Este año se vivió un clima distinto en los festejos vendimiales donde los empresarios son protagonistas. Tanto en el desayuno de la Coviar como en el Almuerzo de Bodegas de Argentina los funcionarios nacionales prometieron pocas cosas concretas, aunque se comprometieron a trabajar para estabilizar variables macro. Los funcionarios provinciales sólo pudieron decir que no tenían nada, pero que si tuvieran lo pondrían en infraestructura.
Ante estos mensajes, el sector empresario reactivó reclamos, que pasan más por lo legislativo y por tratar de conseguir mayores acuerdos de libre comercio pero, en términos generales, quedaron satisfechos. Todos coinciden en que hay mejores expectativas, aunque su realidad no haya cambiado mucho y, en algunos casos, está agravada por los sucesos climáticos de esta temporada.
“No prometieron mucho, pero si lo cumplen, vamos a estar mejor” razonaba un dirigente empresario y, de alguna manera, pintaba un estado de ánimo general. Todos son conscientes de la situación del país y de la provincia y, ante las mejoras experimentadas por los precios del sector, nadie esperaba anuncios espectaculares.
Los aplausos fueron moderados, como el espíritu que reinó en los encuentros, aunque todos saben que falta mucho por hacer. Desde el diagnóstico de la presidenta de Coviar hasta los desafíos planteados, se notó a empresarios que están pidiendo pista para poder carretear en busca de levantar vuelo.
Pero desde el Gobierno provincial les mandaron un mensaje inesperado. Mientras el gobernador Cornejo les recomendó empezar a ser más proactivos en busca de su propia rentabilidad sin pedírsela al Estado, el ministro Enrique Vaquié les pidió que se involucren en la discusión del presupuesto público para evitar que se desvíen fondos o se asignen por presiones sectoriales.
Algunos le llaman un cambio de época o, quizás, solo sea la ventaja de no tener plata.