Robo de armas: en escuchas se pide por una 9 mm

"¿Tenés alguno de esos que hacen PUM?” le preguntaron por teléfono al encargado del Depósito de Secuestros de donde desaparecieron armas y objetos.

En medio de la investigación  que en San Martín lleva adelante el fiscal Martín Scattareggi, para esclarecer el robo de media docena de armas a la  Oficina de Secuestros de la Tercera Circunscripción, existen escuchas telefónicas ordenadas por la Justicia, donde los investigadores creen tener claros indicios sobre cómo se negociaba por teléfono la entrega de un arma.

“En algún momento de la investigación, la Justicia ordenó escuchas telefónicas al personal sospechado de participación en la sustracción  de diversos objetos de la Oficina de Secuestros; de esas escuchas, surgen pistas sobre cómo podría haber sido el mecanismo de comercialización de las armas”, explicó una fuente ligada a la investigación.

“De todos modos y por más que en las escuchas se hable de armas, se trata siempre de un acto preparatorio”, aclaró la fuente, es decir que una cosa es que se pida un arma por teléfono y otra es dar con pruebas que confirmen que la entrega se realizó, por más que de hecho faltan al menos media docena de armas del depósito de Secuestro.

"Doctora, usted tiene que saber que se están vendiendo las cosas secuestradas como cubiertas, teléfonos, incluso las armas..."

“¿Tenés alguno de esos que hacen PUM? ¿Un 38?”, comienza una llamada telefónica entre un tal Jorge y un encargado de la oficina, realizada  en agosto del año pasado; un diálogo en el que queda claro para los investigadores que están hablando de armas: “¿Y no puede ser de nueve?”, insiste en otro momento, probablemente hablando del calibre y le responden: “Me fijo que hay”; fin de la comunicación.

En su edición de ayer y en exclusiva, Los Andes reveló la investigación que lleva adelante la Justicia en San Martín, para esclarecer el robo de media docena de armas de la Oficina de Secuestros, una denuncia que presentó a mediados del año pasado, el delegado de la Corte, Salvador Arnal, luego de un mensaje anónimo a un funcionaria judicial: "Doctora, usted tiene que saber que se están vendiendo las cosas secuestradas de la oficina; se venden cubiertas, teléfonos, incluso las armas".

Luego de meses de investigación, por el caso está imputado un ex jefe del esa oficina, acusado por el delito de peculado, que fue apartado del cargo junto con el resto de los empleados. "Lo primero que surge es el desorden de la documentación de la oficina: faltan datos de muchas de las cosas secuestradas durante algún operativo, hay incompatibilidades entre el secuestro y el asiento de algunos elementos, es decir entre lo que hay y lo que debería haber", comentó la fuente y siguió: "Este escenario, en el que es difícil seguir el curso de todo lo que hay secuestrado, es ideal para que las cosas desaparezcan, entre ellas, seis armas aptas para el fuego".

Los investigadores creen que esas armas fueron a dar al mercado negro o a manos de delincuentes y por estos días, el expediente busca avanzar en esa línea. El fiscal Oscar Sívori participó de la investigación con una inspección al depósito de Secuestros en la ex bodega Greco, donde confirmó el desorden en el sector de la Tercera Circunscripción: "Los secuestros deben estar numerados y en bolsas, pero allí es tal el desorden que es difícil encontrar lo que uno busca. Además, no existe un armero y se violan las reglas básicas sobre cómo almacenar las armas y uno puede ver que en la misma bolsa está el percutor, el arma y las municiones, lo que infringe cualquier norma de seguridad".

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