San Martín: edificios para dos escuelas que funcionan en casas alquiladas

Son las construcciones para los establecimientos Ana María Castillo y Nueva Argentina, reclamados por papás y docentes durante años. Asistirán a ellos unos mil alumnos.

Desde hace más de una década, dos comunidades escolares de San Martín luchan por tener su escuela propia. Mientras tanto, peregrinan con sus alumnos por casas y locales alquilados, que funcionan como precarios establecimientos educativos.

En todo este tiempo hubo, por parte de padres y docentes, incontables reclamos al Estado pidiendo la construcción de edificios que permitan, a maestros y estudiantes, mejores condiciones para el dictado de clases, que hasta hoy se dan en espacios hacinados.

Finalmente y luego de años de reclamos y licitaciones caídas, comenzó hace algunas semanas en San Martín la construcción de esas dos escuelas: la 1-738 Ana María Castillo, en el barrio Mebna y la 1-739 Nueva Argentina, que se ubica en el barrio del mismo nombre.

Ambos establecimientos serán habilitados a mediados de 2018, con espacio para que unos mil alumnos tomen clases.

“Muy contento. La verdad es que en estos años hemos reclamado a distintos ministros, delegados y también al intendente”, enumera Mario, uno de los tantos papás que hoy ve con entusiasmo el inicio de las obras y que en estos años nunca se resignó a que su hijo tuviera clases en una casa de barrio, lugar que ocupó durante mucho tiempo la escuela 1-738 Ana María Castillo, que recién a comienzos de este ciclo lectivo pudo mudarse, aunque mientras espera su propio edificio sigue funcionando de prestado, en tres aulas de otra escuela de la zona: la Martín Fierro, del barrio San Pedro.

El edificio propio para la primaria Ana María Castillo se construye en el barrio Mebna, en el cruce de avenida Lima y calle Los Paraísos, junto al jardín de infantes Tomás Lancellotti, que se inauguró este año.

Esa obra, al igual que la construcción de la escuela 1-739 del barrio Nueva Argentina están a cargo de la empresa Murga y Hanne SRL, cuyos primeros trabajos apuntan a la compactación de los suelos y que a mediados de mes espera avanzar con el llenado de la platea de cimientos. Luego, cuando haya fraguado, comenzar a levantar paredes.

La obra tiene un plazo de ejecución de 14 meses, se invirtieron $ 24 millones para educar a más de 400 chicos de los barrios Mebna, San Pablo, San Pedro y del emprendimiento del Procrear que se construye sobre la Ruta 7.

“Esta escuela tiene una historia de promesas incumplidas durante muchos años. Funcionaba en dos casas alquiladas, que a veces ni siquiera se pagaba el alquiler y por eso hasta hubo intentos de desalojo”, recordó el ministro de Economía, Infraestructura y Energía, Martín Kerchner, durante una recorrida por las obras.

Efectivamente, hasta comienzos de este año, la escuela Ana María Castillo ocupó dos casas del barrio Mebna y repartía a sus alumnos en ocho habitaciones que hacían las veces de aula.

Unos 170 chicos, además de los docentes y celadores, compartían los cuatro baños de las casas y a los recreos salían por turno, porque el patio no daba espacio para todos. Hoy, mientras espera por su edificio, la comunidad de esa escuela ocupa parte de la Martín Fierro.

Una historia similar vivieron los maestros y alumnos de la escuela 1-739 Nueva Argentina, que también comenzó a funcionar en una casa de ese barrio y que hoy alquila una propiedad en calle Almirante Brown, donde la falta de espacios y la incomodidad son moneda corriente.

Las características del edificio que se construye para esa comunidad escolar son similares y la escuela Nueva Argentina, que se levantará en ese barrio, beneficiará a más de 400 niños de esa zona de San Martín.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA