los árboles existentes, la cantidad que hay y cuáles son las variedades que mejor se adaptan a la región, a través de  la participación de especialistas que colaboraran en mejorar la situación del arbolado existente y de optimizar el agua de riego.

La Isla del Río Diamante se encuentra entre los dos brazos del río, al sur de la ciudad de San Rafael, a unos 5 kilómetros del microcentro. Nació como un asentamiento que con el correr del tiempo fue creciendo hasta convertirse en una gran barriada en la que habitan más de 8.000 vecinos.

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