San Martín: un desagüe los llenó de malos olores y nubes de mosquitos

Corre al este de la ciudad y es pluvial, aunque a veces hay líquidos de fábricas. Los desniveles generan estancamientos y los vecinos el último mes tuvieron que vivir en un aire irrespirable.

Un grupo de más de 50 familia, en las afueras de la ciudad de San Martín, pide solución a un problema que -aseguran- se repite de manera intermitente desde hace años: el agua que corre por un desagüe pluvial indefectiblemente se estanca en distintos sectores debido a problemas de nivel, lo que genera olores y nubes de mosquitos; en ocasiones, la situación se agrava exponencialmente cuando Irrigación autoriza a que alguna fábrica de la zona vuelque allí sus líquidos, como ocurrió desde enero y hasta la semana pasada.

“En estos días, entre los mosquitos y el olor nauseabundo no se ha podido vivir en esta zona”, coincide mucha de la gente de las calles Vior, El Alto y Buen Orden, una zona rural al este de la ciudad. Por allí pasa el desagüe pluvial Nuevo San Martín, que corre de oeste a este y es el encargado precisamente de llevar el agua de lluvia hasta el arroyo La Cañada.

El asunto es que por falta de limpieza y especialmente por problemas de nivel, el agua suele estancarse en los últimos tramos del recorrido, cerca del carril Buen Orden.

“El desagüe pasa por los fondos de mi casa, una zona que está como en un pozo; si viene menos de un metro se estanca, se pudre y se llena de bichos. Toda la gente por acá sufre esa situación que es muy molesta; fíjese que mi mujer tiene problemas respiratorios y tuve que llevarla a que viva unos días en la casa de su hermana”, contó José Garro.

“En estos días, una fábrica elaboradora arrojó sus aguas al desagüe por autorización de Irrigación, que no tuvo en cuenta el lamentable estado de ese cauce; son trámites que alguien resuelve desde un escritorio, sin conocer la zona, y entonces somos los vecinos del lugar los que tenemos que sufrir las consecuencias porque cuando corre poca agua, nunca llega al arroyo La Cañada y se estanca en el camino”, explicó Armando Magistretti, presidente del Partido Demócrata local y vecino del lugar.

La gente insiste en que durante el último mes, la situación para muchas familias de las calles Vior, El Alto y Buen Orden, entre las rutas 50 y 70, ha sido “insoportable” y piden a Irrigación una solución de fondo para el tramo de desagüe que cruza por sus casas: “Lo ideal es entubar al menos los últimos mil metros, porque este problema se repite todo el tiempo y más en verano”.

Desde Irrigación explicaron que, inicialmente, los desagües que hay en las afueras de San Martín se usaban para dar curso al excedente de agua en las fincas.

“Con la construcción del dique El Carrizal, hoy se administra mejor la entrega del riego y esos desagües pasaron a cumplir una función pluvial”, detalló Fernando Escobar, consejero del río Tunuyán Inferior, y señaló que algunos de esos cauces se borraron con el tiempo y otros se mantienen: “A través de convenios, la limpieza de los distintos tramos se reparte entre Irrigación y la comuna”.

En enero, Irrigación autorizó a una fábrica de conservas a arrojar allí sus aguas tratadas: “Se hizo un convenio con ellos para determinar los parámetros que debía tener el agua vertida, pero la empresa no ha cumplido y por ello se les clausuró el punto de vuelco”, agregó Escobar.

“El olor que los vecinos sentían se debía a ese tema y ahora estamos controlando que la fábrica no siga arrojando aguas. Respecto a entubar el desagüe Nuevo San Martín, es una idea que también manejamos desde Irrigación. Hay que buscar financiamiento pero tenemos que trabajarlo con la comuna, porque en la medida en que esa zona siga creciendo en población, tener esos desagües pluviales van a ser más necesarios aún”.

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