El Gobierno nacional designó a Alejandro Vanoli como nuevo presidente del Banco Central, en reemplazo del mendocino Juan Carlos Fábrega, quien renunció a su cargo debido a las críticas por la falta de controles de la autoridad monetaria hacia las entidades financieras que le hizo la presidenta Cristina Fernández, en medio de una fuerte crisis cambiaria.
La dimisión de Fábrega se produjo en una jornada de tensa operatoria en los mercados, en la cual se derrumbaron las acciones y los títulos públicos, tras el discurso de ayer de la Presidenta, en el que denunció un complot para desestabilizar al Gobierno por parte de sectores especuladores.
La designación del jefe de la Comisión Nacional de Valores (CNV) fue el corolario de una serie de enfrentamientos que mantuvo Fábrega con el ministro de Economía, Axel Kicillof por el manejo de la política económica, monetaria y cambiaria, que la Presidenta saldó a favor del ministro.
Fábrega y Kicillof mantuvieron una relación conflictiva desde el mismo día en que fueron designados el pasado 18 de noviembre de 2013.
Con acusaciones mutuas, en público y en sordinas, ambos funcionarios fueron los estandartes de distintas concepciones en el manejo financiero y cambiario.
Desde la devaluación en enero pasado, las diferencias quedaron más expuestas con la renuencia de Fábrega a aumentar las tasas de interés, para controlar el efecto devaluatorio y la corrida cambiaria.
Las acusaciones mutuas que fueron trascendiendo sobre el manejo de cambiario y financiero encendieron dudas entre los operadores del mercado local y del exterior y dispararon la suba del dólar en el mercado paralelo.
Luego, la falta de aprobación de Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación y la restricción de reservas, impulsaron la suba de los valores en las operaciones de contado con liquidación y en la Bolsa.
El incumplimiento del fallo de la Justicia de los Estados Unidos a favor de los holdouts y la posterior caída en default técnico del país, profundizó la distancia de Fábrega con la Casa Rosada cuando el titular del Central avaló la posibilidad de una salida negociada por el sector privado en la deuda con los holdouts.
En esa ocasión, los avances de Fábrega resultaron efímeros por la oposición del ministro y de allí en más se abrió un abismo entre ellos y puso al descubierto también, la preferencia de la Presidenta.
El fastidio de la Jefa del Estado con Fábrega quedó expuesto ayer en la Casa Rosada cuando Cristina Fernández expuso en público, en un encendido discurso de acusaciones sobre operaciones para desestabilizar al Gobierno, la supuesta falta de acción del BCRA en el control del mercado cambiario, los bancos, el "contado con liqui" y las denominadas "cuevas financieras".
El punto más duro fue cuando la Presidenta expuso públicamente en relación al Banco Central que si se controlaban "cientos y cientos de miles de bocas de expendio" con el plan Precios Cuidados, "cómo no se va a poder controlar un universo de 80 instituciones".
La nominación de Vanoli, un experto en controles estatales, llegó en las últimas horas de la jornada, tras las inspecciones que realizó la CNV a dos entidades financieras en su función de regulador del mercado de capitales.
El ahora designado presidente del BCRA, fue el impulsor de la reforma a la Ley del Mercado de Capitales que terminó con la autorregulación de los mercados y con las facultades de intervención de la CNV en las empresas, un punto fuertemente cuestionado por el sector privado.
El Gobierno aun no confirmó quien reemplazará a Vanoli al frente de la CNV.
Perfil de un mendocino en el mundo K
Juan Carlos Fábrega nació en Mendoza hace 64 años, vivió en Capital y en Tupungato, se casó con una tupungatina (que ya falleció) y tuvo tres hijos que viven en nuestra provincia y le han dado tres nietos. Su madre y hermanos también viven en Mendoza.
Ingresó al Banco Nación como auxiliar en la sucursal de Río Gallegos, tenía 18 años. Llegó a la ciudad austral con su familia, en 1958 y residió allí hasta 1972. En la capital santacruceña conoció a Néstor Kirchner, con quien era par generacional. Desde entonces fueron amigos.
El 3 de febrero de 2010, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le ofreció el cargo de presidente del Banco Nación, el mismo día que Fábrega cumplió 41 años trabajando en esa entidad. “Es la máxima aspiración que puede tener un empleado, llegar a ser presidente del banco”, dijo entonces orgulloso.
En noviembre de 2013, tres años después, la presidenta lo nombró titular del Banco Central de la República.
Hoy su dimisión fue presentada a la jefa de Estado.