Robótica, una tecnología simple y útil

Está presente en muchos aspectos de la vida cotidiana y gana cada vez más espacio en la currícula educativa. Mañana hay una competencia donde estudiantes ponen en acción los robots que construyeron.

Robótica, una tecnología simple y útil

Sensores ópticos que “leen” líneas blancas sobre suelo oscuro y, al ir siguiéndolas, van avanzando y completando el trayecto que éstas demarcan. Esta tecnología es uno de los tantos componentes de la robótica y es aplicable al día a día, incluso más de lo que podemos llegar a imaginar.

Durante la V Competencia de Robots que se desarrollará mañana en el campus de la Universidad de Mendoza -y de la que participarán estudiantes de todo el país-, los robots desarrollados por los chicos tendrán la misión de obtener el primer puesto en una carrera con un circuito de estas características.

Mientras tanto, las grandes empresas automotrices del mundo entero incorporan esta misma tecnología en el hardware de sus más recientes modelos, orientados a impedir que un auto se desvíe de la ruta ante un descuido o la posibilidad de que el conductor se esté quedando dormido.

“Es esa misma tecnología, la de ir siguiendo las líneas blancas sobre una superficie oscura. Por ejemplo, si estuviese acoplada a una silla de ruedas en lugar de a un juego podría darle autonomía a una persona que tiene una discapacidad severa. Es cuestión de aplicar la física en los RSL (Robot Seguidor de Línea), que de por sí son sencillos”, resaltó la directora de Investigaciones Científicas y Tecnológicas y Vinculación de la Universidad de Mendoza (UM), Cristina Párraga.

“Cada vez más cosas del día a día están vinculadas a la robótica. Desde las aplicaciones de celulares autónomas hasta la tecnología de los autos. Incluso los drones tienen mucho de robótica, especialmente en lo que se refiere a estabilidad. Y lo interesante de estas competencias es que después se pueden aplicar los conocimientos en casos reales”, indicó a su turno Lucas Iacono, coordinador del Grupo Robótico de la Universidad de Mendoza (GRUM).

En simultáneo con la competencia del sábado tendrá lugar el taller “Mi primer robot”, orientado a niños y adolescentes que quieran tener un primer y simple acercamiento a la robótica. “Con este taller estamos buscando incentivar tanto a las mujeres como a los jóvenes al estudio de las carreras TIC en Mendoza, así como también incentivar al reciclado y reutilización de la chatarra electrónica que día a día crece en tasas muy significativas.

Queremos que los jóvenes puedan verle la segunda mano a cosas que parecen imposibles de ser reutilizadas, como los teléfonos celulares, y que pierdan el miedo a la robótica”, agregó Párraga, quien además preside el Polo TIC Mendoza.

Sector en alza
La robótica es una especialización que cada vez suma más espacio en las escuelas técnicas de la provincia, así como también en grupos como el de la UM.

“Podés aplicar la robótica a todas las cosas cotidianas. En este caso consiste en leer la información y transmitirla al entorno. Incluso, en las fábricas de automóviles la parte de armado se hace con esta misma tecnología: la de ir leyendo las líneas en el piso”, destacó Johanna Casado (24), estudiante de Bioingeniería y que desde hace cuatro años participa en el GRUM. En su carrera -está próxima a recibirse- se combinan con mucha frecuencia la robótica y las cámaras, ya que capta imágenes, las analiza y traduce en datos.

“Este tipo de eventos lo que hace es bajar, desmitificar un poco las cosas y demostrar que no es imposible. Imaginate que trabajamos con pilas. Y, aprovechando la ocasión, combinamos con los chicos de la carrera de Diseño para que tuneen los robots que participan”, agregó Párraga.

Para Emiliano De Chiara (24), estudiante de Ingeniería en Computación, la robótica también interactúa con la cotidianidad: “Los autos no sólo se enderezan en la ruta siguiendo las líneas, sino que también se estacionan solos actualmente. Para manejar grúas, teniendo en cuenta que son más grandes y están muy altas -por lo que el conductor no puede ver muchas veces qué tiene adelante-, también se usa esta tecnología”.

La clave en estos casos es siempre configurar los sensores para que lean y sigan un color específico, que a su vez se ve resaltado por el fuerte contraste con el otro color.

Una competencia de robots  para todo público y a beneficio

Durante el mediodía de ayer, algunos de los integrantes del GRUM ultimaban los detalles para la competencia de mañana. En una pista especialmente diseñada -donde predomina el color negro-, pegaban papel adhesivo mate para que las máquinas puedan desplazarse siguiéndolo.

“La idea es que los robots sean reciclados, diseñados con basura electrónica (placas madres, cables usados, sensores ópticos de discos rígidos -que es con lo que se mueven- o motores de diskets). A la hora de seleccionar el ganador, todos estos aspectos suman puntos extras. Lo mismo que si han sido diseñados por los propios estudiantes”, explicó Cristina Párraga.

En total hay más de 23 estudiantes inscriptos de la UM, de los ITU y de diez escuelas técnicas ORT de Buenos Aires. Todos traen sus propios robots, que son autónomos, cuentan con su programación y han sido desarrollados especialmente para la competencia.

Además de la categoría RSL, también participarán robots “mini sumo”, donde el objetivo es que se “peleen” entre sí, chocando hasta que -por medio de la potencia- uno saque del cuadrilátero al otro.

La de mañana será la quinta competencia que tiene como sede a nuestra provincia y está incluida en el calendario de la Liga Nacional de Robótica.

“Este año hemos pensado en abrir la robótica a todos. Por eso creamos el taller ‘Mi primer robot’, que consiste en invitar a jóvenes desde los 10 hasta los 16 años para que -en colaboración con una tutora- desarrollen un pequeño robot que está formado por partes de celulares viejos reutilizados y la cabeza de un cepillo de dientes. Así, con el vibrador del celular más una pila de reloj (superior a los 3,5 Volt) y la cabeza de un cepillo, se puede armar la ‘creatura bot’”, señaló Iacono, del GRUM.

Quienes quieran ser espectadores del evento podrán acercarse mañana a Lencinas y Boulogne Sur Mer, de 9 a 17, ya que es abierto a todo público y la entrada es a cambio de una caja de leche en polvo (a beneficio de Conin). Además, los competidores donarán dos cajas por robot.

“Lo que más disfruto de esta competencia es la camaradería, porque ya llevamos cuatro años trabajando y estamos siempre juntos. Ahora la idea es integrar a más personas, y este año ha habido mucha convocatoria de varias provincias”, agregó Johanna (estudiante de Bioingeniería).

“El GRUM empezó como un hobbie y ahora se ha transformado en una forma de despertar la vocación. De hecho, muchos estudiantes siguieron con la orientación de Robótica en el posgrado”, indicó el director del grupo.

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