Tienen ganas de superarse, de sentirse cómodos con sí mismos, de que sus familias estén orgullosas y en especial, tienen deseos de crecer como personas, aunque ya sean abuelos y tengan en su mayoría más de 60 años.
El entusiasmo por aprender que contagia un grupo de adultos mayores que asiste a diario a completar la escuela primaria en una asociación de jubilados de San Rafael, asombra incluso a sus propios docentes, acostumbrados a trabajar con adultos.
Se trata de un aula satélite del Cebja (Centros de Educación Básica de Jóvenes y Adultos (Cebja) "Profesora Norma Susana Díaz", de San Rafael, que funciona en la sede de la Asociación de Jubilados y Pensionados de San Rafael, ubicada en la avenida Mitre 161, a escasos metros del Km Cero.
Allí asisten 27 abuelos de lunes a jueves, de 16.30 a 19.30 a las clases personalizadas para terminar la escuela primaria. Los viernes cambian de lugar, para asistir al establecimiento donde funciona el Cebja -en la calle Olascoaga 780- donde reciben clases de informática.
“Todo lo que aprendo lo hago con mucho gusto, no tengo algo que me guste más sino todo lo que el maestro nos enseña”, contó Carlina quien con orgullo señala que pronto “voy a cumplir 85 años”. Junto con Pocha (76) fueron las primeras alumnas hace 3 años de este aula satélite, por lo que a fin de este año terminarán la primaria.
“A mí me ayudan mis nietos que el más chico tiene 16 años. Yo sabía las letras, leer y sacar cuentas, pero estoy aprendiendo mucho más”, dijo Pocha. Carlina dijo que ella llegó a gimnasia acá -al centro de jubilados- “pero no me gustó y vi un cartelito de que empezaban las clases, así que me compré un cuaderno, lápices y comencé a venir”.
Como ella, varios abuelos no sabían leer o escribir, otros tenían algunos conocimientos. “Propusimos abrir este aula acá pensando que podía haber algunos adultos que necesitasen completar la primaria, pero nos encontramos que eran más de los que creíamos”, contó Adriana Llorente, directora del Cebja.
Así detectaron que había analfabetos y analfabetos funcionales, por lo que se iniciaron las clases siguiendo el nivel de los alumnos y avanzando según la respuesta de cada uno. Mientras la clase se desarrolla todos están atentos a su tarea. Si alguno hace una broma enseguida retoman su trabajo. "Es un grupo hermoso, muy aplicado", expresó la directora.
En los largos mesones todos los días, los alumnos comparten la merienda. Y una vez cada dos meses se festejan los cumpleaños.
También hacen salidas especiales, a visitar establecimientos como fue la bodega La Abeja (una de las más antiguas de San Rafael), que muchos no conocían. Si alguno de los abuelos deja de ir, los maestros los llaman por teléfono, van a ver por qué razón están faltando.
“Es muy raro que no vengan, en los adultos cuando les gusta lo que están haciendo, se sienten contenidos y respetados continúan asistiendo”, señalan los maestros. “Los abuelos son exigentes, nos piden más tarea, que les demos deberes para la casa”, contó el maestro Diego.
La clase continúa en completo orden, mientras que el maestro Diego Guiñazú le toma lectura a Filomena que está aprendiendo a leer, la seño Susana Fioccheta trabaja con otro grupo en la otra mesa. En otro espacio la profesora Celina Saavedra realiza actividades de educación artística.
Variada actividad
La Asociación de Jubilados y Pensionados de San Rafael posee una gran variedad de actividades toda la semana que ofrece tanto a sus asociados como a quienes deseen acercarse. Así, en sus instalaciones que se encuentran a una cuadra y media del Km Cero, en un lugar que es cómodo para los abuelos ya que es en pleno centro y por donde pasan gran cantidad de colectivos, brinda clases de folklore, yoga, manualidades, gimnasia, tanto, nutrición, o zumba entre otras.
Tienen enfermería, podología y kinesiología, y todos los domingos hay baile social. “Esta asociación se mantiene con un pequeño aporte de los asociados, y hacemos actividades para generar recursos propios”, contó el secretario de la institución, Héctor Castillo, y acotó: “ver a tanta gente terminando la escuela nos llena de orgullo”.